◎CAP8: Déjame ayudarte

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Mordía su labio inconscientemente por el nerviosismo, como pudo olvidar algo tan importante como decirle a Lee que no debía regar siempre los cactus, ¿que tal si su regalo ya se había muerto?, no, claro que no, Lee no están tonto, despistado y entusiasta si, pero un completo tonto jamas.

Mientras su mente rondaba en otras cosas, esquivaba de manera bastante eficiente los kunais que le lanzaban, sus entrenamientos últimamente se habían centrado en aumentar su resistencia física, pues era cierto que la mayoría del trabajo lo realizaba su arena. Su respiración agitada lo estaba mareando, no tardo mucho en caer de espadas, aunque su arena no dejo que tocara el suelo, -Lee seguramente es capaz de hacer este simple entrenamiento por horas, lo hace ver tan fácil- pensó.

- Dejémoslo aquí por ahora, ya te puedes retirar.

La arena lo ayudo a levantarse, su vista poco a poco se vuelve clara y Baki lo esta esperando, han estado entrenando desde el medio día, con pequeños descansos moderados, pero aún así siente hasta el último de sus músculos doler. El cielo de Suna ya es de color naranja brillante, debe llegar a la torre antes del anochecer, odia tener que escuchar a esos viejos del consejo regañándolo.

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Pequeños rayos de sol se cuelan entre las hojas de aquel gran árbol, el clima es ciertamente cálido, pero no infernal como en el desierto. El pelirrojo se encuentra acostado en el pasto, mirando las nubes que viajan por el cielo, no hay mas ruido que una respiración a su lado y las hojas chocando contra el viento.

– Esa nueve de ahí parece una ardilla —su voz es suave, no denota una emoción pero si cierta comodidad. 

No hay un contacto físico entro los dos y aquello no le importa, con tan solo saber que esta a su lado lo hace feliz. Ya han estado un buen rato así, desea enormemente escuchare hablar, pero ¿como iniciar una conversación?, ¿con que tema haría que Lee no parara de hablar?

– Lee... ¿crees que soy una mala persona?.

El largo silencio tras su pregunta lo altera, quizás y este no haya sido el momento adecuado para dejar aquella duda a flote, aun no sabe con certeza si el de verdad lo ha perdonado, su boca se siente seca y sus manos sudorosas.

– ¿Lee? —el tono que utiliza ahora es uno de angustia, ¿lo abría molestado?— Y-yo lo siento Lee, esta bien si no quieres responder, lo entiendo. 

Silencio. 

Odia no tener una respuesta, pero algo en su cuerpo le pide que no gire su cara para verlo, todo a su alrededor le grita peligro, sin embargo toma la decisión de ignorar aquello y mirar a su compañero azabache. 

Por varios segundos el aire le empieza a faltar, la escena frente a el no es mas que una realidad posible, por primera vez en mucho tiempo ver un cadáver le provoca que el estomago se le revuelva, el olor metálico de la sangre que se combina con el pasto y la tierra no le causa aquella satisfacción de antes.

La pierna y el brazo de Lee están completamente destrozados, aquellos ojos negros carbón están opacos viéndolo fijamente, ¿acaso parpadeo?, el cuerpo aparentemente muerto se levanta acercandose para quedar encima de el. La sangre cae en su cara y se desliza por sus mejillas, Lee queda a pocos centímetros de su cara, sus reparaciones están chocando. 

Atrápame acosador [LeeGaa/GaaLee]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora