Cuando finalmente Logan termina su turno, se despide de sus compañeros de trabajo y recoge sus cosas mientras yo le espero sentada, en la mesa donde hasta hace poco estaban sentados mis amigos también. Por suerte no he tenido que esperarle demasiado.
-Hola, Liv.- me sonríe acercándose a mi y yo me levanto.- ¿Nos vamos ya?
-Hola, claro.- le sonrío de vuelta.- ¿Qué tal tu día?- le pregunto y le miro un momento mientras salimos de la cafetería.
-Bastante bien, aunque algo cansado. En la cafetería siempre hay bastante trabajo los fines de semana.- me dice señalando un poco la cafetería con el pulgar, aunque a pesar de lo que me dice, no pierde la sonrisa en ningún momento.
-Vaya, bueno, me alegro, supongo.- le sonrío suavemente.
-¿Participarás alguna noche?- me pregunta y se pone la chaqueta vaquera que llevaba en los brazos.
-¿Yo?- le miro y me río- Qué va, qué va. No sé cantar y eso.- me encojo de hombros y miro hacia a calle que está prácticamente vacía salvo por algunos coches, muy probablemente con estudiantes dentro.- ¿Tú has participado alguna vez, Logan?- vuelvo mi mirada hacia él de nuevo.
-Sí.- me mira- Cuando descubrí este sitio vine a cantar una noche, y como vinieron muchos amigos del Lagoon a verme, el encargado habló conmigo porque sabía que yo estaba empezando a buscar trabajo. Y bueno, me dieron el trabajo.- se encoge de hombros- Un golpe de suerte, la verdad.
Sonrío asombrada.- Sí, es cierto.- Suelto una risita y le doy un leve codazo- Así que cantas, ¿eh?
-Sí, aunque no lo hago muy bien.- se ríe y cuando le miro me doy cuenta de que está un poco sonrojado.
Se ve tierno; Logan es un chico con la piel bronceada, ojos y pelo castaños y también es alto y musculoso, así que verle con las mejillas sonrojadas sin duda impresiona un poco, aunque de una forma muy bonita, agradable y bastante tierna.
-Te tendré que escuchar yo misma para juzgar tu canto.- bromeo y le miro de reojo. Se ríe suavemente y asiente.
-Bien, bien. Para la próxima... Pero yo a ti también.- bromea siguiéndome el juego mientras me señala con una sonrisa.- ¿Tienes hermanos?
-Dos hermanos mayores, una chica y un chico.- sonrío y él asiente.- ¿Y tú?
-Una hermana pequeña, tiene 14 años y se llama Sophie.- sonríe tierno y yo lo hago de igual forma, contagiada por sus buenas vibras.- También va a nuestro instituto, y está en el club de pintura. Se le da genial, sinceramente.- me dice sonriendo orgulloso al hablar de su hermana.
-Se nota que la quieres mucho.- le digo- Y seguro que eres un gran hermano mayor. Se te nota.- le sonrío y acomodo mi cabello, que ya estaba algo despeinado por el aire.
Aunque no me había dado cuenta hasta ahora, la verdad es que hace algo de frío y el ambiente es húmedo, como cuando se avecina una fuerte lluvia. Y de repente, sin previo aviso y como si el universo hubiese escuchado mis pensamientos, empiezan a ser pequeñas gotas del cielo.
-Está empezando a llover.- me dice Logan poniendo una mano bajo el cielo para comprobar si tras unos segundos está llena de gotitas. Y así es; se seca en su chaqueta y me mira- Será mejor que nos resguardemos en algún lado o nos empaparemos.
Asiento y apresuro el paso a su lado caminando hacia algún portal o algún sitio abierto en el que poder entrar.
Pero lo malo de la zona cercana al instituto es que es un barrio residencial, y es prácticamente privado. Esto significa, que a lo largo de calles enteras solo ves casas gigantes con sus vallas y alguno que otro establecimiento esporádico. Todos están cerrados, cabe añadir. Puede que por la hora, no lo sé. Pero si no lo estuvieran no nos estaría diluviando encima.
En tan solo unos minutos la lluvia cae con mucha más intensidad que cuando Logan se paró a comprobar si llovía. Maldice en voz baja y se para un momento, pensando, quizá, en un sitio cercano en el que poder resguardarnos. Tras unos largos segundos en los que intento cubrirme con las manos, -aunque es en vano-, se gira para mirarme.
-Ya sé a donde podemos ir.- me dice levantando la voz sobre el sonido de las gotas chocando con todo lo que hay a nuestro alrededor, incluidos nosotros. Dado que por razones obvias conoce mucho mejor que yo este barrio, asiento y acepto que me guíe.
En ese momento, cuando agarra mi mano y comienza a correr hacia algún sitio, -que en su mente está muy claro-, me sonrojo y me centro en correr a su lado sin resbalarme con las estúpidas botas que llevo puestas. Son bonitas, pero para nada un calzado adecuado para la lluvia. Debería haberlo pensado mejor antes de ponérmelas esta tarde.
Decido dejar de quejarme mentalmente porque si centro mi atención en que voy a caerme terminaré haciéndolo y no quiero pasar por esa vergüenza delante de Logan. Al menos no por ahora, aún no nos conocemos casi nada y no me gustaría que se dé cuenta de lo ridícula que puedo llegar a ser antes de tiempo. Suelto un pequeño suspiro y sacudo la cabeza. Sé que son solo comentarios en broma, pero muchas veces salen demasiado naturales; como si me lo creyera. Y yo no quiero seguir siendo esa Olivia insegura de hace algunos meses. Así que cada vez que me doy cuenta de que los digo, me riño a mí misma.
Este es un sitio nuevo, con gente nueva, pero parecida a mí y al contrario de lo que pude pensar en un primer momento, me he adaptado bien y tengo un grupo de amigos, aunque aún no nos conozcamos del todo y no haya tanta confianza, pero poco a poco se consolidará, de eso estoy segura.
Así que sí, todo, en general, está yendo bien y no pienso arruinar mis dos últimos años para disfrutar de mi adolescencia amargándome con inseguridades que no me llevan a ninguna parte.
Cuando vuelvo a centrarme en la realidad, estamos frente a una casa vallada con algunas luces encendidas. Me sonrojo levemente y Logan me mira:
-Podemos quedarnos aquí hasta que escampe un poco y luego te llevo al instituto- me dice y sonríe nervioso.- Si quieres, claro.- aclara rápidamente y yo suelto una risa.
-Claro, no hay problema.- asiento y camino detrás suyo hacia la puerta de la entrada.
-Bienvenida a mi casa, Liv.- me sonríe Logan y yo le devuelvo la sonrisa algo sonrojada.
Su casa; la casa de Logan.
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Red Lagoon
Teen FictionOlivia, hija de padres separados, lleva toda su vida yendo de un instituto a otro, año tras año, hasta que sus padres deciden finalmente meterla a un instituto internado para finalizar sus estudios básicos. Red Lagoon es un sitio donde todos desearí...