Día 3 (Parte 3)

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Abrió los ojos lentamente, viendo como a su lado Vegetta lloraba desesperado. Willy se sentía débil, seguramente por la cantidad de sangre que había perdido por causa de las torturas por parte de "Luzu" y "Auron".

-Ve-Veg... - llamó el de ojos esmeraldas, viendo como este se giraba en busca de su voz, viendo como dos pequeñas navajas se encontraban clavadas en sus ojos.

-¿Wi-Willy? ¿Eres tú?

-Si...¿Es-Estás bien?- preguntó débilmente el albino, observando como el contrario se acercaba a él y colocaba su cabeza en sus piernas.

-No, pero, es-estoy vivo que es lo que importa. Pen-Pensé que tú ya no lo estabas... No puedo creer que apenas lle-llevemos aquí tres días y que ya hayamos pasado por-por todo esto...

-No te preocupes, no dejaré que te pase nada...

-Tampoco es como si estuvieses en la condiciones para ayudarme. Has perdido mucha sangre y aunque te he tratado de curar las heridas con trozos de tela no he podido hacer mucho- explicó el de ojos color amatista - No-No puedo ayudarte bien si no veo las heridas o si alguien no me guía... Y tampoco es que tengamos aquí lo necesario para curarte.

-¿Voy a morir?- preguntó Willy con un pequeño temblor en su voz.

-Cla-Claro que no, estás herido, pero, no tanto, ya verás que en un par de horas ya te sentirás mejor- mintió Vegetta; él como enfermero sabía que si le decía la pura realidad este sufriría mucho y prefería que su compañero se muriera con la mente tranquila y llena de esperanza.

-Te-Tengo mucho sueño Sam... Pe-Pero tengo miedo de que si me duermo no-no volveré a despertar.

-Te despertarás, te lo aseguro, pero mejor quédate despierto un ratito que ya has dormido mucho, ¿vale?

El albino asintió lentamente, disfrutando de las caricias que le profesaba el mayor en la cabeza. Sentía como poco a poco el dolor desaparecía, por lo que empezó a cerrar los ojos, advirtiendo como unas gotas de agua caían en su piel, pero, nada le importaba ya.

Segundos después una gran sensación de libertad lo rodeó, pensando que era el sueño lo que le azotaba, pero, sorprendiéndose por lo que pasaba cuando abrió los ojos de nuevo.

El de pelo blanco se encontraba flotando en la sala, viendo a su alrededor con sorpresa, asustándose de repente cuando vio en el suelo una escena horripilante: Dos personas se encontraban allí, Vegetta que lloraba desesperado y el mismo, o que parecía él ya que su cuerpo se encontraba destrozado, lleno de sangre y heridas además de las amargas lágrimas del pelinegro. Su herido, ahora cadáver, se encontraba sobre un pequeño lago de líquido carmesí que poco a poco se iba haciendo más grande, llegando a manchar al de pelo en punta, cosa que hizo que llorara con incluso más fuerza.

Willy no podía creerlo...

Había muerto.

El albino se empezó a elevar, casi como si se estuviera separando de la tierra, dirigiéndose a su inevitable final, intentando agarrarse a las paredes, al techo, a lo que sea, pero sin éxito, ya que en cuanto tocaba cualquier cosa su alma lo atravesaba como si se tratara de humo.

-¡Ayuda! ¡Qué alguien me ayude!- gritó Willy con miedo.

No quería morir, no podía abandonarlos a todos, tenía que hacer algo...

Pero, ¿qué hacer en contra de algo que es imposible de evitar?

(...)

Luzu y Auron se encontraban en medio de la oscuridad, riéndose de chistes que hacía el menor o hablando de sus infancias.

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⏰ Última actualización: May 19, 2021 ⏰

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