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Llevaban dos horas de sesión y Dongyoung ya había hecho una lista mental de nuevo datos:

1. Yuta estaba de nuevo en Corea, ¿tiempo indefinido o había venido específicamente por esta sesión? él incluso podría llevar ya un tiempo ahí y no saberlo.

2. Los besos cortos de Johnny eran sus nuevos favoritos, el mayor había dejado muchos sobre sus labios mientras se tranquilizaba del shock por el punto uno.

3. Xiaojun era chiquito pero violento, pegó el grito en el cielo al ver su maquillaje y le gruñó que él le haría llorar en serio si dañaba su obra de arte nuevamente, aterrador.

4. Ah sí, estaba enamorado de Johnny.

5. Debido al punto cuatro, él necesitaba o colocar nuevos límites o terminar el contrato, Johnny era un buen tipo, no lo arruinaría con su mierda.

6. Su tonta conciencia le pedía disculparse con Yuta, al parecer él también se había equivocado así que tenía que decir algo sin sarcasmo, sin insolencias, dos adultos hablando.

Asintió para si mismo casi al final de la sesión por su conclusión expuesta en el punto cinco, la revelación le había llegado a hacia una hora, tal vez más, cuando se dio cuenta de que nada de lo que estaba haciendo tenía sentido.

El staff seguía colocando prendas largas y tibias en su cuerpo, pero su interior estaba helado, podía sentir su corazón congelarse cada vez más cuando tenía que fingir una sonrisa hacía la cámara o alguien más que no fuera Johnny, se sentía impaciente por volver a casa, quitarse todo el maquillaje de la cara de un tirón y lanzar a alto a la cama para acostarse sobre él y dejar que el mayor hiciera cariñitos en su cabello como sabía que le gustaba.

El segundo exacto de revelación fue ese, cuando se dio cuenta que no quería llegar a casa para tener sexo con Johnny sino para ser consolado y abrazado por él, incluso había dejado de respirar esos segundos al darse cuenta de su garrafal error.

—Necesito que vea hacía la cámara, por favor, joven Kim. —exclamó Yuta y él había visto mecánicamente hacía él, con todo el desorden en su mente—. Coloque una mano sobre su hombro, por favor. —le pidió a Johnny y fue inevitable para él no girar a ver al contrario, ignorando por completo el como debía ser la fotografía, Johnny también lo veía a él, con esos ojos caramelo, dulces y suaves y una pequeña sonrisa en sus labios.

Oh Dios, se estaba volviendo en serio estúpido.

—¡Gracias por su duro trabajo! —exclamaron todos unos minutos después, el equipo agradeciéndose entre ellos, él respondió lo mismo, mientras Johnny se alejaba para entregar unos accesorios y él caminaba lentamente hacía la salida.

Se detuvo cerca de donde Yuta empezaba a apagar unas luces, jugo con sus manos un momento antes de acercarse al mayor y pensando bien las palabras que habría querido decirle hace tanto, joder, un lo siento quedaba corto, después de todo lo que habían pasado juntos y que él lo hiciera a un lado de manera tan vil, que él se hiciera quedar como la víctima, aprovechando que Yuta ya no estaba para decir lo contrario, demonios, entre más lo pensaba las cosas se volvían peor.

—Le enviaré las fotos al joven Seo para que las tengan en digital, sin embargo, no pueden subirlas a sus redes sociales hasta que la campaña real salga. —murmuró en su lugar el japonés, dejándolo quieto, sus manos fuertes como siempre desarmando un trípode.

—No... yo... venía a otra cosa. —los movimientos del contrario se detuvieron al escucharlo, su mirada cayó en él unos segundos antes de seguir con su tarea.

—¿En qué más puedo ayudarte? —exclamó cansado, suspirando pesadamente.

—Discúlpame. —susurró, con las mejillas sonrojadas y ojos grandes, Yuta lo observó en silencio detenidamente— En serio, lo siento... fui una mierda contigo, c-con nosotros... no quería que las cosas terminaran así, me equivoqué y nos lastime a ambos, discúlpame.

