Conversación profunda.

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   Al sentarnos el silencio incómodo se hacía sentir -no soy muy bueno sacando conversación-, hasta que ella decidió tomar la iniciativa.

-Entonces... ¿cómo es que viviendo tan cerca no nos habíamos conocido,o al menos tropezarnos alguna vez?

-Creo que es posible, es rara vez que salgo de mi casa.

-¿Por qué? -dice de forma dudosa.

-Porque no tengo una vida tan sociable que digamos.

-No pareciera que fuese así.

-Las apariencias engañan a veces, ¿no? -digo con un tono sarcástico.

-Bueno, sí -exclama.

   Mientras más hablaba con ella me daba cuenta que era algo fría y odiosa, ¿es porque su personalidad es así, o es porque no le agradé mucho? Sea lo que sea esperaba que así fuese su personalidad y no que no le haya agradado, pues hay algo en ella que quiero descubrir qué es y para ello necesito conocerla un poco más. Ella siguió preguntándome.

-¿Por qué no estás jugando con los demás?

   En ese momento no supe que decirle, pero después pensé que debía que mostrarme tal cual soy y ser alguien real.

-Porque no me gustan los deportes en grupo -y también porque prefería hablar contigo, pensé-, se me hacen más cómodos los deportes individuales.

-¿Qué tienen de malo los deportes en grupo?

-No tienen nada de malo, es que me es difícil desenvolverme con las personas.

-Tu hermano tenía razón.

- ¿De qué? -pregunto con un tono agudo.

-De que eres extraño, pero me agrada.

   Cuando me dijo eso sentí un gran alivio, pensé que no le agradaba y se sentía bien saberlo porque de verdad había una conexión fuerte y no quería arruinarlo -como siempre- con mi forma de ser.

-¿Qué hay de ti? -dije.

-¿Qué hay de mí? No sé -exclama fríamente.

   Ella lo hacía todo más difícil. Mientras intentaba ser sociable ella venía y me trataba de forma muy odiosa. Necesité sacar la paciencia que no tengo y seguí preguntándole.

-¿Te gusta el deporte? ¿tienes muchos amigos?

-Sí y sí. Pero no creo que tenga "amigos" en sí, al final todos te dan la espalda, así que me da igual.

-Entiendo. -dije sin tener más nada que decir.

-Voy a jugar un rato con los demás.

-Esta bien, de igual forma tengo que irme -exclamo. Nos vemos luego.

   Luego que regresé a mi casa de nuevo, solo pensaba en ella. No puedo decir que fue amor a primera vista, pero sí una atracción muy fuerte.

   30 minutos después mi hermano llega y dice:

«Alina quiere hablar contigo, dice que quiere decirte algo»

Un Amor Tóxico y ArriesgadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora