Necesito que se haga realidad, tenía su piel pegada a la mía, sentía sus pechos rozar con mi pectoral y su voz gimiendo en mi oído, hacía que se me pusieras los pelos de punta solo de volver acordarme de ese sueño...
Llegué a casa cuando descubrí que alguien entró antes que yo, pero era el único que tenía llave, la puerta del pasillo estaba abierta y al llegar a las escaleras encontré ropa tirada, pero no era mía y encima era de mujer, además yo vivo solo. Al llegar arriba descubrí que la luz del baño estaba encendida e iluminava toda mi habitación y un rastro de unos pies mojados se encontraban por el suelo que se dirigían hacía mi cama, se veía una figura que me comenzó a gustar y que se encontraba de espaldas a la puerta, me fui acercando despacio para no alertar la y al verle el rostro,... Era ella, esa chica desde la que ya llevo enamorado un par de años y a la que jamás he sido capaz de decirle nada y para colmo es mi vecina, la veo todos los días al salir de casa para trabajar y siempre que va a sacar sus mascotas.
Me tiene loco.
Su cuerpo mojado estaba completamente desnudo pero marcado por las sábanas finas y húmedas, hasta tal punto que se transparentaba su hermosa figura. Me quité la ropa y me tumbé a su lado, abrazándola por la espalda, cerré los ojos un segundo y cuando los volví abrir estaba encima mía besándome el cuello, su cuerpo rozando con el mío, bajaba por mi pecho dandome besos hasta llegar a mí miembro que lo tenía cogido con la mano que subía y bajaba, despacio, con suavidad.
Su mirada picarona y juguetona me ponía más y sentía que cada vez la tenía más dura, quería que comenzara ya a chuparla, pero empezó a jugar con la lengua lamiendo la punta, a continuación y por fin, se mete la polla en la boca, bajaba y subía, me miraba y sonreía. De repente paró y la colocó entre sus voluminosos y hermosos pechos, que sujetaba con ambas manos para que éste no sé escapara. Se movía de tal forma que me daban ganas de correrme y que le cayera todo en la cara pero decidí aguantar, porque yo necesitaba seguir con esa irrealidad, con esa gran fantasía, aquello que jamás pensé que ocurriría.
Cada vez sentía más calor, más intensidad, la hago parar, la tumbo en la cama y ella misma se pone a cuatro patas, le cojo del pelo. Al introducirle mi polla se le escapa un gemido que lo escucharían hasta los vecinos y eso me pone más, escucharla sin importar quien la oiga, me movía con fuerza pero despacio, tirando de su pelo, sentía como su coño se humedecía cada vez más y cómo se iba calentando. Ella gemía sin miramiento a la vez que decía que no parase, agarraba con fuerza las sábanas y sin darme cuenta aparece un espejo delante nuestra en el cual consigo verle la cara de gusto que tiene, los ojos casi en blanco, y sus pechos balanceándose de alante hacia atrás.
Me abrazo a ella para cogerle los senos, le pellizco los pezones y les doy vueltas, le masajeo primero un pecho y a continuación el otro. Paro y le pedido que se tumbe en la cama boca arriba, y con el cinturón que me había quitado antes, le ato las manos, y se las pongo por encima de la cabeza, comienzo a besarla en los labios bajando por su cuello, su cuerpo se estremecía, me entretengo un poco en sus pezones pero continuo por su abdomen, pero justo al llegar a su ombligo comienzo a escuchar un pitido, no puede ser, es la alarma.
Despierto de mi sueño tan placentero que de pensar que no era real me daban ganas de gritar de la impotencia, pero eran las 6 de la mañana, y mi miembro estaba más despierto que yo mismo, así que me tuve que ir al baño hacerme una paja y desahogarme. Ojalá se hiciese realidad.
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Eróticos Relatos
RomanceEn este libro habrá pequeños relatos en los cuales hasta yo me pongo cachonda cuando los estoy escribiendo o me pongo peor de lo que ya estaba. Si no te lo crees ¿Porque no lo compruebas tú misma/o? 😏 Para mayores de 18