Capitulo 4: Karl Grey

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*Patrick*

Un par de días pasaron, era jueves y tenía entrenamiento esta tarde, luego de la escuela pasé por la casa de los Ferguson para recoger a Brandon como de costumbre y pude sentir el olor de las dulces galletas de Sarah, sonreí al pensar en cuantas me llevaría al entrenamiento de la tarde.

Habíamos comenzado a calentar cuando las chicas llegaron en sus bicicletas como cada tarde, cabellos bien peinados, Jeans, tenis y camisetas de dibujos, Sarah se sentó y mi hermana le siguió con una sonrisa; cuando pasamos a los partidos de entrenamiento, las dos chicas brindaban cierto grado de apoyo, con ánimos y gritos, a unos metros de ellas se hizo otro conglomerado, las animadoras recién terminaban sus prácticas y habían tomado su lugar en las gradas, el partido de prácticas termino, mi equipo ganó, Brandon y yo nos dirigimos a las niñas porque estábamos muriendo de hambre.

Buenas tardes Sarah, hola Lau – dije con una sonrisa cansada, mientras terminaba mi botella de agua - ¿De qué son las galletas hoy? – pregunté y peine mi cabello hacia atrás

Oh, lo siento – dijo Sarah y sonrió – hoy no hice para ti – agregó nerviosa y luego la vi levantar su mano – Karl, por aquí – dijo hacia el resto de chicos.

El tonto de Karl, que parecía estar buscándola corrió gradas arriba y la saludó con cariño

Pensé que no vendrías Sarita – dijo sonriente - ¿Cómo fue tu día? – agregó mientras se sentaba a tu lado

Bastante bien – dijo ella tranquila – te traje galletas de arándanos, son mis favoritas – le comunicó sonriente.

"Son mis favoritas también" – pensé mientras les miraba lleno de enojo.

Luego de un rato, Laurie me dio unas cuantas galletas, y las comí agradecido, pero aun no podía apartar mis ojos de la escena, Karl y Sarah parecían conocerse de toda la vida, hablaban cómodos y no se inmutaban en mi presencia.

¿No piensan venir a saludar? – Gritó Evangeline y en respuesta Brandon y yo decidimos marcharnos con el grupo de chicas, vi a mi hermana retorcerse de angustia cuando los labios de mi mejor amigo chocaron con los de su novia, y pronto estaba sacudiendo a Sarah para que se fueran de ahí.

Las llevaré a casa – dijo Karl con una sonrisa

Vinimos en nuestras bicicletas – comentó Sarah con timidez

Las podemos meter en la parte de atrás de mi Jeep – insistió Karl – se está haciendo tarde, es peligroso que dos niñas bonitas anden solas en las calles – agregó – Lo siento chicos, no los acompañaré esta tarde, iré a llevar a Laurie y Sarah a casa – dijo a el resto de chicos del equipo, y luego caminó lejos de nosotros, tomando en cada una de sus manos la mano de una de las chicas.

Para cuando volvimos a casa a las 8, pudimos escuchar las risas dentro, nuestras hermanas se encontraban en la sala de la casa Ferguson, Con Karl y Jamie jugando a algo que se me dificultó descifrar

Qué bueno que llegaron – comentó la señora F sonriendo – necesito algo de ayuda en la cocina – agregó en el mismo tono

¿Qué necesitas mamá? – preguntó Brandon

Pues, quiero hacer una merienda para los chicos, Sarah no suele invitar amigos, me pueden ayudar con unos sándwiches

Seguro – comentó Brandon y a pocos minutos nos encontrábamos en la cocina armando sándwiches y sirviendo jugos, llevábamos los platos hacia la sala cuando una pregunta me hizo frenar en seco y casi tumbar las bebidas

¿A dónde me llevarías en una cita? – preguntó Sarah con sus mejillas rojas

Iríamos primero a un bonito café, o al cine, o podríamos cenar en un restaurante bastante elegante – comentó Karl mientras tomaba la mano de Sarah y le dejaba un beso en el dorso.

DEAR SARAHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora