c a p i t u l o 4 (t-2)

514 65 13
                                    

Al pasar los meses los encuentros no hicieron más que aumentar.
increíblemente Aiko no quedaba embarazada y es que este Leo no tenía el mismo dulce aroma de fertilidad que el suyo.
Además su celo aún estaba lejos de llegar, ni si quiera había tenido el periodo aún, lo cuál era raro, definitivamente extraño.

Cómo sea, disfrutaba las misiones con los chicos, corriendo y saltando, acabando con los malos, su técnica de combate era más acertiva y rápida.

Todo sería fantástico, solo había un problema, y ese era Leo. Sus encuentros eran divertidos, experimentaban juntos de distintas formas, pero él simplemente se comportaba distinto con April.

En su mundo April era divertida y una buena amiga, Donnie estaba loco por ella y aunque ella lo negara Aiko sabía que a ella también le encantaba Donnie, pero aquí no era así.

Este Donnie amaba sus máquinas y era mucho más racional y metódico que el suyo, su comportamiento con April no era tímido, era una charla normal de amigos, sin embargo Leo y Casey eran un tema distinto.

Los humanos tenían una linda "relación" pero la actitud de April hacia leo, era la misma que ella tenía con su Leo en su dimensión. Las feromonas que el cuerpo de la hembra humana expulsaba cerca de la tortuga la molestaban, pero le molestaba más como la tortuga no tenía problema con ello, disfrutaba el trato cercano con esa mujer.

Además esa hembra tenía el descaro de tratarla como a una niña, pidiendo que dejara la habitación para hablar temas importantes, diciéndole que lo entendería cuando fuera mayor, quien se creía?, Ni su padre la trataba así.

Mientras pensaba en su odio a esa mujer golpeaba un saco de boxeo con violencia, sin darse cuenta de unos ojos verdes tóxicos que no perdían detalle de sus movimientos.

Raphael llevaba tiempo mirándola, asechando a la que consideraba una "presa" a diferencia de Leonardo las feromonas de Raphael eran mucho más fuertes, y Aiko olió perfectamente el aroma a excitación, al darse vuelta y mirarlo a los ojos notó algo extraño.

Raphael estaba apoyado en la puerta mirándola fijamente con los brazos cruzados en su pecho, pero esa mirada, y ese aroma, su postura tan sombría, sentía escalofríos.

Cuando la tortuga empezó a acercarse Aiko retrocedió hasta quedar acorralada contra una pared, con fuerza la tortuga puso sus manos a los lados de la cabeza de la hembra

Aiko estaba confundida por alguna razón tenía mucho miedo todo en el gritaba peligro, pero su cuerpo pedía a gritos que él la mordiera, que la hiciera suya y es que ahora mismo el cuerpo de Raphael gritaba "Alfa".

-por que tiemblas?... -La profunda voz de Raphael la hizo notar que estaba temblando- tienes miedo? A qué le temes?

-No te tengo miedo...- esas palabras salieron por instinto, no se quería mostrar débil, si ella decía no, él no podía tomarla verdad?...

-deberias tenerlo -dicho eso tomó la barbilla de la hembra y la hizo alzar la mirada- Pero de ti misma- dicho eso atacó sus labios, al principio era un beso apasionado, sin embargo lentamente se volvió un beso salvaje y demandante.

Aiko quería gritar, quería correr, podría patearlo, pero algo la detenía, quería moverse pero su aroma la embriagaba y los roces de su cuerpo le daban escalofríos.

Contrario a todo lo que deseaba correspondió el beso siendo débil ante su propio instinto. Acarició con sus garras los brazos fornidos de la tortuga temperamental.

¿Cómo se sentiría rasguñar esos brazos mientras él la embiste sin piedad de su frágil ser?

Eso la excitaba de sobremanera, su masculinidad, su falta de delicadeza...Aiko quería un alfa fuerte al cuál seguir, Leo podría dárselo de forma pacífica, política e inteligente.

Pero Raphael, se imaginaba a Raphael como quien abriría caminos en forma de sangre, el que amaba tan apasionadamente que cuidaría sin dudar a sus cachorros.

Casi sin notarlo los acercamientos y roces de Aiko se volvían más carnales,  Raphael pensaba que era su día de suerte, hasta que...

"Aiko! Debemos entrenar, estás lista?"

Rápidamente se separaron el uno del otro, Raphael la miraba con una sonrisa presumida que hacía temblar las rodillas de Aiko.

Aiko solo quería que la tierra la tragase, caminó hasta fuera del dojo arreglando su ropa y cabello sin notar lo esponjado de su cola, al llegar hasta Leo notó en el cierta seriedad que rápidamente se convirtió en una leve sonrisa y una invitación para seguir entrenando, detrás de él una April levemente sorprendida los veía irse, mirando significativamente a Aiko.

¿Qué había pasado?

Y es que Aiko no lo sabía, pero Leo se le había confesado a April y aquello solo fue encender un fuego que rompería con todo lo que la jovencita era hasta ahora.

Sentía que el mundo iba lento, se encontraba sentada en la orilla de un edificio, muy lejos de la guarida, no lloraba, sus ojos ya no tenían Lágrimas. La forma en la que April besó a Leo, la forma en la que él la apartó para mirar a Aiko, ese "lo siento" cargado de lastima...El puño de Raphael contra Leonardo...fuw una guerra, todos contra todos. Su mente ahora mismo era un completo desastre.

Contaba en su cabeza las razones, cuántas llevaba para amar a Leo? En algún momento hizo un diario pero realmente no lo consideraba relevante, se dió cuenta que desde mucho antes...ya habían razones.

1) su sonrisa
2) como siempre sabía que decir
3) su apoyo moral
4) su habilidad en el ninjutsu
5) su capacidad de resolver problemas
6) lo cálido de sus brazos
7) su obsesión con el capitán Ryan
8) la bondad de su corazón
9) su capacidad de perdonar
10) su dedicación a lo que le gustaba
11) la dulzura de sus besos
12) la forma en la que su cuerpo le hacía reaccionar.

12 razones, uno de su Leo original y el otro del de esta dimensión, Aiko pensaba qué hacer, en ambas ya había una mujer

Habrá en todas, otra mujer?

Entonces algo se le cruzó por la cabeza, si hay dos, deben haber más dimensiones...ya no se sentía cómoda, después de lo que pasó no podría entrar nuevamente en la alcantarilla pero debía hacerlo si quería irse.

Espero y espero

Una vez todos estuvieran dormidos cansados de buscarla ella entre las sombras se movería al laboratorio de Donnie.

Una vez ahí miró el dispositivo que conectaba las dimensiones Donnie hace mucho lo termino, pero ella no quería usarlo, tomó una hoja de papel y escribió una carta, para después tomar esa útil pistola fabricada por el genio, dejó la nota y con lo necesario abandonó la alcantarilla

Para siempre

O no?

E N T R E dIMEnsioNEs ( TMNT x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora