One-shots | SpainRP/Streamers

🔥 Emilio Escobilla 🔥

Pedido: @_ALVLix
Character: Angela. Bajita, ojos verdes, cabello rizado y castaño, con vitiligo (falta de melanina en la piel). Personalidad sumisa y sensible.
1460 palabras
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La lluvia caía con fuerza, las nubes de diferentes tonalidades grises adornaban el cielo y el viento no hacía más que acompañar aquel mal clima.

Mi vista era incapaz de enfocar lo que estaba pasando enfrente mía, mis oídos solo captaban un molesto y agudo pitido acompañado de mi cuerpo herido.

El ambiente era tenebroso, casi perfecto para rodar una escena de terror para una película de Hollywood. El sonido de los disparos y de los casquillos cayendo al suelo iban acorde.

Poco a poco, pude ir acostumbrando mis sentidos a la nueva situación. Mis ojos comenzaron a enfocar como la lluvia caía con fuerza sobre el asfalto y mis oídos empezaron a escuchar voces y truenos.

Me encontraba acostada, tirada en el suelo y con varios hematomas repartidos por mi piel, posiblemente también tendría un disparo, porque mi pierna izquierda dolía excesivamente. Sentía mis extremidades dormidas y un ojo hinchado, tanto que me dolía intentar abrirlo.

- ¡Segundo sujeto abatido! ¡Repito, segundo sujeto abatido! - escuché la voz del ruso.

- Su DNI, míralo. - pude escuchar la voz calmada aunque firme del superintendente.

Unos pasos sonaron muy cerca mía, pero pasaron de largo y se detuvieron a unos cuantos metros.

- Emilio Escobilla.

Conway se quedó en silencio durable unos segundos. - Llévenlo al hospital, lo quiero vivito y coleando. ¿Quién es el otro?

Los mismos pasos de antes se acercaron a mi posición esta vez, tras rebuscar en mis bolsillos sacaron mi DNI.

- Angela...

- Mira por donde, el dúo dinámico ha vuelto a actuar... Emilio y Angela, que pena más grande que esta vez no se hayan salido con la suya.

- Solícito un 10-37 en mi 10-20. - habló Volkov por radio.

- No... quiero que lleven ustedes mismos a Emilio al hospital, lo antes posible me lo llevan después a comisaría. De Angela ya me encargo yo...

(...)

Intenté abrir mis ojos después de unas cuantas horas de sueño, pero un imponente foco de luz daba directo a mis ojos y me impedía abrirlos.

Aparté la mirada en un primer momento, pero era tanta la intensidad de la luz, que aún con los ojos cerrados podía notar como quemaba mis retinas.

Tanta claridad me desconcertaba al igual que me cegaba, por lo que no sabía dónde me encontraba, una cosa era segura, por la ventana de mi casa no entraba tanta luz. Fuera donde fuese el lugar donde me encontrara, seguro no podía ser.

Coloqué la palma de mi mano entre la imponente luz y mis ojos, y después de que mis pupilas disminuyeran su tamaño y acostumbraran a la nueva claridad, pude empezar a distinguir algunos objetos: una mesa larga, una silla tras esta, la lámpara que estaba creando la luz... Aunque también era capaz de percibir los pasos que caminaban cerca mía de manera nerviosa.

- Buenos días, muñeca, ¿una buena siesta?

Miré al que había dicho aquello, aunque no pudiera verlo porque se encontraba en las sombras, por su voz diría que era el superintendente.

- ¿Dónde estoy? - pregunté con un hilo de voz.

Mi garganta escocía y mi cabeza se sentía como un bombo retumbante, aquel dolor era casi peor que una resaca y el sabor después de haber vomitado, casi prefería tener ácido en la garganta que hablar en esos momentos.