Pedido: @_hecate_nix Character: María 947 palabras ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Estabas caminando tranquilamente por la calle, dado que el día en la ciudad era frío, vestías con una sudadera larga y ancha, pero como siempre, tenían que estar los típicos asquerosos que te hablaban como si fueras un objeto o una muñeca barbie.
- ¿Qué haces así vestida hermosa? Ponte algo que te deje mas a la vista. - comentó un extraño.
Siempre habías decidido ignorar todos esos tipos de comentarios, así que simplemente pasaste de largo sin ni siquiera dirigirle la mirada y seguiste rumbo a tu destino: una pequeña cafeteria a la que siempre ibas, era muy acogedora y un muy buen sitio para reponer energías después de un día largo y cansino.
- Madre mía, con ese pelo pareces de esos personajes de anime que gustan a cualquiera.
Simplemente, ignoraste ese comentario como anteriormente y moviste un poco la cabeza provocando movimiento en tu azul cabello, del cual, estabas muy orgullosa.
De repente sentiste como una mano te enganchaba por la parte de atrás de la sudadera mientras que la otra mano se posicionaba en tu boca, impidiendo así los inminentes y potentes gritos. Lo malo de ese tipo de sudaderas anchas... es que son más fáciles de atrapar.
Te arrastraron a un callejón y te dieron un navajazo en el costado, no llevabas teléfono encima para llamar o pedir ayuda.
Mientras perdías sangre, te preguntabas el porqué de ese navajazo para intentar despistarte del dolor, pensabas que te ibas a desangrar ahí hasta finalmente morir ya que esa zona no estaba muy transitada.
Con tus azules ojos buscaste algún objeto que pudiera ser de ayuda, pero como ya imaginabas, no encontraste nada de valor.
Para tu suerte, a cierta persona le gustaba pasear a su perro alejado de la gente, ya que así podía pensar en sus cosas y desestresarse de sus agitadas tardes-noches.
Escuchaste los pasos de alguien que se acercaba a tu posición, empezaste a gritar lo más fuertes posible esperando que te escuchara. Con los ojos algo cerrados y la visión borrosa, divisaste a un perro gordo y peludo dirigirse hacia ti para comenzar a lamer tu cara, unos segundos después este paró y se alejó unos pasos, inmediatamente, notaste una gran sombra sobre tu cuerpo.
- EY, EY... RESPONDE... RESPONDE NO TE DUERMAS. - escuchaste una voz dulce y alterada.
Abriste un poco los ojos y conseguiste ver a un chico joven de ojos marrones verdosos y cabello castaño y despeinado.
- NO TE DUERMAS, VOY A LLAMAR A UNA AMBULANCIA... - las últimas palabras empezaste a escucharlas distorsionadas.
Tu vista no se conseguía enfocar, estaba borrosa y cuanto más abrías los ojos más mareada te encontrabas, el cuerpo te pedía que los cerraras, por si fuera poco, tenías un dolor infernal de cabeza que te amenazaba todo el rato acompañado de un indescriptible dolor en la zona del abdomen.
A partir de ese momento, todo se tornó oscuro y finalmente negro.
(...)
Lentamente empezaste a abrir los ojos con delicadeza, acción que se te complicó debido a las potentes luces que intentaban entrar en tus pupilas, con la poca fuerza que tenías, colocaste un brazo en medio para poder desesperezarte con calma.
- Eyy... - escuchaste una dulce y sosegada voz a tu derecha.
Poco a poco, giraste en cierta medida tu cabeza, alcanzaste a ver la figura del mismo que chico que recordabas, aunque ahora por fin podías ponerle una cara.
- ¿Cómo te encuentras...?
- ¿Dónde estoy? - preguntaste con la garganta algo seca.
- Según los médicos tenías un corte en un costado de un arma blanca... te encontré en un callejón. - dijo esto último con un tono triste al tiempo que te alcanzaba un vaso de agua.
- Gracias. - lo cogiste y con paciencia bebiste su contenido.
- ¿Te acuerdas de algo?
- Recuerdo que alguien me cogió por detrás y le arrastró hasta una calle sin salida, muy poco transitada y sucia, allí me hizo un corte limpio con lo que parecía una navaja.
- ¿Pero...?
- Sinceramente no sé la razón... - interviniste.
- ¿Serías capaz de recordar su cara o algo con lo que identificarlo? - se interesó más por ti.
- ¿Eres policía?
- No no, pero si que van a necesitar datos.
- Apenas muy capaz de ver su rostro, pero recuerdo que llevaba un sudadera gris con letras negras en la parte de atrás de esta... ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Claro.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Esperando a que despertara.
- Llevas tres días en coma, cada día vine un rato para ver cómo ibas y demás. - comentó quitándole hierro al asunto.
Realmente, el primer día estuvo todo el día pegado a la camilla e incluso durmió en un sillón de la sala, los siguientes días si hizo lo que dijo.
- Gracias por venir y preocuparte por mi. - le ofreciste una sonrisa sincera y agradecida. - Me has salvado al vida...
- No iba a dejarte ahí...
(...)
- Muy bien señorita, ¿Cómo ha sido su experiencia en el hospital?
- Ha estado bien... pero podrían mejorar la comida.- bromeaste con una enfermera.
Era tu último día y en apenas una hora ya te darían el alta. Escuchaste unos toques en tu puerta, la cual estaba abierta.
- Pasa, Karchez. - dijiste con una sonrisa.
- ¿Últimas horas, no?
- Así es...
- Y... en realidad vengo para comentarte una cosa.
- Cuéntame. - espetaste mientras te recolocabas.
- Era para saber si algún día... ¿Te gustaría que quedáramos a pasear a nuestros perros, o a tomar algo...?
Se le notaba sumamente nervioso, había posicionado las manos en la espalda para que no se notara el tembleque que estas portaban.
- Acepto encantada.
***
Holaa! 🍬
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Espero que os haya gustado este shot de Karchezz :)
