Furia

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Le pido a Roberto que le indique cuál es mi sala de reuniones personales y que le diga que me espere. Él asiente y sale.
Yo solo respiro fuerte trato de ponerme en pie pero no puedo, me quedo mirando a un solo punto, no sé qué me pasa, ya me he reunido con la doctora antes, pero nunca me había pasado algo así, me pasan muchas cosas por mi cabeza, mi hermana, mis fallecidos y amados padres y abuelos, los recuerdos buenos y malos, mi Johan, la vista se me empieza a nublar, de verdad empiezo a orar, Dios de verdad ayúdame, no sé qué me pasa, y es cuando logro ver la botella de agua sobre la mesa y a como puedo la agarro y empiezo a ver y es por fin donde todo empieza a bajar cuando de pronto aparece de nuevo Roberto -señor, disculpe, pero la Dra. Magnolli lleva 20 minutos esperándolo, desea que posponga la reunión o ..? - lo interrumpo -digale qué ya voy, me llegó una llamada urgente, pero ya estoy listo- digo eso mientras a como puedo me pongo de pie para que no note nada extraño. Él asiente y nuevamente se retira.

A como puedo doy unos pocos pasos hasta la sala de reuniones de mi oficina; saludo a la doctora y ella amablemente me saluda poniéndose de pie - buenas tardes Don Palumbo, sé que es un hombre muy ocupado, pero lo que tengo que decirle es algo muy importante - yo asiento mientras me sale una sonrisa algo torcida - no se preocupe, siéntese - por favor siéntese, que el que necesita sentarse soy yo.

La Dra Magnolli, Sofía, es una de las mejores investigadoras privadas de toda Europa, super reconocida por solucionar de los casos más extensos, importantes y aquellos que se encontraban cerrados, además también era una investigadoras privadas responsable de salvaguardar al gobierno, además era mi mejor amiga, sin embrago, eso no era impedimento para tratarnos con respeto y meramente profesional - mirá, después de una ardua investigación, porque como te había comentado, este caso no fue nada sencillo, además de los tanto años transcurridos, logramos dar con el responsable de la tentativa de omicidio contra su difunto padre, Emmanuel Palumbo - mis síntomas se vuelven peor, sentado desde mi lujoso sofá, siento como desde mi último centímetro de mi dedo pequeño del pie hasta la punta de mi más largo cabello rojizo desaparece, mis brazos caen sobre el sofá, mi garganta se seca cada vez más, a ella solo la veo como una sombra y escucho su voz darme vueltas en la cabeza - Galileo, por favor, está información sé que es difícil, me indica si igual desea conocerlo ahora o mejor lo dejamos para que hable con su familia más cercana y lo hablamos todos? Es decir, sé que el contrato es con usted pero esto no es fácil de digerir - a como puedo asiento y digo - adelante - eso me sale más como un lamento, más como un soplido - de acuerdo - dice ella - Quien envió a los sicarios de aquel día en una motocicleta a matar a tu padre Emmanuel, fue Enrique Palumbo, tu tío - esto fue peor, solo me concentro en esa frase "tu tío" eso resuena por toda mi cabeza, mi pecho, bajaba hasta mis piernas y se devolvía. (Tu tío) Ahora sí lo poco que me quedaba en pie cae, mi cabeza se cae hacia atrás, mi botella de agua que traía cae al piso, (tu tío) yo me resbalo por el sofá y es cuando Sofía corre hacia mi diciendo ni qué cuántas cosas yo solo la escucho a lo lejos, (tu tío), empiezo a llorar, a llorar desconsoladamente, los lamentos de dolor es lo único que logra salir de mi boca, (tu tío) se sentía el dolor en cada uno de mis gritos.
Sofía corre rápido a llamar a Roberto, los dos intentan consolarme, pero nada se puede hacer.
El dolor es intenso, demasiado intenso, como nunca antes, más aún que ver a mi padre morir, porque ahora sé quién lo mató, él pudo durar muchos años más junto a nosotros, ya por si solo estaba mal con su cáncer. Maldito, mil veces maldito Enrique, él sabía del cáncer de mi papá, sabía que con eso lo mataría, él estuvo hasta en el funeral! Todos estos años ha estado en nuestras fiestas de cumpleaños, en reuniones familiares, me repugna, el dolor se mezcla con el odio dando como resultado la furia, un asco hacia su ser, una furia inmensa, como nadie nunca en la tierra ha sentido por alguien, esa es la furia que tengo hacía ese maldito ser, un ser que ni humano es, un bicho extraño, repugnante, asqueroso.

- ¡aaaaagggrrr! - sale de mi un intenso y fuerte grito que me da ese impulso de energía, levantando mi cabeza, mis brazos y acabando con escupir un gargajo de saliva, mientras me limpio las lágrimas, sacando de mi el último poco de aprecio que tenía hacia tan maldito bicho - yo te dije que mejor recibir la noticia entre todos, pero ya aquí estamos para ayudarte, yo y mi equipo nos encargaremos del juicio - es un puto anciano, juicio? Juicio de qué? Eso no me darán los días que me robó a mi papá, que ese viejo hijueputa se vaya al infierno, es lo único que deseo -tranquilos ya estoy bien, era solo... Que me encontraba algo mareado desde la mañana - esto me sale un poquito más audible - les agradecería que me dejen solo. Sofía habla con Roberto sobre el pago... - trago lo poco de saliva que tengo - Muchas gracias, nos hablamos - como mi mejor amiga lo duda un poco, pero entiende que quiero estar solo - igual recuerda que aquí me tienes - solo asiento mientras ella me da un pequeño abrazo y sale junto con Roberto.

- Maldito. Maldito. Maldito... - digo una y mil veces en voz baja solo para mí, la furia crece con cada segundo que pasa, estoy seguro que en mis ojos se puede ver; estoy seguro que si estuviese el mismísimo diablo frente a mí tendría miedo de mi expresión, de mis ojos.

Todo el camino a casa fui solo pensando en eso, maldiciéndolo cada segundo, a como puedo saludo a los habitantes de Nuels. Decido no contarle a nadie de eso, total nadie sabe de la investigación, así que tampoco les hace falta pasar lo que yo pasé.

Cada noche no logro conciliar el sueño, cuando lo logro, me despierto porque aparece ese maldito en mis pesadillas, una y otra vez; la vez que íbamos saliendo de uno de los días más felices de mi vida, saliendo de la presentación de teatro, aquellos malnacidos que apuntaron directo hacia mi papá, decididos a hacer algo, acabar con la poca vida que le quedaba a mi papá.
Ya Johan estaba algo cansado de verme despertar así, me preguntaba que qué pasaba pero mi respuesta siempre era " estoy bien". Mi hermana también me ha dicho que me ve algo raro y que me conoce, pero creo que la madurez de ambos ya solo quedamos hasta ahí, ella no insiste.

Cada uno de mis días funciono en automático, en la oficina se nota, además ese día de la noticia estoy seguro que al menos 3 pisos del edificio tuvieron que haberlo escuchado.

La furia que llevo dentro nunca se acaba, por el contrario, crece y crece, invade casa milímetro de mi cuerpo, en cada partícula está el odio hacia ese asqueroso anciano. Pero no estoy preocupado, ese maldito tiene que pagar, ni sus abogados, ni sus guardaespaldas ni sus hijos, nadie, va a impedir que él pagué por lo que hizo, es lo último que debe hacer sobre esta tierra antes de que ese poco de mierda se lo coman los gusanos.

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Holaaa hermosos y hermosas, otro capitulito más, espero lo disfruten, quizá es un poco más corto que los demás pero es más intenso.
Recuerden, les doy mil millones de gracias!!

~maikjjf

Más que un negocio - LGBTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora