Despierto. Reconozco el lugar de inmediato, es una celda, gris, muy gris. Estoy tirado en el suelo, me levanto a como puedo y me dirijo a la puerta. Desde la puerta de metal puedo ver a través de unos pequeños barrotes en una pequeña abertura, veo que hay una mesa y una silla y su típica lámpara algo cerca de la puerta, además de 4 oficiales repartidos por aquel oscuro lugar.
Mierda y más mierda, no sé en qué momento hice eso, me tomo la cabeza y las paso a mi cara mientras suspiro. ¿Qué va a ser de mí? ¿Dónde está mi hermana?Escucho unos tacones bajar unos escalones y luego caminar por un pasillo hasta que se escuchan realmente cercanos, uno de los oficiales golpea la puerta de mi celda, rápido me asomo, hay una mujer sentada en esa mesa - ¿Sofía? Por favor ayúdam...- me interrumpe - no estoy aquí solo por vos - me extraño - ¿Galileo tenés una idea de lo qué hiciste? ¡te cagaste en todo! - esto lo hace gritado mientras golpea la mesa - jamás, en serio, jamás pensé qué podrías hacer algo así. Sos exactamente igual que tú tío - eso me dolió, fue un golpe muy bajo. Puta sí, me convertí en él, soy él, maté a alguien - Galileo, sabes cuanto te quiero, cuanto te amo, sos mi mejor amigo, pero esto ya sobrepasó todo límite - el silencio se propaga por la sala durante unos minutos - ¡Galileo te cagaste en todo! ¿Sí recuerdas cuál es mi puesto en el gobierno? Debo velar por la seguridad de ellos y vos te cagaste en todo - mierda y más mierda, en serio a este punto solo empiezo a llorar, llorar desconsoladamente, Dios perdoname en serio, perdoname, solo quiero morirme, a como sea, es mejor que esta tortura - Galileo por favor no llores, me vas a hacer llorar a mi - lo dice a punto del llanto - te cagaste en todo, no te puedo decir nada más, afuera los medios de comunicación nos destrozan, a vos y a mi, tu tío era de los más queridos por el pueblo Italiano, por los empresarios y por los putos malditos narcotraficantes, y ahora todos cuestionan mi trabajo y vos mismo sabés lo duro que he trabajado por mi puesto! ¡No es justo! - yo solo lloro, Dios que es este dolor, es casi igual que cuando perdí a mis papás, a mis abuelos.
Ella exhala profundo para bajar las ganas de llorar - ahora todos te consideran una abominación, estoy segura que el 90% de los Italianos te odian, y no solo a vos, a tu familia también - respira nuevamente y vuelve a tomar una postura más recatada - y de que sos culpable nadie te lo quita. Yo estoy aquí por parte del Estado Italiano, por parte de defensa de tu tío, pero voy a mover unos contactos por vos, a ver qué puedo lograr, aún así después de esto te sigo queriendo, eso no cambia, pero sí estoy decepcionada de vos, te tomaba por alguien diferente - empieza a recoger sus hojas y se pone de pie - no no, espera, por favor, no sé en qué pensaba..- Sofía se aleja nuevamente y Galileo solo se pone a llorar mientras cae resbalando por la puerta.
"En qué estaba pensando?" Era lo único que corría en mi cabeza, era un monstruo, tiene razón Sofía, me convertí en el maldito de mi tío, soy él.
Mis lágrimas no dejan de salir y salir, cuando escucho de nuevo unos pasos, estos los reconozco, Lucrecia!Me pongo de de pie rápidamente para toparme con Lucrecia a unos metros de mí, devastada llorando, espera, ¿Lucrecia estaba llorando?, eso me partió más y solo lo que hice fue llorar más aún, de mi salían gritos y gemidos desgarradores - sabés cuanto te amo, Galileo, me escuchas, te amo - hace una pausa - jamás imaginé que pudieses hacer algo así... Pero bueno, sabés cuanto te amo y no estás solo, nunca en la vida te voy a dejar solo, nunca - me lanza un beso, al parecer no se pueden acercar a mi celda, estoy siendo tratado como una mierda.
Yo solo le tiro otro beso, no puedo dejar de llorar, de verdad no puedo.para Galileo las horas pasan como si fuesen años, sí apenas le han llevado un plato de frijoles secos, mas no probó ni un solo bocado.
Galileo solo está esperando a que pasen las horas hasta que venga su juicio, no le queda más, eso lo destroza más, su conciencia lo carcome poco a poco.
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Más que un negocio - LGBT
Teen FictionEsta es la continuación de una novela llamada "El precio del negocio - Gay" Lucrezia y Galileo Palumbo Moretti, pertenecientes a la familia más adinerada de toda Italia y hasta de toda Europa. Como hermanos gemelos experimentan vidas muy similares...