Mensajes de texto.

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   Que mi hermano me haya dicho eso me tomó de sorpresa, pues, pensaba que después de habernos conocido todo iba a seguir igual, y quizás, nunca más íbamos a volver a hablar.

   Luego de eso recibo un mensaje de texto y para mayor sorpresa ¡era de Alina! Le quitó mi número telefónico a mi hermano. No pude ocultar mi felicidad, pero pensé que si por solo un mensaje me puse de esa forma no quería ni imaginar como me pondría al verla de nuevo.

   «¿Por qué me está sucediendo esto?» pensé. Es decir, nunca había estado tan interesado en alguien, llega ella y cambia todo. ¿Será que esta atracción se convertirá en amor? ¿seré correspondido? Eso esta por verse.

   Decido ver el mensaje y no esperaba más de ella, era un mensaje que no transmitía alguna emoción o alguna señal que mostrase que le llamo su atención.

«Hola»

«Hola» -le respondo de manera precavida para no parecer tan intenso.

«Me gustó haberte conocido» -me envía insertando una "carita feliz".

«A mí también»

«Espero verte pronto, quizás mañana»

«Esta bien» -respondo.

*Fin de la conversación*

   De alguna u otra forma  sabía que esa conversación no iba a durar tanto. Ella me tiene muy confundido, hay momentos en los que le veo interés en mí y hay otros en los que le doy igual. ¿Qué espera o quiere de mí? Tal vez exagero un poco y solo quiere mi amistad, necesito controlarme un poco.

   Pasa la noche y llega el otro día y a lo que despierto me encuentro con otro mensaje de ella y no dudo en responderle al instante.

«¿Nos veremos hoy?»

«Si tú quieres, pues está bien» -le respondo conteniéndome para no escribir estupideces.

«Por algo te digo, dah»

   ¿Le costará ser un poco más amable? Ash. Respiro profundo y sigo escribiendo.

«Ok, ¿dónde nos veremos?»

«Ven a mi casa»

«Allá estaré» -termino enviando.

   No sé si hice lo correcto, siento que me veo vulnerable ante ella, pero es lo que quería hacer.

   No tardé en arreglarme; me puse mi mejor ropa y rocié en mi cuerpo el perfume más fuerte que tenía. En ese instante mi corazón latía fuerte, el tiempo pasaba más lento y mis nervios se hacían notar; aún sigo sin entender el porqué ella me pone de esa forma.

   Luego llegó el momento. Salí directo a su casa y nada más pensaba en que la volvería a ver.

  

Un Amor Tóxico y ArriesgadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora