16 de diciembre de 2020
Monte Carlo, MónacoEn el momento en que Alexa se enteró de lo que pasaba, ella misma me compró el boleto, mientras Lando gritaba emocionado por todos lados. El par se iba a ir de vacaciones a Bora Bora y estaba segura de que estaban tan felices porque se iban a deshacer de mí por un rato.
Había llegado a Niza ayer y de una me vine a Mónaco, donde pasé la noche encerrada y durmiendo. Hoy había amanecido con demasiada hambre y esperando por Charlotte, que vendría por mí para llevarme a desayunar. Por otro lado, Charles estuvo insistiendo en que me quedara con él y hasta lo llegué a pensar, pero no lo hice. Muy rápido, vaquero.
Decido bajar al lobby cuando la chica me escribe que ya estaba llegando y me pasa la marca de su coche, carísimo por cierto. Me quedo parada frente a la puerta de vidrio y cuando veo la máquina estacionarse, salgo disparada.
—Buen... Tú no eres Charlotte.
—Leclerc equivocado —responde Charles sonriendo de lado. Dudo en si cerrar la puerta o que, pero termino haciéndolo, porque el hambre me iba a matar.
—¿Cómo... No, ya va. ¿Por qué?
—Pues, Lottie tuvo que irse a Londres esta madrugada y me dijo que viniera por ti.
—Esa puta, la voy a matar —murmuro sacando mi celular y escribiéndole muchas groserías a la monegasca de una—. Buen día, por cierto.
—¿Cuándo llegaste? —pregunta curioso.
—Ayer en la tarde —contesto—. Te iba a escribir, pero llegué muerta, así que solo hablé con tu hermana.
—Pensé que te habías olvidado de mí —bromea risueño—. ¿Y hasta cuándo te quedas?
—Me voy el 23, Alexa me mataría si no regreso para Navidad.
Charles me mira de reojo y una sonrisa se posa en su rostro. Enciendo la radio sin pedirle permiso y muevo la cabeza de un lado a otro al escuchar una canción francesa, supongo, sonar. Leclerc si que la conoce porque hasta la canta y no lo niego, se me aceleró el pulso al escuchar su francés.
Llegamos a este lugar hermoso, que estaba frente a una gigantesca plaza por donde un par de personas caminaban. Creo que sigue siendo muy temprano para la mayoría. Me puteo a mi misma mentalmente, porque solamente estaba usando un vestido manga larga y me asombro al ver como este chico lleva puesto una camiseta blanca y una chaqueta de cuero y está como si nada. En mi defensa, pensé que en Mónaco hacia calor todo el año.
Entramos a la cafetería y Charles busca la mesa más alejada del resto. Saca la silla de su lugar para que me siente y se lo agradezco con una sonrisa de lado. El piloto me hace señas de que lo espere y veo como se va al mostrador, donde le dice algo a la chica que atiende y luego señala a dónde yo estaba. Parece que ya lo conocían en este lugar y también que la rubia estaba completamente enamorada de él. Bueno, ¿quién no?
—¿Te gustan las frutas, no? —pregunta y yo asiento—. No pedí tu café porque no sé como lo tomas.
—Un latte con leche de almendras y dos bolsitas de azúcar, por favor.
—Ya vengo entonces.
Charles se aleja de nuevo y en eso mi celular suena en mi bolso, así que lo busco para ver quién era. Supongo que es Charlotte disculpándose, pero cuando veo ese número que conozco de memoria, mi corazón se detiene.
+1 (786) 432-7773
Sé que estás en modo espía, pero me gustaría hablar contigo. Soy Timothée, por cierto.Escucho los pasos de Leclerc cerca, así que bloqueo la pantalla y sacudo la cabeza intentando alejar todos los insultos que le quiero decir a este chico.
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love, bella | charles leclerc
FanficBella Donovan fue nombrada la modelo mejor pagada del 2019, por delante de Gigi Hadid y Kendall Jenner, pero la gente se olvida de este hecho cuando lo único que la prensa hace es hablar de sus amoríos. La estadounidense sabe que no ha tomado las me...