Peligro a primera vista.

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Estoy aquí, sentado al frente de mi computador escuchando mi música favorita, haciendo mi típica y aburrida rutina diaria. Mi hermano, por otro lado, está contactándo a sus amigos para salir un rato, pues, diría que somos muy diferentes y es mucho más sociable que yo.

Desde hace un par de semanas mi hermano ha insistido en conocer a alguien que, según él, me agradará; dudo mucho eso ya que sus amigos nunca me agradan, pero si él lo dice por algo será así que dejo a un lado mi arrolladora personalidad y me atrevo a conocerle.

Llegó la tarde de un nueve de Agosto cuando mi hermano al fin está dispuesto a presentarme a esa persona de quien me ha hablado todo este tiempo. Salgo de mi casa y vamos directo hacia su hogar donde nos íbamos a encontrar todos y luego salir a pasar el rato. Admito que estaba un poco nervioso porque no sabía con quién me iba a encontrar, pero la curiosidad me tenía muy ansioso. Llegamos hasta la puerta delantera de su casa y cuando ella salió no sabía exactamente como me sentía y mucho menos que decir, fue una sensación extraña, algo así como interés, curiosidad, atracción e intensidad al mismo tiempo. Ella se me acercó para presentarse y debo que admitir que era muy atractiva, pero más allá de eso, sentí una conexión inmediata y creo que ella también lo sintió. Estuvimos un momento mirándonos fijamente y no había palabra que explicase esa extraña sensación. Cuando finalmente recuperamos el aliento podimos entablar una pequeña conversación.

-Eh... ¡hola! Me llamo Sebastián.

-Hola, soy Alina y sé quién eres, tú hermano me ha contado de ti.

-¿Si? -Digo con un tono sorpresivo.

-Sí, me ha dicho que eres algo extraño.

-¿Extraño de qué forma?

-No sé, que eres extraño y ya -dijo con un tono de odiosidad.

En ese momento sentí que quería destruír a mi hermano, ¿por qué nunca puede hablar bien de mí?; pero qué importa, respiré profundo y le hice caso omiso.

Luego de ese momento incómodo caminamos hasta una área deportiva y Alina iba al lado de mí. En ese instante, todos fueron a jugar un rato y yo me quedé sentado hablando con Alina.

Un Amor Tóxico y ArriesgadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora