El sendero entre flores de melocotón

♡Extra: El dios del mar y su mensajero

Wen Kexing entró en su habitación sentándose en la cama.  Tomó la mano de amado A'Xu y la llevó a sus labios besándola.

Un dios como él no debía ser descuidado y aún así su mensajero fue herido mientras llevaba un pergamino a la montaña real.  Él sabía que era su culpa y que la reina estaba tras esto.

-Amado esposo le susurró mientras acariciaba su largo cabello ahora suelto como un abanico sobre la almohada.  Cuando lo trajeron tan mal herido por una flecha envenenada de energía púrpura sintió su corazón salirse de su pecho.

-Voy hacer pagar a quien te lastimó pero por favor regresa a mí le pidió dándole un beso en los labios.

La pequeña belleza líquida y quién era su mano derecha se presentó en su habitación.

-Amo!!! ya todo está hecho le dijo haciendo una reverencia antes de convertirse en espuma.

Kexing besó la frente de su amado.

-Volvere pronto, te amo le dijo suavemente.  Selló la habitación y salió hecho una tromba marina.  Su A'Xu había sido lastimado hace seis meses, la misma cantidad de tiempo que le costó obtener venganza.

Era el dios del mar y durante años sirvió de puente entre sus hermanos y éstos lo llevaron a Halia.  Él había sido el tonto que se creyó que si se casaba con ella tendría lo que tanto quiso, el lugar donde su madre estaba encerrada.  Malditos maníacos, le quitaron su poder total dejándole sólo con el cual nació, el poder del mar.

Nunca había sentido tanta furia como cuando A-Xiang, su belleza líquida había traído herido a A'Xu.  Loco de enojo y dolor fue capaz de liberarse del anillo de contención de fuerza que sus hermanos le habían colocado y desató su furia con todo su poder.  El mar se volvió oscuro y letal.

Hizo que sus estúpidos hermanos cayeran presos de la lujuria y creó anillos de contención de tres fuerzas haciéndolos perder todo su poder hasta el de nacimiento.  Luego arremetió sin consideración contra el reino de las ninfas y trajo a su mansión al tesoro más preciado de su reina.

La reina Halia estaba sentada en su trono, su rostro abatido y lleno de dolor hicieron sentir satisfecho a Kexing.

-Tú!!! ¿cómo te atreviste? tus hermanos no lo perdonarán!!! le gritó al dios.

Kexing la tomó del cabello mirándola con coraje contenido y la lanzó al suelo donde cadenas serpenteantes se anclaron a sus muñecas y tobillos.  Un anillo de contención de tres fuerzas se envolvió a su alrededor.

Halia estaba sorprendida por el poder de su esposo.

-¿Cómo? preguntó asustada.

Kexing sólo sonrió de medio lado.

-Cruzaste una línea que no puede ser perdonada le dijo fuertemente.

-Todo esto por ese mensajero que te abre las piernas!!! le gritó furiosa.

El dios levantó su rostro y llevó su mano a su cuello apretando con fuerzas, la vio volverse roja.

-Jamás vuelvas a abrir esa boca sucia para hablar de él le dijo soltándola y escuchándola toser.

-¿No es la verdad? merece morir solo por poner sus ojos en ti, tus hermanos estarán furiosos le dijo ella riendo.

Kexing rió más fuerte casi rayaba en la locura.

-Oh querida Halia, mis hermanos no son mas que simples peones ahora al igual que tu reino no es nada y los que sobrevivieron serán nuestros esclavos le anunció yendo a sentarse en su trono y tomando una copa de vino.

-Que mal educado soy, traigan a nuestra invitada les ordenó a sus guardias.

Cuando Halia levantó la vista, se retorció como un gusano.

-Hermana!!! gritó la adolescente que estaba frente a ella aterrorizada.

-Por favor mi señor, es una niña no le haga daño le imploró la reina mirando a su pequeña hermana.

Kexing fue hacia la joven que lucia muy asustada.

-Tú debes ser Galia ¿verdad? le preguntó tocando su cabello.

Ella asintió alejándose del dios.

-No le haré nada, si me das algo a cambio.  De lo contrario la enviaré con belleza líquida amenazó a la mujer abatida en el suelo.

-Le daré lo que quiera, si me promete que la dejará ir le aseguró llorando.

Kexing se colocó frente a ella con su mano estirada.

-Dame el antídoto contra la energía púrpura le ordenó bruscamente.

Belleza líquida había aparecido de nuevo esperando instrucciones.

Halia derrotada llevó su mano a su cabello y sacó una horquilla entregándosela.

-La flor es un frasco, eche tres gotas en la boca del envenenado y se recuperará le dijo mirándole herida.

Kexing le dió la horquilla a A-Xiang y esta se difuminó.

-Desde hoy nuestro matrimonio queda roto y por tu crímen serás enviada a los túneles del abismo, tu hermana quedará a manos de la casa del coral sentenció antes de ver como Galia se abrazaba a su hermana llorando.  El llanto aumentó cuando las separaron.

****

Kexing volvió a su habitación, belleza líquida ya había colocado las tres gotas pero A'Xu no parecía querer despertar. 

Se acercó hasta la cama y acarició su rostro deteniéndose en sus labios.

-Consigue el paradero de mi madre le pidió a su niña de oro a lo que esta asintió marchándose.

Un ligero movimiento le hizo ver a su mensajero, de pronto Zishu reaccionó tosiendo y tratando de tomar aire y enfocarse.

-A'Xu!!! le llamó el dios quien acariciaba su espalda.  Una vez más tranquilo, Zishu se recostó de la cabecera de la cama luciendo pálido aún.

-Mi señor dijo suavemente levantando su mano para secar la lágrima que caía de su dios.  Kexing lo llevó a su pecho abrazándole fuerte.

-Pensé que te había perdido, tú sólo estabas ahí débil y gris le decía mientras se aferraba a él.

-Estoy aquí esposo, no te dije que nunca te dejaría ¿dudas de mi? le cuestionó de forma dulce.

Kexing se separó sonriendo y negó.

-Jamás dudaría de ti A'Xu le dijo para después besarle profundamente.

-Te amo mi señor le susurró una vez se separaron.

El dios mostró la sonrisa que más amaba A'Xu, esa que era pura.

-Yo también te amo esposo dijo volviéndolo a besar.

Kexing que por mucho tiempo estuvo encerrado había encontrado su libertad. Había hecho justicia en nombre de sangre inocente.  Recuperaría a su madre y convertiría en su consorte a su amado A'Xu. 

Las piezas finalmente empezaban a encajar en su lugar.