006

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Había pasado ya un mes desde que Lisa y Chaeyoung se encontraban saliendo a "citas". En todo ese rato Lisa aún no le decía la verdad sobre ella. Tenía miedo de lo que pudiera pensar Chaeyoung, realmente comenzaba su cariño por ella, y de Chaeyoung ni se diga.

—¡Un mes, Lalisa! No me has dejado tocarte por un mes, ¿qué mierda te ocurre? —la tailandesa se hacía pequeña en esa silla. Jennie era tan intimidante.

—¿Puedes bajar la voz? —balbuceo ella con la cabeza baja. Los comensales de las otras mesas las miraban raro.

—¡No! Que todos aquí se enteren de que no le cumples a tu pareja.

Lisa se hartó. Se levantó de la silla y salió de ahí, siendo perseguida por la mayor.

—¡Lalisa! —comenzaba a gritar histérica.

—Cállate. Me tienes hasta el cansancio.

Jennie rió con ironía.

—Tú eres la que me tiene cansada. Vengo del trabajo a querer pasar un buen rato contigo y mas no quieres tener intimidad conmigo, Lalisa, soy tu pareja —afirmó mientras se señalaba con cinismo.

—Que descarada eres. Ni siquiera sé qué soy para tí —lágrimas amenazaban con salir. Lisa quería desaparecer en ese mismo instante, necesitaba a Chaeyoung.

—Eres... —la mayor soltó un suspiro y golpeó su frente.

Lisa revolvió su cabello con desesperación.

—Te lo dejó más sencillo, Kim. ¡Soy la otra mujer! La insignificante, la reemplazable —pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos, antes de que cayeran, las limpió de inmediato.

—Espera, déjame hablar.

—Me voy. Hasta pronto, Jennie Kim —Lisa dió media vuelta y comenzó a caminar.

Después de algunos minutos, había llegado al vecindario. Su rímel estaba un poco corrido, que agradecía haber llevado sus gafas oscuras. Antes de entrar a su casa, exhaló y suspiró de manera continúa.

Sabía que su casa sería el primer lugar donde Jennie la buscaría.

Comenzó a llorar de manera silenciosa, volteando a ver en dirección a casa de Chaeyoung y como las luces aún estaban encendidas, así que seguramente seguía despierta. Caminó con pereza hasta estar parada frente a la puerta. Alzó su mano y la cerró en un puño, dándole leves golpes a la puerta. Luego de algunos segundos, Chaeyoung abría la puerta.

—¿Lisa? ¡¿Lisa?! —exclamó al verla llorar. Con cuidado la tomó de los hombros y la llevó hasta adentro —... ¿Qué fué lo que pasó? —dejó la pequeña taza de café a un lado y se sentó frente suyo tratando de buscar su mirada.

—Yo... No sé cómo explicarlo —suspiró frustrada.

Chaeyoung comenzaba a saber por dónde iba esto. Dejó caer sus manos y la miró.

—Déjame adivinar, Lili —le mostró una dulce sonrisa—.¿Se trata acaso sobre la señora Jennie Kim?

Lisa alzó su mirada, dejando al fin ver a Chaeyoung lo vacía que estaba. La menor sentía pánico.

—¿C-cómo sabes?

—Es obvio, Lisa. Siempre la veo salir de tu casa en la madrugada, ¿qué pasó? —al fin declaró.

the other woman | chaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora