Alguien finalmente le atrae a ban

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Ban, en medio de su ducha trago en seco... Era increíble, finalmente alguien había hecho reaccionar a su yo interno que muy pocas veces le hablaba.

Pero ¿Quién de las 2?

-¿A quien? -cerró la llave del agua para escuchar mejor a aquella vos de su cabeza, cerrando los ojos.

-A esa hermosa mujer...

-Si no me das una descripción, no puedo saber quien es -Ban tenía una ligera idea pero debía asegurarse. Abrió los ojos y salio de la ducha viéndose al espejo.

-Ella es.. ella es la indicada para nosotros... -Por su mente sólo pasaron imágenes de Jericho, resaltabdo todo lo que le gustaba de ella.

-Pero ella es beta -Ban dio una pequeña sonrisa.- sabes lo que pasará si lo hacemos.

-Estoy consciente de ello. Ella es la mujer que quiero. Conquistemosla.

-Está bien, Si saliste a decirme todo esto es porque tienes razón, pero mañana. -Ban salió del baño, llegando a su habitación justo después se puso su ropa.- Asique ella es la indicada.

-Ella debe bailar con nosotros en el gran aullido.

-No seas tonto ella tiene trabajo ese día, además no puedo salir del gran aullido una ves que entre.

-Pero te gustaría bailar con ella ¿verdad?, te gustaría aullar con ella ¿no es así?. Solo imaginala, tan genial y brillante como es ella, bailando con nosotros esa noche tan especial, hasta el amanecer, y aullando juntos para darle vida al nuevo año y quizás nuevo romance -Ban cerró los ojos imaginando eso al acostarse en la cama y solo suspiró- ¿Te gusta esa visión verdad?

-Está bien... ¡Pero pon de tu parte y Calmate! ¡No puedo pensar si solo me pones imagines de ella y solo haces que me excite!

-Es lo único que puedo hacer cuando tengo el control que solo me das cuando tenemos el celo, es culpa tuya, además sólo soy una parte de tu mente y corazón, solo demuestro como te sientes

-Ay aja

Meliodas, que pasaba cerca de la habitación de ban y le escucho hablar solo, sólo rió y paso de largo preguntándose ¿Quién sería la afortunada?. Al día siguiente ban se levantó temprano, hizo la comida para todos los pecados y estaba visiblemente de buen humor después de, claro, tomar sus pastillas para controlar su celo.

Camino alegre por todo el sector centro de la manada, era como una ciudad pero prehistórica. La mujeres estaban contentas y probándose vestidos para el gran aullido, los chicos se apuraban en conquistar a las Omegas y todo el pueblo se arreglaba para la gran noche que seria pronto.

Un par de semanas mas y seria hora de la gran fiesta.

Ban buscaba sofocado entre tantos olores el olor avellana de la mujer beta, ese olor que desde el inicio le pareció curioso. ¿Donde estaría? No lograba sentir ese aroma que tango le gustaba, quizás porque habían Muchas personas ¿Ella estaría en el árbol de siempre?

Fue lo más rápido que pudo hacia el sitio, estaba emocionado. Ya en el sitio, vio a jericho parece que regañando a un alfa que intentaba irse del sitio.

Ban se puso serio al notar que él estaba en celo, estaba apunto de gruñirle a ese hombre de no ser porque vio como Jericho sacaba los colmillos haciendo que ese hombre metiera la cola entre las patas y se fuera. Ban sonrió orgulloso, ella era muy fuerte.

Jericho noto la presencia de ban.

-¿Eh? ¿Necesitas consejos con elaine o que? -Le miro Jericho confusa.

-No, no es nada de eso Perico. ¿Que has estado haciendo? ¿Algo interesante que contar? -La sonrisa tonta de ban extraño un poco a la beta de cabellos blancos pero igual le respondió.

-Trabajo y más trabajo. Hay algunos tontos que quieren salir de la manada para buscarle a cosas a su pareja, pero nisiquiera traen una petición para salir -Se quejó la beta viendo como ban le escuchaba tontamente, sin molestarle-... ¿Te sientes bien?

-No me puedo sentir mejor -Sonrió sacando de una pequeña mochila que había traído, algunas cosas- ¿Quieres descansar? Traje algunas cosas para que desayunes, se que nunca desayunas

-¿Cuando te lo dije?

-¿Ya se te olvido? -Rió ban conqueto- no sabia que podía gustarte, asique traje esto esperando lo mejor.

De aquel bolso saco una manta, en la cual puso 2 frascos. Uno con miel de maple y otro con miel de abeja. Entonces saco un pequeño porta-comidas de madera que solía llevarse de ves en cuando en sus citas con elaine, lo abrió dejando al descubierto lo repleto que estaba esta de panqueques y algunas ballas.

-¿Preparaste esto para mi? -Extrañada la beta se sentó a su lado, tenia hambre y esos panqueques se Brian deliciosos.

-Si, aprovecha, están recién hechos. -Ban puso 2 de los 4 panqueques en la tapa del porta comidas y se lo entrego a jericho- espero que te gusten -Sonrió ban viendo como la chica ponía la comida en sus piernas mientras tomaba la miel de maple.

-¿A que viene tanta amabilidad? Estas raro desde ayer -la beta vertió una pequeña cantidad de esta miel sobre los panqueques y tomó el tenedor y el cuchillo que hace poco ban le había entregado.

-Nada en especial, ¿Te gusta? -tanto el lobo de ban como el propio ban, estaba temeroso por saber si al la beta le había gustado si comida.

-¡Me encanta! -Expreso contenta cuando trago el primer bocado- cocinas muy bien, ¿Porque no comes? Está delicioso.

-Está bien -Dijo orgulloso de su comida, acercándose un poco a jericho mientras comían mirando el paisaje.

¡Increíble! Había avanzado las con ella que con elaine en toda una semana, ¡Ella estaba aceptando su cortejo!.
Después de comer, guardaron las cosas y jericho continuo con su patrullaje siendo acompañada por ban.

Ambos detenieron a las personas que querían salir pero siempre destruyendo y haciendo más divertido el trabajo de la beta, que pronto se acostumbro a la presencia del joven.

-¿Tienes algun día libre? -Pregunto ban.

-Si, pero sólo son 3 días al mes ¿Porque?

-Bueno, si tu quieres venir conmigo a ver un drama alguno de esos 3 días o solo necesitas amigos, puedes contar conmigo -Sonrió ban orgulloso rodeando a jericho en un medio abrazo y recargadose un poco en ella.

Sorprendentemente, estas acciones y Muchas otras palabras, salían de su corazón, y eso lo hacía más fácil para él.

-Supongo que solo un día, quiero descansar, no quiero arregarme para salir -Se quejó una poco la beta.

-No lo hagas -Jericho me miró con sorpresa- ahora estas sin maquillaje y me gusta como te ves, más bien, creo que no lo necesitas.

-... Recuerda que soy beta -Burló la peliblanca.

-Ser una mujer atractiva no tiene nada que ver con tu segundo género -Dijo lo que su yo lobo pensaba al igual que él.

-... Eres un alfa muy raro -Jericho se sintió especial por una ves en mucho tiempo, porque esta era una de esas raras ocasiones, en las que estar a un lado de alguien no tenia que ver con su género.

Eso le hacía feliz.

🔹
Continúa

¿Un Alfa y un Beta? 🔷Ridículo, eso saldrá mal...🔷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora