Loco

109 8 0
                                    

Rápidamente respondo - Galileo Palumbo - aún no veo de dónde viene esa voz hasta que escucho una pequeña risa y desde mi costado izquierdo se acerca alguien y me dice - oh vamos, solo te estoy asustando jaja crees que no te vi hace más de 30 metros? Crees que soy nuevo por aquí? - volteo a ver y quedó frente a frente a un chico de uno 35, moreno, de ojos color miel, de enormes pestañas, y labios gruesos y hasta más alto que yo, y bueno, sobre su camisa ajustada se resaltaban unos enormes músculos, por lo pronto se aparta y dice - jaja sí tan solo pudieras ver tu cara - aún no entiendo ni quién es él ni qué es está broma - jaja soy Alessandro Magnolli, claro pero aquí como no importan los apellidos, qué más da - Magnolli? Ese apellido me suena conocido, pero ahora por el bruto susto no recuerdo nada - ven vamos adentro, no creerás que no escuché el helicóptero, sabía que alguien venía - dice esto mientras camina por delante de mí.
Empiezo a relajarme más mientras vamos rumbo a la entrada y le digo soltando una enorme soplo - estúpido, casi muero de solo el susto - a lo que pronto me contesta riéndose - a poco no recibes una bienvenida así todos los días? Ya relájate - yo trato de ir relajandome cada vez más y le digo - pero si no estoy acostumbrado a nada de esto, soy hijo de unos enormes empresarios, teníamos constructoras, acciones, tenía hasta un solo pueblo fundado por mis padres en una de nuestras enormes fincas - él toma cada vez más una posición más seria - yo también, mi papá era uno más de los malditos políticos y empresarios, mi madre una maldita hija de traficantes de arte, y tengo 2 hermanas más... Esto es algo que no me gusta hablarlo - dice esto ya estando dentro de la cabaña - así se maneja aquí, ese fuego que está en ese faro la idea es alimentarlo constantemente para no tener que estar usando los cerillos, hay una única habitación, así que nos turnaremos de noche por medio la cama, el otro dormirá afuera con la fogata y mi arma, la idea es ahorrar las balas, si ves que puedes esconderte o entrar, es lo mejor, por las mañanas hay que traer agua del río y bañarse a la orilla o bien meterse por completo, yo prefiero meterme por completo, el agua es un poco fría así que es mejor consumirse para no pasar frío, y también traer un poco de agua para hervirla, ahora somos dos por lo que tendremos que buscar más comida y más leña, luego te enseño como hacer flechas, en la huerta hay olores en general y para dar del cuerpo, está este baño que por debajo tiene unas bolsas que he hecho con hojas para recogerlo y abonar la huerta, después de intercambiarla, se lava la sucia en el río y se vuelve a poner cerca para el siguiente cambio, preguntas? - solo intento captar todo lo mayor posible pero me rindo, ahí él me irá explicando - mmm sí, por qué estás aquí? - rápidamente se le va una chispa en los ojos - muy bien a dormir, uy se hace de noche, revisa tu bolso, fijo faltan cosas que no has visto - que extraño que no quiera hablar, total los dos somos del mismo programa supongo, pero procedo a revisar el bolso mientras lo veo que sale y se sienta por la fogata.

Ah cierto, tengo un arma pequeña, una calibre 22, con unas cuantas balas, una botella de agua, algo pequeña, hay bolsitas de semillas de cebolla, culantro, tomillo y lechuga, espera, y cobija? - hoy por ser tu primer día, vas a tomar la cama, ahí hay una cobija que puedes usar, la idea es que esa sea tu cobija - espera, eso no lo oí, nos turnaremos la cama? Solo hay una? Estoy muy distraído, no me imaginé vivir esto, jamás!

Él se retira nuevamente, y se queda afuera hasta a punto del atardecer, mientras yo me quedo adentro viendolo a él, tratando de imaginar por qué estará aquí? Hasta que el hambre me hace reaccionar y lo veo acercarse -hace hambre, vienes? - yo solo asiento y veo como de entre uno de los almacenes saca una tiras de carne seca, toma mi sartén, lleva su cuchillo y saca unas cuantas cebollas, toma el fuego sale, enciende la fogata y regresa el fuego, ahí es cuando voy yo atrás como su hermano pequeño.

Corta las cebollas en una piedra que se notaba que la tenía para eso, agrega un poco de manteca al sartén que ya está en el fuego, la misma que tiene en su botella que era para el agua, y pone la carne algo seca además agrega agua que tenía en una olla hecha de la carcasa de un coco, yo solo observo, por qué no me habla? Por qué no quiere contar lo que pasó?
Termina de hacer la comida y me da en una de las carcasas de coco que tenía, se sienta y es entonces que empiezo yo - por qué estás aquí? Qué fue lo que hiciste - el se detiene de comer me observa y veo como se enfada un poco - qué hice? Qué hice? Todo es por lo que hice? La culpa es mía? Qué acaso soy loco? - wuo wuo wuo aquí es donde me asusto de nuevo - no no es nada que yo haya hecho, tal vez solo el hecho de existir me tiene aquí... Y si tanto te interesa saber, vos qué hiciste? - yo solo bajo la cabeza - sos víctima también?, malditos TODOS! - esto último lo dice gritado mientras golpe el tronco en el que está sentado frente a mi; víctima? De qué? - víctima? De qué?... - hago una pausa - no no soy la víctima... Me convertí en lo que más odié... - espera, le voy a contar cosas de mi cuando no sé nada de él! - pero da igual - a lo que rápido contesta - ves que no es fácil decirlo?! - yo solo acabo la cena y empiezo a bajar la cabeza y hay un silencio rotundo.

Más que un negocio - LGBTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora