Los Pretendientes de Jimin! [Yoonmin]

26. Niños.

Aunque la penalidad para Park Jimin en su antiguo gimnasio haya expirado, el chico no regreso de inmediato ¿La razón? Bueno, llámenlo loco, pero sentía la necesidad de ser cercano a Jeon Jungkook, era como un tranquilizante constante los últimos días...hasta hoy.

"¡Hola! ¿Puedo ayudarte?" Un joven castaño y sonriente, que Jimin tenia entendido, también era instructor al igual que Jungkook, se dirigía a el.

"Hola...amm, busco a Jungkook, es mi instructor" le aclaro Jimin correspondiéndole con una sonrisa.

"Oh, ya veo" rasco su nariz y miro hacia la entrada del lugar "Uh, veras, el salió un momento, dijo que tenia que hacer algo en una librería o algo así"

El corazón de Jimin se detuvo un segundo "¿Una librería dices?" El chico le miro curioso, pareciéndole extraño el intenso interés por Jungkook y su ausencia.

"Si, dijo algo como que el dueño de dicha librería necesitaba su ayuda"

"Ah" Jimin trato de actuar con normalidad, porque no pasaba nada ¿Verdad? Los amigos se ayudan entre ellos, se piden ayuda entre ellos. El siempre que necesitaba ayuda, acudía a Namjoon o incluso a Seokjin, porque eran sus amigos.

Y era totalmente normal. Si.

"Si así lo deseas, puedo ayudarte el día de hoy" se ofreció el chico instructor aun conservando su fresca sonrisa.

Jimin asintió, porque necesitaba distraerse y no ponerse paranoico y que mejor que una buena rutina de ejercicio. "Esta bien" acepto.

"¡Genial! Mi nombre es Dongmin y hoy soñaras conmigo" le guiño un ojo. Jimin entendió rápidamente, que se refería a que le daría una rutina tan intensa y dolorosa, que le recordaría hasta navidad del próximo año, pero aun así, se sonrojo ante lo escuchado, y es que este tal Dongmin era muy atractivo.

"V-vale" el chico seguía sonriendo mientras Jimin se alejaba a dejar su maleta en los casilleros. Revisó su teléfono, no había nada.

Tal vez Yoongi no ocupaba su ayuda, si no la de Jungkook en especifico por alguna razón. Pensó en llamarlo, pero desistió y guardo su movil en lo mas profundo de su maleta, tomo su toalla y su botella de agua y fue hasta con su instructor temporal.

Todo estaba bien, tenia que detener su mente un rato.

Min Yoongi siempre se considero una persona debilucha. Jamas le iba bien en los temas deportivos, nada de resistencia, levantar mucho peso, o largas caminatas.

Y es por esa razón, que esta mañana, cuando se encontró con un estante roto en su librería, no dudo en llamar a Jungkook, porque ese chico podía hacer cualquier actividad física sin agotarse ni un poquito.

Malditos buenos genes, pensaba Yoongi.

"Joder Hyung, ¿Hace cuanto que no le das mantenimiento a estos estantes?" Se quejo el muchacho, quien trataba de levantar el mueble roto, la tarea siendo difícil por que los libros caían uno a uno sobre el.