19. El Hombre.

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Park Jimin recordaba muy bien el momento exacto en el que supo que le gustaban los hombres.

Fue en un día muy caluroso en la escuela, en la clase de deportes. Algunos de sus compañeros estaban atiborrando los bebederos y se empujaban entre ellos para alcanzar un lugar, antes de morir deshidratados.

Pero hubo uno en especial, que cansado del calor que la ropa le proporcionaba, se desprendió de ella hasta quedar en calzoncillos. Como era lo obvio, el murmullo empezó a disiparse por el pequeño patio, una docena de adolescentes se burlaban y celebraban al astuto y valiente acto -según ellos- de su compañero atrevido.

En cambio las niñas, tapaban sus ojos y se quejaban medio horrorizadas, medio avergonzadas. Y fue ahí, en medio de ese patio escolar, que sus mejillas sonrojadas y sus ojos cubiertos con sus propias manos, fue un indicio importante; el no se sentia como sus compañeros, si no como sus compañeras.

Que los hombres le ponían nervioso, le hacían sudar frió cuando se acercaban, cuando se desvestían frente a el en las duchas.

Y tuvo que pasar por muchas cosas, dudas, inseguridades, burlas y hasta unos que otros traumas, pero al final de todo llego a la conclusión de que, simplemente era un hombre, al que le gustaban otros hombres.

Simple.

A Park Jimin, ya no le ponia nervioso o ansioso la presencia de otros hombres, bueno, habia uno con el que si.

Min Yoongi.

Porque justo ahora, le temblaban las rodillas y sus dientes chocaban unos con otros, por estar frente a ese hombre que desprendia un ligero olor a colonia masculina y a sudor que le picaba en la nariz.

Después de tocar el cielo con sus labios al besar a su vecino bonito, este le había pedido salir del abarrotado lugar, porque deseaba hablar con el sin tanto ruido de por medio. Y después de mandar unos cuantos textos a sus amigos avisándoles, ahí estaban los dos, en una banquilla de un parque casi desierto a esas horas de la noche.

Jimin temía que Yoongi le dijera algo como...que olvidara todo, que actuó bajo los efectos del alcohol, que le pidiera el espacio definitivo para no volver a repetir algo así. Porque no va a negar que le sorprendió demasiado que el pelinegro lo besara, es decir, sabia que era muy timido y no era del típico hombre galán que hacia ese tipo de cosas ¿Verdad?.

Joder, que incertidumbre.

Frotaba sus manos contra sus propios brazos porque la chaqueta que llevaba, no era lo suficientemente gruesa para evitar que el aire algo fresco de la noche, se colara por su cuerpo. En otra ocasión, Jimin pudo ser quien empezara la inevitable conversación, y acabar de una buena vez lo que sea que tendría que pasar.

Pero, por Buda, era Min Yoongi, este chico le ponia demasiado idiota y estupido.

"Tenme paciencia" suplico su vecino después de un largo rato, en un susurro que apenas y fue audible. Rascaba sus dedos unos con otros como aquel dia de San Valentin.

"¿Como dices?" Jimin lo había escuchado muy bien, mas se refería a...¿Que demonios quieres decir con eso?

Yoongi solto el aire de sus pulmones, trago saliva y hablo "Yo...soy muy malo para estas cosas, y-yo no se como...no se como funciona esto y..."

Noentresenpaniconoentresenpanicono-

"Yoongi" Jimin tomo sus manos y con cuidado, trato de separarlas para que dejara de hacerse daño. "¿Yo te gusto?"

Joderjoderjoderjoder

Desde que salieron del lujoso bar, Yoongi era un caos de pensamientos, ¿Que debia de hacer ahora? ¿Que iba a pasar con Jungkook? ¿Podría besar de nuevo a Jimin? Porque mierda, queria hacerlo de nuevo.

Los Pretendientes de Jimin! [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora