᠂࣭. ⃝༘⃕🥩↳Nomes

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Seven, como el mismo se había apodado, iba corriendo de la manera mas discreta posible, corría, se escondía, miraba atras, caminaba un rato en círculos, salía corriendo, y repetía, no podía tomar NI UN SOLO RIESGO, el mas pequeño error podía terminar en una gran fatalidad y justo hace unos instantes acababa de chocar con la mayor fatalidad de todo el mundo (La Escuela) no era una de esas maestras aterradores, ni un fastidioso Bully desalmado, no...

Era Six
Aquélla niña problemática, antipática, aterradora, bravucona, desastrosa, rebelde, ajena, descorazonada y así podría seguir Seven todo el día, diciendo desde el fondo de su corazón el Monstruo que le parecía Six, pero había algo que en especial le molestaba de su comportamiento, era despiadada con las personas ajenas a ella, e insignificantes a su juicio, así que... Por que era tan frívola con la única persona dispuesta a quererla?
Como podía despreciar, abandonar, aprovecharse y mucho mas a ese ser puro, lleno de bondad y luz llamado Mono?
Y por que rayos el seguía a su lado aun sabiendo perfectamente la clase de persona traicionera y manipuladora que era Six?
Los Bullys le decían Simp
Las niñas inventaban historias de amor
Los niños lo veían como un perrito alegre y ciego
El lo veía como alguien demasiado inocente, o tal vez era perfectamente conciente y estaba siendo terco
Fuera lo que fuera, Seven no podía llegar a entender la convivencia de esos dos, pero a final de cuentas, no era su asunto.

De cualquier forma, si Six le estaba siguiendo, el no iba a poder notarla y eso lo aterraba, quien sabe que haría si descubría a donde se dirigía con tanto sigilo, Seven empezó a considerar opciones, podría ir a la biblioteca para despistar y luego seguir su camino, pero no podía seguir posponiendo su camino, por lo que decidió confiar en su velocidad, Seven se había vuelto rápido y ágil por todas las ocasiones en las que había tenido que escapar de los Bullys, tal vez también se debiera a lo delgado que era, Seven respiró hondo, sostuvo el aire fresco por la venida del otoño en sus pulmones, preparo sus piernas y empezó a corrrer lo mas rápido que sus piernas podían, corrio en círculos, creando obstáculos, perdiéndose tras cobertizos y árboles, mientras que el aire chocaba con su cara, moviendo su flequillo un tanto largo, pegando su suéter color azul marino oscuro a su piel, llevando la corbata del uniforme colgando y agitándose frenéticamente por el movimiento físico y de la leve brisa, que al correr, se sentía como un torrente directo para el pequeño Seven.
Un rato después, escondido tras uno de los cobertizos se aseguró una última vez que no le estuvieran siguiendo, una vez que estaba completamente seguro, emprendió el verdadero camino, alejándose cada vez mas y mas de el edificio principal de la escuela, de los dormitorios y de todos aquellos desechos en el patio trasero, acercándose cada vez mas al infinitamente largo muro de mamol blanco que maracaba el límite de la escuela, del cual nunca nadie había pasado y nadie planeaba hacerlo, no tenían porqué, no tenían la más mínima idea de que les aguardaria afuera, y en aquel lugar tenian todo lo que pusieran nesecitar o desear, por que habrían de prender una estupida aventurilla que los pondría en riesgo fuera de su zona.
Y Seven tampoco estaba planeando salir, el había descubierto algo más interesante allí dentro que cualquier cosa que el mundo exterior pudiera mostrarle, era su mayor tesoro, pero también su mayor miedo y debilidad, Seven llego a aquel pequeño cuartito oculto engre ramas, con la madera empolvada y carcomida, con un candado tan oxidado que ya nisiquiera funcionaba, solo hizo falta que Seven lo hiciera a un lado, dejandolo perdido en el alto césped, se planto frente a la puerta y tocó suave pero firmemente siete veces
"Toc Tot Toc Toc Toc Toc Toc"
Espero unos momentos y entonces abrió la puerta, la cual rechino tan agudo como de costumbre, el niño entro pisando cuidadoso, una tabla equivocada haría un gran ruido, a "ellos" no les gustaba mucho el ruido, por eso Seven había memorizado cuidadoso donde era y donde no seguro pisar, no tardo mas de tres sigilosos pasos en llegar al centro, quedando de frente a las cajas de madera vieja llenas de objetos polvorientos, oxidados o descompuestos, ocultando una repisa tan grande como el cuartito, igual de repleto y sucio que el resto de las cosas en el lugar.
-Hey
Susurró el niño sentándose de cuclillas
-Tranquilos, soy yo
No hubo respuesta, tal vez el rechinido de la puerta los había asustado, o alguien había llegado antes que el, deseaba desde lo mas profundo que fuera lo primero, Seven suspiro, solo quedaba una opción, no era su favorita
- I- i am, am you little butterfly~
Unos pequeñísimos seres de tonos blancos con pequeñas manchas grises, con un gran cono como cabeza y un pequeño cuerpo regordete para sostenerla, se acercaron rápidos y confiados al niño, al cual le tenían un gran cariño, le rodearon mientras hacían ruiditos agudos y chistosos, estaban cantando, "Green Blue and Black"
-"Do the colors in the Sky"
Cantarón a coro la última parte.
Era el código secreto para identificarse, todo lo que Seven acababa de hacer era parte del proceso de seguridad, los pequeños seres no podían dejar que les vieran, los adultos no les tenían el mismo cariño que Seven a ellos, eso lo aprendió a las malas...

Little Nigthmares School AU [Midori]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora