■Florecerá el valle

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Wen Kexing terminó de arreglar su cabello antes de salir de la habitación.  Era una mañana fría y la brisa lo hizo estremecer.

Al levantar la vista vio la figura de su A'Xu a pasos de él así que sonrió colocándose a su lado.  El guerrero se estremeció al sentir un brazo serpentear en su cintura y un beso en su sien.

-Debes abrigarte mejor A'Xu, ha estado muy frío ahora le dijo rodeándolo con ambos brazos por su cintura.

-¿No estás tú acaso para darme calor? le preguntó burlonamente.

-A'Xu!!! le hizo un puchero apretando su cintura ligeramente.

Estuvieron disfrutando del paisaje un poco más antes de sentarse a tomar té de ciruelo.

-¿Dónde está A-Xiang? le preguntó sirviendo un poco de miel en la taza.

-Vino temprano con Wei Ning, se llevaron a Cheng ling a una demostración de arte marcial le indicó tratando de saborear el té.

Wen Kexing llevó su mano hasta agarrar la de su amado.

-Entonces te llevaré a un lugar le dijo sonriendo.

A'Xu asintió terminando de desayunar.  Kexing tomó una capa de viaje para protegerle del frío viento.  Su enfermedad aparecía con fuerzas algunos días y hacia que su guerrero se viera debil y frágil.

-¿Quieres que te lleve en brazos? le preguntó ajustándole la capa en su cuello, A'Xu golpeó suavemente su mejilla.

-¿Qué estás insinuando tonto? le reclamó un poco molesto.  Kexing sólo beso su frente para apaciguarlo.

-Nada mi luz, vamos sé que te gustará la sorpresa le aseguró tomando su mano.

Disfrutaron de la tranquilidad del paisaje.  Eran momentos así en que A'Xu agradecía aún estar vivo y Kexing rogaba más tiempo para su luz.  A pesar de que se amaban aún no entregaban sus cuerpos el uno al otro y sólo disfrutaban de la simpleza del amor.

A'Xu no reconoció el lugar, su mente a veces era difusa pero las flores de melocotón se mantenían hermosas.

-¿Porqué estamos aquí? le preguntó a su fantasma quién tomó su mano llevándolo a una residencia en medio de los campos de melocotón.

-Mansión luz eterna leyó el grabado que colgaba en la puerta.

-Sabes que Cheng ling está restaurando su secta, reconstruyendo lo que un día fue destruido.  Le pedí esta residencia porque me recuerda a ti.  Me da paz, me da luz y las flores de melocotón florecen hermosas como tu belleza le dijo besando sus labios delicadamente.

-¿Estamos en la secta de nuestro discípulo? volvió a preguntar, no había visto este lugar antes pero igual su mente puede estar difuminándose.

-Por supuesto, él quiere a su maestro cerca y yo quiero tener un hogar donde regresar.  Un lugar donde tu alma hermosa pero cansada pueda descansar le dijo besando la lágrima que cayó.

El guerrero lo abrazó fuertemente, agradecido de tenerle en su vida

-A'Xu ¿quieres verla? le preguntó a lo que él asintió.

Entraron y lo primero que vio en la amplia pared fue el dibujo de su maestro colgado, aquel que Kexing había restaurado para él.  Lo tocó con delicadeza y sintió la nostalgia llenar su corazón.  La decoración en la mansión era sencilla pero acorde a sus dos amos. Cheng ling, A-Xiang y Wei Ning habían hecho un gran trabajo.

El guerrero volteó tomando su mano agradecido.

-Gracias Lao Wen me siento conmovido y en calma le aseguró.

Se abrazaron fuertemente antes de ir a su habitación llena de colores pacíficos  como el blanco y azul.  Nada rojo a la vista ya que francamente Kexing lo odiaba.

Lao Wen preparó la tina para su amado y ayudó a desnudarlo antes de hacerle entrar al agua cálida con hierbas medicinales.

-Iré a buscar nuestro almuerzo le indicó saliendo por la puerta.

ZiShu recostó su cabeza en el borde de la tina, hoy se sentía cansado y se preguntaba cuanto tiempo le quedaba con su querido discípulo aquel que era como un hijo Cheng ling, junto a su amado fantasma o hasta con su revoltosa A-Xiang o el dulce Wei Ning. 

Notó el agua enfriarse y se decidió salir, se sintió bastante energizado y cuando salió al comedor, vio a su Kexing sonreírle.  Supo justo ahí que era el momento y devolviendo la sonrisa se sentó a su lado.

Lao Wen se levantó por un momento.

-A'Xu, déjame recogerte el cabello no queremos que se ensucie le pidió a lo que éste asintió.  Otra prueba de lo mucho que lo amaba el guerrero le era entregada al fantasma.  El cabello era sagrado reservado sólo para el ser amado.

Una vez su cabello fue recogido, sintió un ligero tirón así que llevó su mano y notó la horquilla de Kexing en su coleta alta.  Lágrimas cayeron y su fantasma recostó su cabeza en su hombro.

-Mi luz, desde este momento serás reconocido como mi esposo y no hay nada en este mundo que no pueda darte y eso implica regresarte tu salud le indicó besando su mejilla.

ZiShu se volteó para mirarle y Kexing besó su frente.

-Lo hemos descubierto, sabemos que hacer para librarte de la enfermedad A'Xu le dijo mientras lo besaba, el guerrero se aferró a su cuello mientras lágrimas caían.

-Te lo dije ¿no? mi amor por ti mi luz es capaz de hacer florecer hasta las flores de un valle árido.  Serás libre muy pronto le aseguró acariciando su hermoso rostro.

-Lao Wen, mi alma gemela yo floreceré por ti lo juro le prometió señalando su corazón con su mano.

Serían felices, no más dudas, enfermedad o dolor.  Una vez A'Xu estuviera sano, las flores perfumarían todo el valle.

El sendero entre flores de melocotónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora