No nos dejaron quedarnos, Galileo y yo nos fuimos con mis abuelos para la mansión. No he podido dormir, así que me levanto y cruzo al cuarto de mi hermano, cuando abro lo veo sentado en su cama, tampoco puede dormir - no quiero que papá muera - es lo que me dice cuando me acerco - yo tampoco lo quiero, pero recuerda lo que nos dijo la psicóloga, la muerte nos llega a todos en un momento, no queda más que aceptarlo, él ha dado todo por nosotros, tenemos que recordarlo como el gran papá alegre que era - él solo asiente, no sé cómo salió eso de mi, de verdad tampoco me hago de la idea de perder a uno de mis papás, así que nos abrazamos y empezamos a llorar y de tanto llorar caímos a la cama y terminamos quedándonos dormidos.
Al otro día nos levanta abuelo Matteo - bueno niños, arriba, sé que no es lo mejor para despertar, pero bueno su padre Emanuel, ya no va estar más con nosotros, sé que es duro, pero recuerden a todos nos llega el momento, él se nos adelantó, nada más - ya no aguanto más y lloro, Galileo también, él soltaba llantos desgarradores, Galileo es más sentimental que yo, que eso no quiere decir que no me duela la partida de mi papá, pero él toda su vida la maneja por sus sentimientos.
Nos levantamos, nos vestimos, no puedo aguantar mi dolor, recuerdo cada una de las cosas vividas, cuando íbamos a Disney World, las veces que fuimos a Suiza, o a China también, también a Egipto, Catar y como olvidar el bello hotel de Dubai, el Burj Al Arab. Recuerdo la vez que conocimos en castillo de la boda de mis papás, era magnífico, magestuoso.
Le avisamos a amigos y compañeros de los cursos que llevábamos, ellos mostraron su dolor y cercanía. Las empresas se dieron en paro y trabajadores asistieron al cementerio.
Fue tan duro cuando lo vimos por última vez, antes de que lo metieran en la bóveda. Mi hermano era quien más lloraba, no era que yo no lo quería pero soy más analista y reconozco que con llorar no lo puedo regresar, pero mi hermano es mucho más sentimental.
Mi padre le dio el último adiós, le dijo unas palabras susurradas y metió una foto de la boda de ellos dentro de la bóveda, mi padre Miguel ya ni lágrimas le salen, ha llorado muchísimo.
El día pasa, primos, tíos de las dos partes llegaron y se quedaron más tiempo en la mansión con nosotros. Mi tío Enrique también está, el nos abrazaba y nos daba sus condolencias, no era el tío que más adoraba ni el más cercano, ya que nunca sentí algo que me ligara a él pero agradecía todo afecto que me dieran ahorita.
Mi tío fue el primero en irse, otros tíos y primos se quedaron en la mansión hasta la noche. Mi novio también estuvo, Leonardo, claro mis papás, bueno mi papá, no saben que es mi novio, pienso decírselo pronto.Llegó la hora de ir a dormir y mi hermano no aparecía, mi padre ahora estaba muy preocupado, pero yo recordé aquella pequeña casa.
Le dije a papá Miguel que ya llegábamos.
Era luna llena y todo se veía muy claro, pero de igual manera me llevé una linterna.
Llego a esa casita y cuando entro veo a Galileo llorando en uno de nuestros almohadones, ya que la casa la habíamos arreglado y decorado juntos, me acerco, lo abrazo y entre llantos dice - juro que voy a vengarme, mi papá estaría todavía entre nosotros si no fuera por ese maldito disparo - yo solo lo vi, empecé a llorar y lo abracé.Pasaron unas horas y le pido regresar, él accede.
Entramos a la mansión y está Miguel esperándonos, nos abraza y nos da un beso, sibimos a las habitaciones y nos despedimos de nuestro padre.
Del cansancio del día, caigo dormida.Sé qué mi hermana sí se durmió porque hace unos minutos la fui a ver y no respondió a mi llamado.
Yo decidí regresar a mi habitación, me voy a la terraza de mi habitación, veo la luna llena y entre llanto vuelvo a prometer que me voy a vengar, tanto dolor en mi corazón tiene que ser curado y eso solo puede ser al vengarme del maldito que le mandó a disparar a mi papá. Lo grito a todo pulmón - voy a vengar tu muerte papá!... Te amo muchísimo.. - eso último lo digo ya entre más llanto y me apoyo a la baranda y me deslizo por ella hasta que caigo al piso dormido del cansancio y de tanto llorar.
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Más que un negocio - LGBT
Teen FictionEsta es la continuación de una novela llamada "El precio del negocio - Gay" Lucrezia y Galileo Palumbo Moretti, pertenecientes a la familia más adinerada de toda Italia y hasta de toda Europa. Como hermanos gemelos experimentan vidas muy similares...