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—Exacto, esa es la dirección. —murmuró, su teléfono sostenido en su cuello mientras sus manos terminaban de agitar su licuado.— Déjenlo con el guardia, le dicen que es del nivel doce, apartamento veintiuno, yo lo pasaré a traer.

Él había preparado solo unas maletas con ropa para ir al apartamento de Johnny, pero sus cremas de día y noche se habían agotado, así que hizo su pedido antes de olvidarlo. Suspiró, viendo la hora en su teléfono, alcanzó su bolsa, su vaso con su licuado, tomó las llaves de su auto y se decidió a salir para la universidad.

Sus maletas ya estaban en su auto, así que solo se subió y se despidió de los oficiales en la entrada con su mano. Él se había ausentado de la universidad el día anterior con tal de no ver al mayor, John lo había llamado, pero después de la cuarta llamada sin contestar solo envió un mensaje.

"Te espero mañana en mi apartamento o iré por ti."

Dongyoung sabía que John hablaba en serio, así que pensó que ya se había hecho el rebelde suficiente tiempo. El camino a la universidad fue eterno, cada jodido semáforo estaba en rojo y él evitaba pensar que era una señal del destino que le gritaba ¡peligro, no vayas! él tenía que ir, así como tenía que hacer los cambios en las joyas de parte de su padre y hacer uno más para la siguiente semana, ir a una cita para conocer a una pareja, donde él era estúpidamente rico y ella era solo una maestra de preescolar, Dongyoung bufó agendando la cita para diseñar un anillo de compromiso para un matrimonio que duraría un par de meses, en definitiva estaba con él por interés.

Se exigió calmarse cuando sintió sus piernas temblar al salir del auto y caminar a su primera clase, ver a John era lo que menos quería siempre, pero ahora con más razón. El chico había metido su lengua hasta el fondo de su garganta y él como un completo idiota había estado pidiendo más y más besos... cuando se dio cuenta que estaba haciendo el ridículo salió del jodido apartamento dejando a John atrás.

Demasiado para procesar en un jodido día.

Pero ahora, caminando solo por el pasillo, directo a su clase con John, se sentía como meterse a la boca del lobo de nuevo, más porque ¿qué debería hacer? ¿sentarse a su lado? ¿darle un beso de hola? ¿solo un hola? La clausula de relación pública decía que una vez iniciara todo se presentarían como pareja... pero, bueno, decirlo era fácil, hacerlo no tanto y después de haber huido no estaba tan seguro de la actitud que el mayor tomaría. Así que se decidió por esperar...

Entró a la clase con la espalda recta y los audífonos colocados, saludó a un par de personas y sintió la mirada penetrante del mayor sobre él, sintió sus mejillas ruborizarse ligeramente, pero su sonrisa altanera no se borró en ningún momento. siguió caminando hasta arriba, sentándose una fila adelante de donde John estaba, casi podía sentir la respiración del mayor en su cuello.

 —Dongyoung... —siseo, pero el menor solo asintió distraído mientras sacaba su iPad de su bolsa.— Sube. 

—No me gusta muy arriba. —negó con una sonrisa, volviendo su mirada al frente.— Estoy cerca.

—Te quiero más cerca. —

—No. —

Escuchó como el aire salió de los pulmones de John con fuerza, sus ojos fijos en su nuca.— Última oportunidad o te cargaré hasta aquí, sabes, me gustaría que te sentaras en mis piernas. —murmuró cerca de su oído, erizando su piel por completo.

—¡No! —exclamó y varios giraron a verlo sorprendido.— N-no hay señal... tal vez más arriba. —murmuró, tomando sus cosas y sentándose en la fila de arriba, al lado del mayor.— ¿Feliz?

Sugar, sugar | JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora