Pedido: Spaise_fist
Character: Ada Williams. Pelo corto castaña y liso, ojos verdes y de estatura media. Fría y borde en un principio, con confianza su personalidad se ablanda.
1219 palabras
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Comenzó a sonar el tono de llamada de mi móvil. No se escuchaba claramente, como si algo estuviera taponando la salida del sonido. Entre la oscuridad en la que estaba sumida mi cuarto, me levanté de la cama con pesadez y busqué el dispositivo entre las sábanas.
- ¿Quién es? - pregunté ante el número desconocido.
Una voz distorsionada hablaba por la línea. Era una voz grave de hombre utilizando un modulador, seguramente fuera del Estado o algún alto cargo de la CIA.
- Ada Williams, la necesitamos en la comisaría de Los Santos hoy a las 12 de la noche. No se le ocurra faltar como la última vez o las consecuencias serán más graves.
- Yo declaré mi dimisión hace muchos años, y me parece que lo dejé bastante claro. - dije en un tono tajante y con voz adormilada, pues me acaba de despertar.
- Y nosotros te dejamos claro que una vez entrases, no podrías salir. - y tras ello cortaron la llamada.
Me retiré el móvil de la oreja y dejé caer mi brazo sobre la cama. Solté un suspiro y me incorporé con la mayor expresión de cansancio que podría haber puesto jamás. Un rayo de luz iluminaba mis ojos, pudiendo apreciar el verde claro de mis ojos y las negras pestañas que los resaltaban.
- Ojalá se vayan todos a la mierda.
Me levanté finalmente de la cama y me preparé el desayuno, aunque era la una de la tarde me acababa de despertar con el sonido del móvil. Pasé el resto del día vagueando por casa como solía hacer, pero la hora de ir a comisaría cada vez estaba más cerca.
Una media hora antes de las doce, me empecé a preparar. Me vestí con unos pantalones negros vaqueros, una camisa blanca con cuello en punta que hacía un poco de escote, una abrigo largo negro, y unas botas cortas también negras. Con respecto al maquillaje: rímel, una línea del ojo sencilla y un poco de iluminador disimulado.
Y allí me encontraba yo, dirigiéndome a la comisaría de la ciudad, el lugar donde la mayoría de mis traumas y cicatrices se habían formado. Debí haber escuchado cuando me dijeron que al entrar a este mundo, ya no podría salir.
Al llegar al lugar, aparqué mi lujoso coche en uno de los estacionamientos y entré por la puerta con cierta actitud prepotente. En un pasado llegué a ser comisaría de aquel lugar, aunque los alumnos me tenían tanto cariño que me trataban como si yo fuera la superintendente.
Conway... hacía muchísimo tiempo que no lo veía. La única persona a la que echaba de menos desde que intenté separarme de toda esta mierda.
En la recepción no se encontraba nadie, por lo que decidí buscar por las salas de la segunda planta, donde seguramente se encontraría el superintendente o los que me llamaron. ¿Seguiría siendo Conway el jefe de la comisaría?
La comisaría había cambiado muchísimo desde la última vez que la vi. La recepción era mucho más moderna y mecanizada, los pasillos eran más estrechos, y las pocas salas que pude ver a través de los cristales parecían actualizadas. El aspecto del edificio se había reformado al completo.
Subí las escaleras y gracias a mi intuición logré encontrar el despacho del actual superintendente. Me paré delante de aquella puerta de madera y miré por la pequeña ventana que tenía esta, sin dudad alguna, lo que vi no se me olvidará jamás.
Conway estaba ahí sentado haciendo papeleo. Su pelo había cogido tonos grisáceos y alguna arruga ligera comenzaba a formarse en su rostro, pero aún así, seguía luciendo tan atractivo e imponente como siempre.
Levanté mi mano temblorosamente, y tras algunos segundos en los que miraba al hombre enfrente de mi, toqué la puerta con fuerza y decisión, recuperando así mi compostura.
- Adelante. - aquella voz gruesa que tanto me había gustado escuchar en un pasado replicó por toda la sala, inundando mis oídos y mi mente de antiguos recuerdos.
Abrí la puerta y di un paso dentro del despacho. Conway levantó la mirada y se quedó petrificado al ver mi silueta delante de él, ante el shock, pasó a levantar la cabeza entera para enfrentarme bien. A mi izquierda habían dos sujetos enmascarados, no podía apreciar ningún trozo de piel de ellos, pues toda su vestimenta era negra y les cubría todo el cuerpo y la cara entera.
- ¿M-mirella? - preguntó Conway con la voz carrasposa.
Yo negué apaciguadamente y con una leve sonrisa, seguidamente saqué mi DNI y se lo extendí.
- Ada Williams, agente del FBI supuestamente jubilada. - enfaticé en la palabra "supuestamente" mientras dirigía una mirada a los sujetos enmascarados, quienes, muy probablemente, estaban involucrados en todo esto. - No conozco a ninguna Mirella. - dije guiñándole un ojo.
Durante mi vida había tenido que pasar por muchas identidades diferentes, pues un rango de tal calibre lo exigía por mi propia seguridad y la de mis seres queridos. Conway me había conocido en un pasado como Mirella Rivers.
Al mayor se le escapó una sonrisa nostálgica. Con un gesto de mano, denegó el DNI y yo guardé este en mi bolsillo. Nos habíamos quedado mirándonos como dos jóvenes enamorados, como nos mirábamos ciertos años atrás, y ciertamente, la única diferencia actualmente era lo de "jóvenes".
- ¿Empezamos ya o les traigo unas velitas? - preguntó uno de los sujetos.
- Te sigues viendo igual de bien después de tanto años. - comentó Conway cálidamente.
- Me da rabia aceptarlo, pero tú también.
El despacho se quedó en silencio por unos segundos.
- Y... siento mucho lo de Julia, ella era también una buena amiga mía. - traté de darle mi pésame.
- Julia... - se quedó pensativo. - Julia ya es pasado, supongo que hay que avanzar... ¿No?
Me permití sonreír más ampliamente y asentí.
- Conway, si no la besa usted, voy yo y le como la boca. - comentó el segundo enmascarado.
- ¿Qué coño has dicho, anormal? - dijo el superintendente sacando la porra. Su semblante se tornó serio y comenzó a avanzar hacia el sujeto con graves pisadas.
Sabiendo lo que iba a pasar, di unas zancadas hasta cogerlo del brazo y frenarlo, en cuanto sintió mi piel contra la suya relajó los músculos de su cuerpo.
- Veo que sigues siendo igual de agresivo. - dije en tono jocoso.
- No sabe usted cuanto. - comentó el primer sujeto.
- Anda, ven aquí.
Jalé a Conway del brazo y ambos nos fusionamos en un abrazo lleno de nostalgia, permitiéndonos revivir todos aquellos buenos momentos del pasado. Miles de recuerdos cruzaban mi memoria: paseando a nuestros perros por el parque, cuando nos escapamos de la sede del FBI juntos, cuando me presentó a Volkov... Nuestro primer beso...
- ¿Por qué nunca lo intentamos? Si eran obvios nuestros sentimientos. - susurró Conway manteniendo el abrazo.
- Nos tenían prohibido mantener relaciones sentimentales... Mucho atractivo pero poca memoria.
- Shh, calla... - se quejó ante mi "insulto". - No se tendría porqué enterar nuestro jefe, ¿no?
***
Espero que os haya gustado este shot de Conway :)
Siento si este shot ha sido un poco más corto o menos elaborado. Estoy en la recta final del curso y acabo de empezar una nueva historia, por lo que no doy avío.
Os quieroo <3
Danette
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One-shots | SpainRP/Streamers
ФанфикPequeñas historias de personajes de SpainRP o streamers. Se pueden hacer pedidos y yo os escribo la historia ;3