C a p i t u l o 2 (T-2)

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Al día siguiente Aiko observaba a Donnie hacer un par de cálculos, era como verlo escribir en árabe, verdaderamente le sorprendía su inteligencia matemática.

Pero por más que lo admiraba entendía que ahí solo estorbaba.
Fue a ver la sala y realmente ver televisión o leer cómics no estaba entre sus actividades predilectas, entonces entró al dojo y vió a Leo entrenando, la verdad sí le recordaba un poco al suyo, solo que más maduro.

Veía sus músculos moverse mientras practicaba con sus katanas, la forma en que el sudor corría por sus bíceps...ok eso es nuevo.

"Es Leo, de otro universo, pero sigue siendo Leo, así que no es infidelidad mirar verdad?"

Aiko decidió salir de ahí, quería dejar atrás esos pensamientos impuros, pero estaba tan concentrada reprochandose que no notó cómo ya había llamado la atención de la tortuga y sobre todo cómo este notó antes que ella que estaba apunto de tropezar con una alfombra

Aiko solo esperaba sentir el suelo, pero eso nunca pasó, lo que sí pasó fue un firme agarre en su cintura que hizo que su pobre y hormonal corazón adolecentes empezara a latir como loco.

Al abrir los ojos vió los ojos azules que tanto le gustaban, este sonreía de lado, de alguna forma se veía bastante presumido, Aiko solo atinó a aprovechar la situación para tocar su zona pectoral para "buscar equilibrio" cuando realmente quería sentir su piel.

-Te encuentras bien?, Esa pudo ser una caída muy fea- Ahora la chica estaba bien, podía soltarla...entonces por qué no quería?

-Oh! Sí, es solo, que estoy un poco distraída, venía a meditar para aclarar mis pensamientos y... cómo cuántos años tienes?- dijo esto acariciando la zona pectoral de macho.

Ambos miraron esa acción para luego volver a mirarse a los ojos, uno arqueando una "ceja" divertido por lo sonrojada y avergonzada que se encontraba la chica.

Aiko atinó a soltarse de su agarre y sonreír nerviosa.

-17, tengo 17 y tú?-se apoyo en una de sus katanas pero casi pierde el equilibrio al escuchar la respuesta.

-bueno, técnicamente tengo cerca de un año y medio, pero mi edad física y mental es de 15. Soy una mutante un poco más alejada de la biología humana- rió levemente ante su sorpresa, este Leo le gustaba mucho

-es verdad, qué animal eres? Un lobo o algo así?

Aiko se sintió algo ofendida por ser comparada con un ser tan emocional y agresivo. Pero al mismo tiempo su nerviosismo alimentaba a su ego y por ende sacaba su lado más... "Animal"

Puso un dedo en su hombro, y caminó lentamente al rededor de el, acariciando con su dedo su hombro izquierdo, parte de su caparazón y finalmente su hombro derecho.
Pero eso no era todo, la felpuda cola de la fémina pasó por la cara del líder,  haciendo que con sus ojos siguiera el recorrido de la chica.

Terminado el recorrido responde con voz calmada y con cierto toque de comedia- soy una zorra-

Leonardo tragó saliva sintiendo la garganta seca, era menor que él pero vaya que tenía agallas.

Y eso le gustaba mucho.

Finalmente la invitó a entrenar con él, la joven dudó un momento se puso a pensar en su Leo y en cómo esto lo haría sentir, pero, era entrenamiento nada más, verdad?, De todas formas debía hacerlo y qué mejor que contar con la ayuda de alguien tan experimentado?

Finalmente la invitó a entrenar con él, la joven dudó un momento se puso a pensar en su Leo y en cómo esto lo haría sentir, pero, era entrenamiento nada más, verdad?, De todas formas debía hacerlo y qué mejor que contar con la ayuda de alguien tan...

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La semana pasó sin contratiempos, luego fue uno, dos y tres meses. Aiko aprendió mucho de cada hermano y pudo pasar tiempo con splinter, era una rata muy sabia, pero muy distinto a su padre. Quien más le gustaba era Leo con quién siempre entrenaba, pero ya varias veces tuvo incidentes con caídas "accidentales", que por más culpable que la hicieran sentir sabía que de accidentales no tenían nada.

Pero ese día tenía algo especial, Donnie los llamó a todos, había hecho una máquina con la que podrían mirar a otros universos. Era el primer paso, establecer contacto, pronto avanzaría más y quizá lograría crear una máquina para viajar entre dimensiones.

Aiko estaba feliz, vería a Leo! A sus hermanos! A su querido padre.

Pero no lo esperaba.

Al encender la máquina logró encontrar su dimensión, su new York. Reconocía todo, cuando vió a sus hermanos se sintió muy feliz estaban en la guarida, pero alguien los acompañaba.

K A R A I

Vió a su padre abrazarla y a ella correspondiendo, lo entendía, era su hija, pero eso no evitaba que doliera y dolía mucho. Entonces vió lo que le rompió el corazón, Karai quedándose sola con Leo.

-Bueno, sí funciona, seguiré avanzando y-

La mano de Donnie se movía para apagar al máquina, pero Aiko la sostuvo, sin quitar la mirada de la pantalla.

-Aiko?, Estás bien?- Mikey pregunto con precaución, la mirada siempre alegre de Aiko se veía sombría. Fue entonces cuando todos la miraron, pero ella parecía no notarlo, miraba fijamente las acciones del otro Leo.

Leo y Karai, Karai y leo. No, no podía ser, Leo la amaba, ella estaba desaparecida, el debería estar desesperado buscándola, verdad?

O eso pensaba hasta que vio la cereza del pastel, Karai tomando la mano de Leo para luego besarlo en los labios. Leo cerrando sus ojos y acariciando la mejilla de Karai.

-Vaya, en ese universo tienes suerte, no, hermano?-Raphael hizo un comentario sarcástico, pero su sonrisa desapareció al ver las lágrimas de Aiko una detrás de otra. Soltó la mano de Donnie haciendo que apagará la máquina. Su mente le decía que era mentira. Leo la amaba, la amaba? Leo, por qué Leo?

- Aiko, algo anda mal?- miró a su costado viendo Leo mirarla con preocupación- Hay algo que no nos hayas dicho?

-...Leo, leo es mi novio

Esa frase le dió sentido a todo y al mismo tiempo a nada. Entendían sus lágrimas, pero cómo se volvió novia de "su hermano".

Aiko no los dejo preguntar, empezó a caminar fuera del laboratorio, luego trotó para salir de la guarida, entonces empezó a correr, una vez fuera de las alcantarillas, en la oscura new York corría a cuatro patas, saltando de techo en techo, quería gritar y llorar. Recordaba las razones que llevaba para amarlo, las quería quemar de su memoria, no había ninguna.

No

Si las había

Y eso lo odiaba

Leonardo la siguió sin que ella lo notara, vió como cayó de rodillas y lloró en silencio. Se acercó despacio, cuando tocó su hombro la vió sobresaltarse. Rápidamente la tranquilizó con un abrazo, aunque secretamente era una forma de someterla para que no escapara de nuevo.

Quería consolarla, pero no sabía qué decir, aunque no fue necesario, cuando Aiko se separó un poco de él, ella lo besó, quizá alguna venganza contra el otro Leo, él no quería ser parte de eso, pero la verdad era la primera vez que besaba a una chica. Leonardo era alguien noble, que comprende la moral y la suele aplicar al pie de la letra, pero era humano y un adolescente y verdaderamente no quería desaprovechar la oportunidad, así que tomó una desición que cambió el transcurso de las cosas, una acción tan simple, pero al mismo tiempo el punto y coma de un acto más apasionado.

Acarició su cabello

E N T R E dIMEnsioNEs ( TMNT x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora