■En tus brazos yo florecí

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En la mansión de la luz que habitaba dentro de la secta de su discípulo Cheng ling se celebraba una pequeña cena en honor al reciente matrimonio de A-Xiang y Wei Ning.

ZiShu lucia animado esa noche, lo que contradecía su piel pálida y un poco demacrada. Cheng ling se les había unido cuando ya estaban por comer, se acercó a Kexing y A'Xu.

-Maestro, tío lamento la demora dijo haciendo una corta venia.

-No importa, ven siéntate le indicó señalando una silla a su lado.

El pobre discípulo que una noche había perdido todo, hoy luego de la guerra intenta cargar un peso muy grande sobre sus hombros reconstruir la secta que su padre había amado.

Una sirvienta sirvió el té y Cheng ling ofreció un brindis.

-Hermana Xiang, hermano Ning les deseó felicidad eterna les dijo con una sonrisa cálida.

-Gracias tontito, ahora eres todo un líder, nos hace dichosos ver cuán lejos has llegado le aseguró besando su mejilla al levantarse para abrazarlo, Wei Ning se unió ya que ambos adoraban a Cheng ling como un hermano menor.

-Ya detengan esto ¿acaso sienten nostalgia del pasado? le preguntó burlón reconociendo cuando todos luchaban por vivir un día más.  Kexing sintió un pellizco en su mano haciéndolo quejarse.

-A'Xu!!! le llamó como un niño pequeño.

-¿Acaso tienes dos años? deja de burlarte tanto le reclamó con una sonrisa que se expandió al ver el puchero de su fantasma.

-Ya!!! no te enojes A'Xu le pidió besando sus labios haciéndole sonrojar.

-Amo!!! no ve que estamos aquí le recriminó su pequeña furia púrpura, Kexing sonrió de medio lado.

-Mocosa impertinente, crees que no puedo pellizcar tu oreja sólo porque te has casado le regañó a lo que A-Xiang hizo un pequeño puchero para luego sacarle la lengua.

Cheng ling rió con ganas y ZiShu se  sintió cálido al ver que la inocencia de su discípulo seguía intacta. Tuvieron un momento muy ameno mientras las flores de melocotón seguían perfumantes.  Habían colocado linternas en lugares estratégicos para dar buena iluminación y una vez finalizada la cena todos fueron retirándose dejando a sus maestros para descansar.

****

La luna brillaba en lo alto y en el techo de la mansión ZiShu observaba las estrellas.  Sintió ligeros pasos seguidos de una manta sobre sus hombros.

-A'Xu, siempre tengo que regañarte sobre que estás tomando la brisa fría y lo peligrosa que es para tu salud le riñó suavemente.

ZiShu sonrió y se recostó sobre el pecho de Kexing.

-¿Cuánto más tendré la dicha de ver y sentir esto? se preguntó sintiendo cuando su Lao Wen le envolvió su cintura con sus brazos y le dió un beso en el cuello.

-Sé que piensas que es tarde pero yo encontraré la manera de ayudarte a sanar las heridas le aseguró apretándolo más hacia él.

Y ZiShu le creyó, que podía comprarle más tiempo, que podría dejar todo su sufrimiento y colocó sus manos sobre las de Kexing observando las estrellas un poco más antes de entrar.

****

Kexing y ZiShu disfrutaban de un baño antes de dormir ya que eso siempre relajaba a A'Xu sobre todo por las hierbas curativas que Wei Ning siempre traía con él de sus viajes.  Éstas eran colocadas en el agua para ayudarle con el dolor.

Lao Wen veía cada vez más delgado a su amado también podía sentir al abrazarlo que su fuerzas habían mermado y estaba asustado porque aún cuando se han buscado por todos los rincones entre sectas, valles y montañas, sólo habían cientos de pergaminos que leer y analizar.

Sintió un ligero golpe en su muslo que lo sacó de sus pensamientos.

-¿Qué sucede? has estado muy callado le comentó A'Xu.

-Estoy bien, sólo un poco preocupado le dijo restando importancia pero el guerrero no le creyó.

Volteándose hasta quedar frente a él, A'Xu se acomodó en su regazo y colocó sus frentes juntas.

-Sé que estás asustado Lao Wen, yo también lo estoy pero no podemos dejar que el miedo a que yo muera maneje nuestras vidas le dijo suspirando al sentir las caricias de su amado en su espalda.

-Puedes pedirme lo que quieras A'Xu pero jamás que acepte perderte le pidió con voz entrecortada.

El guerrero tomó el rostro de Kexing y le miró a sus ojos dándole una sonrisa.

-Aún sigo aquí puedes sentirme, yo te amo Lao Wen.  Yo era un solitario destinado a morir en soledad pero llegaste tú y me hiciste sentir lo que pensé había muerto, en tus brazos yo florecí. Jamás te pediría que lo aceptes le aseguró besando su frente.

-Mi A'Xu, mi esposo aún no me dejes. Sólo dame tiempo le pidió antes de tomarle su hermoso rostro entre sus manos y besarle arrebatadamente.

Esa noche mientras la luna desaparecía del cielo dos almas se entregaron.  Sembraron marcas de amor sobre sus pieles, brindaron toques de calor y arrasaron con todo a su paso.  Kexing adoró y pintó sobre el cuerpo de su esposo un paisaje de amor marcando en su interior con fuerzas como un río salido de su cauce.

A'Xu se dedicó a crear una hermosa obra de arte en la espalda de su amado, le entregó pétalos rosas que lo marcaban como suyo y lloró lágrimas de amor al sentirse tan profundamente llenado y amado por su esposo.

****

Kexing tomaba té mientras veía dormir a su A'Xu lo que había pasado la noche anterior aunque hermoso, agotó a su esposo.

Le vio querer alejarse de los rayos del sol que se colaban por la ventana dejando a su paso un quejido.  Lao Wen fue hacia su guerrero dándole un beso en su hombro desnudo al estar bocabajo.

ZiShu se removió abriendo sus ojos y sonrió dulcificando así sus hermosas facciones.

-Buenos días susurró Kexing antes de besarle y ayudarle a acomodarse en la cama.

-¿Cómo te sientes? le preguntó preocupado, A'Xu tomó su mano y la llevó a sus labios.

-Estoy bien, fui amado por ti ¿cómo debería sentirme? preguntó burlón.

Kexing reviró sus ojos antes de abrazarle.

-Debes sentirte feliz siempre así como yo lo soy ¿entiendes? le dijo sintiendo a su esposo asentir.

-Te amo Lao Wen susurró suavemente cuando se separaron del abrazo.

-Yo también te amo, sigamos juntos para siempre A'Xu le pidió besando su mano. Una lágrima cayó del guerrero quien asintió a Kexing.

Afuera las flores de melocotón se mecían con la brisa haciendo al amor vibrar dentro de la mansión de la luz.



El sendero entre flores de melocotónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora