I WILL WAIT || Kenma Kozume ||

18

Todo había pasado tan rápido que aún le costaba asimilarlo, cada vez estaba más destrozada y aún así mantenía una sonrisa mientras observaba a los dos chicos profundizar aquel beso.

Ayudó al chico de raíces oscuras a construir su felicidad y como consecuencia de esto extinguió la suya.

Olvidó un criterio que la mantendría a salvo de todo esto y ahora está condenada a sufrir el dolor de sus erorres.

La vida le jugó una de las peores bromas, conocer a la persona indicada en el momento equivocado.

Tal vez si hubiera conocido a Kenma antes de que él despertara sus sentimientos por Kuroo ellos estarían juntos, tal vez si hubiera conocido a Kenma estando en una relación junto al pelinegro había logrado evitar enamorarse del chico.

O tal vez si solo nunca lo hubiera conocido, si hubiera sido más fiel a si misma y no hubiera jugado esa otra partida la historia fuera completamente diferente, ese agonizante dolor no la estuviera carcomiendo por dentro y su mente fuera capaz de solo concentrarse en ella.

Fuera capaz de llevar a aquella vida que llevaba antes, que su máxima preocupación fueran sus estudios y llevar puros diez a casa, que su máximo placer fueran los videojuegos y no sus alucinaciones de una vida junto a Kenma.

Desde que conoció a Kenma su dolor solo se resumía en cuatro palabras: Él no la amaba.

¿De qué le sirve ser un ave? Si desde hace tiempo sus alas ya están rotas.

No lograba parar de regañarse mentalmente, con tanto cielo para volar y ella enamorándose de una jaula.

Por un fugaz momento recordó aquello que le dijo la anciana en aquella primera conversación: ¿Cómo podemos culpar al viento de aquel desorden en la habitación si nosotros fuimos quienes dejamos la ventana abierta?

Aunque en ese momento no entendía aquello ahora si lo hacía, ¿Por qué culpaba a Kenma de su dolor? ¿Por qué odiaba a Kuroo? O simplemente ¿Por qué se enojaba con el chico por sentimientos que ella se había creado?

Aquellos dos chicos no tenían culpa de nada, ella sola fue quien se creó esos consumidores sentimientos.

Ella fue quien creó es obsesiva fantasía donde algún día Kenma olvidaría sus sentimientos hacía Kuroo y le correspondería.

Ella fue quien al notar que Kenma nunca dejaría de sentir algo por Kuroo empezó a soñar con ser aquel chico pelinegro, soñar con ser alguien más para tener el amor de otra persona, algo enfermizo en realidad.

Ella fue quien tomó aquella desición, una dolorosa, hermosa y necesaria desición.

Ella fue quien se enamoró de Kenma así que ese error solo es de ella.