STFU ☾︎ hyunmin

17

—Tengo tantas cosas que contarte.—Habló el menor de los dos mientras entraba al auto de Minho.

—Lo sé, me vienes diciendo lo mismo hace una semana, por favor suelta todo de una vez.—El castaño no mentía, era cierto que esa semana había dicho esa frase más de lo que la dijo en su vida, pero era tanto para decir que no servía una simple llamada telefónica o textos.

—Es Hyunjin, creo que pasaron muchas cosas en unas pocas semanas y dios aún lo estoy procesando.

—Hyunjin... ¿Por qué siento que empezaré a escuchar ese nombre más seguido?

Seungmin ignoró ese comentario, y comenzó a soltar absolutamente todo lo que había pasado entre ellos.

—Espera un segundo, ¿me estás diciendo que de un día para el otro cambio totalmente su personalidad y todo esto por algo que le dije?

—¿Qué? ¿Le dijiste algo?

...

Silencio.

—Sí, me preguntó por tí, ese día que fui a llevarte tu cargador al dormitorio. Se veía tan confundido y aterrado, no sé que experiencias habrá tenido en su pasado como para que se sienta así pero no podía dejarlo ahí solo y perdido. Así que digamos que le di un empujoncito para que se acerque a tí.

Seungmin miró por la ventanilla, no se había dado cuenta que estaban estacionados fuera del edificio de Minho.

—Eso... Eso sí suena a tí para ser sinceros, ¿gracias? Supongo.

—Sí, así que es mi nuevo protegido, soy team Hyunjin, así que cuidado con lo que haces, si lo lastimas quien sabe, tal vez te quedes sin brazos.

—Oh muchas gracias mejor amigo, a quien le importa mis brazos si se trata de Hyunjin.

(...)

Por primera vez en su vida, se sentía aburrido en una fiesta, no encontraba como divertirse. Se encontraba en la barra aferrado a un vaso de vodka mientras veía a sus amigos bailando y divirtiéndose.

Ya se le habían acercado tres chicas distintas con la misma oferta para pasar la noche, y había rechazado las tres. Y a la otra esquina de la barra había un chico que tenía su mirada clavada en él, estaba empezando a sentirse incómodo así que le dió un último trago a su bebida y se levantó para ir con sus amigos.

—Esas chicas deben estar furiosas contigo.—Habló Jisung en cuanto lo vió.

—Sí, supongo que hoy no tengo ganas.

Todos en su grupo de amigos rieron en cuanto dijo eso.

—Estas mal mi amigo.

El peligris sonrió, era cierto, estaba mal. Se descubrió a si mismo prefiriendo estar acostado junto a Seungmin a qué estar en una fiesta.

Sus pensamientos se dispersaron en cuánto sintió unos brazos rodear su abdomen y unos labios en su cuello. Reconocería el perfume de Jeongin donde fuera.

—Hoy no, Innie, lo siento.— Los labios que segundos atrás se encontraban en su cuello ahora estaban formando una “O” por la sorpresa.

—¿Te sientes bien?—Hyunjin hizo una mueca.— Oh, OH, dios no me digas que es por el chico de la vez pasada.—Asintió.

—¿Y que haces aquí aún? Vete, te doy cinco minutos para que vayas con él. Déjame decirte que es claro que no quieres estar aquí.

—Yo... Él está con un amigo ahora, además no sé dónde vive y no lo molestaría.

El menor estiró su brazo sacándole su teléfono del bolsillo trasero y tecleando algo en él.

—¿Que haces?

—Esperando que vea el mensaje y te envie la dirección.

¿Qué?

¿QUÉ?

—YANG JEONGIN DAME ESO POR DIOS, NO PUEDES SIMPLEMENTE DECIRLES QUE IRE CUANDO NI SIQUIERA ME INVITAN.—Intentó tomar su teléfono de vuelta, pero vamos, no estaba en sus cinco sentidos, así que falló.

—Deja de llorar y hacer un berrinche, ves ya contesto, ahora sí vete.

—Claro que no iré.

¿Qué estaba haciendo en un taxi yendo a la dirección que le envío Seungmin? ¿Qué estaba haciendo?