El mayor lo vio unos segundos más, antes de seguir viendo su trabajo, terminó de desarmar un trípode y giró hacía el otro, Dongyoung asintió abatido, al parecer a Yuta sus disculpas no le importaban, escondió sus manos dentro de las mangas de su saco y dio unos pasos atrás antes de escuchar la voz del japonés.

—También lo siento. —susurró él, aún dándole la espalda— Por todo, lo de antes y lo de hoy... lo siento Dongyoung. —El nombrado sonrío, asintiendo aunque no pudiera verlo, sintió sus ojos húmedos de lágrimas y observó hacía arriba tratando de detenerlas— ¿tienes uno con él? —preguntó y él no contestó porque era una pregunta difícil.

¿Tenía él aún un contrato con Johnny o esto era aterradoramente real? él podía decir de manera sincera que desde el primer segundo el contrato había volado a la mierda, sin embargo, aún existía... y él se abrazaría a el tratando de mantener su cordura.

—No le hagas lo mismo a él. —Yuta ahora lo miraba de frente, su mirada se sentía diferente— es un asco que te rompan el corazón de manera legal y él parece una persona agradable. —burló, haciendo una mueca similar a una sonrisa antes de pasar a su lado y salir de la habitación dejándolo pensativo.

—Creí que ya te estarías cambiando. —exclamó Johnny, llegando hacía él, colocó una mano en su cintura y plantando un beso en su sien— vamos, ya quiero ir a casa.

Ambos se cambiaron de prisa, despidiéndose de todos y prometiendo a Xiaojun que le llamaría luego, el viaje en el auto a su hogar se sintió extraño, repitiendo las palabras que Yuta le dijo, que si bien no iban con malicia, habían logrado hacerlo pensar y corroborar que tenía razón, Johnny, el contrato, ellos juntos, todo era una mala decisión.

Apenas llegó al apartamento y se dejó caer en la cama, el mayor le siguió minutos después, acostándose a su lado y abrazándolo hacía él, joder, la paz que sintió al estar ocurrucado en el pecho de Johnny debería ser pecado; se sentía en las nubes, apenas se levantaron a comer un poco ramyeon con arroz más tarde, no hablaron mucho, solo vieron la televisión en silencio y volvieron a acostarse de nuevo.

Dongyoung no durmió ese día, sus ojos observaban el rostro tranquilo de un Johnny profundamente dormido, Yuta tenía razón, él era una buena persona, no era justo lastimarla de esta manera, usarlo de una manera interesada y vil... O tal vez Yuta se refería a que no cometiera el mismo error dos veces, pero ¿cuál de todos su errores? mierda.

Intentó actuar normal los días siguientes, recibiendo besos y abrazos, desasiéndose contra él al momento de hacer el amor y dejándose cuidar después de eso; el japonés había cumplido su palabra y había enviado ya unas cuantas fotografías editadas de ellos para que pudieran revisarlas y ¡oh Dios! se odio tanto, tenía una cara de tonto enorme, observando a Johnny con ojos brillantes totalmente embobado, el mayor se veía más casual, sonriéndole como todo un modelo... pero claro, él estaba bien en su papel, el que se había ido de cara sin justificante era Dongyoung.

Así que esa noche solo lo decidió, se levantó a mitad de la cena, asustando a Johnny que lo vio con sorpresa antes de reír.

—¿Algo te pico el trasero? —preguntó bromista— Yo estoy quieto.

—¿Q-Qué? ¡No! yo... —se defendió, tratando de no reír, era un momento serió que se estaba arruinando— Agh, cállate, esto es serio. —sus manos se juntaron en sobre si estómago, Johnny abrió los ojos ampliamente de nuevo.

—¿Estás embarazado? espera, ¿eso es posible?

Dongyoung sintió sus mejillas sonrojarse de nuevo, su mano golpeó la cabeza del mayor sin dudar— ¡qué te calles! y no estoy embarazado, eso no sé puede, Dios, eres... —siseo, pero para ese momento ya había empezado a reír él también, aclaró su garganta nuevamente y respiro profundamente.

—Bueno ya, ¿qué paso?

—Terminamos, di-digo... el contrato, el contrato se terminó.

Sugar, sugar | JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora