##13

251 41 4
                                    

Soojin se sentía extraña, lo admitía, gustaba de Shuhua y eso ya no había duda, era difícil poder negarlo.

Y tampoco quería.

¿Que debía hacer? ¿Y si Shuhua no sentía lo mismo? ¿Y si solo era una confusión del momento y en realidad Soojin no sentía nada? ¿Y el rechazo? ¿Como se declararía?

Todo era tan complicado, tenía miles de preguntas haciéndose ahora mismo en su cabeza. Nerviosa, comenzó a jugar con los anillos de sus manos.

Por lo menos ya sabía que tenía oportunidad, gracias a Yuqi, sus expectativas se habían hecho aún más grandes. Por una parte tenía miedo, y por otra, se escondía un sentimiento de alegría.

Deseaba en este mismo momento estar al lado de Shuhua, ni siquiera tenía su número como para contactarla; y eso la irritaba. No poder hablar con ella.

Bufó, y como no podía quedarse quieta en un su habitación, decidió salir un poco.

También se estaba preguntando: "¿Como estará Shuhua?" Aún estaba convencida de que fue su culpa. No había forma de que la pequeña no había entendido que no debía tirarse.

Y eso era algo extraño, ¿por qué al final saltó?

Por suerte se ahorraron un castigo por estar encerradas una noche entera en la escuela.

Soojin se empezó a sentir culpable por eso, si desde un principio hubiese sabido que lo de Shuhua y Yuqi era algo que nunca pasó, quizás todo hubiera estado bien. Quizás no, en definitiva no hubiera pasado nada.

Comenzó a llover levemente, a Seo le encantaba la lluvia, disfrutaba de esta, porque en su infancia, más que nada, era como su única amiga y la acompañaba en sus momentos difíciles donde solo quería llorar y que nadie la escuche.

Recordar esos momentos la hacía poner sentimental, aún no recibía noticias sobre sus padres, pero así como no recibía noticias, tampoco recibía el sentimiento de tristeza.

Recordar esos momentos la hacía poner sentimental, aún no recibía noticias sobre sus padres, pero así como no recibía noticias, tampoco recibía el sentimiento de tristeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Enserio estás bien? —preguntó por milésima vez la mayor— ¡Shuhua lo siento, lo siento!

—Unnie, te llevas disculpando por más de media hora. —dijo preocupada— No fue tu culpa, fue la mía. Aunque recibí un impulso... —pensó— Bueno, eso no importa. Estoy sana y salva, aquí parada en frente tuyo. De hecho, hace días que no puedo descansar bien, así que estar inconsciente por esa cantidad de horas me hace sentir con más energía.

—Yo...

—No te preocupes. Ahora, pasa. No hay nadie, estoy sola. —Soojin asintió y entró al departamento

—Seguro tus padres te regañaron, lo si-

—Ya basta con la disculpa, unnie, ya te dije que estoy bien. Sí, me lleve unos grititos por parte de mi madre, mi padre solo se limitaba a ver lo que pasaba. —se encogió de hombros— Nada más.

Shuhua caminó hacia su habitación, Soojin solo la estaba persiguiendo.

—Lo siento, mi habitación suele estar desordenada... —soltó una leve risita contagiosa

—Tienes un bonito cuarto, así como tú. —dijo la mayor con un poco de timidez

—¿Como yo? —preguntó sonrojada— Yah, no digas esas cosas. Es vergonzoso.

—Creí que te lo decía todo el tiempo... —se rascó la nuca, algo incómoda

Para romper el silencio que se estaba armando, la pequeña decidió mostrarle algunas cosas importantes que guardaba.

—Woah... —exclamó asombrada— ¿Guardas estas cosas? —tocó los objetos con cierto cuidado

—Algo así. —afirmó mientras sonreía— Todos estos momentos los recuerdo como si hubieran sido ayer, hasta los mínimos detalles y los momentos más tontos que puedas imaginar.

—¿Tienes un hermano? —observó la foto en su escritorio

—Ah... mi hermano mayor, peleamos todos los días, como todos los hermanos lo harían. Aún así, lo quiero mucho.

Soojin se rió.

—¿Tienes hermanos?

—Una hermana. —soltó— Estaba de viaje, como hace una semana regresó para quedarse.

—Oh, eso es genial.

—Lo es... ella no tenía tanto tiempo para mi como antes, así que me hace felíz.

Ambas se fueron contando un poco más de la vida personal de cada una. Soojin cada vez se enamoraba más de la menor, le parecía interesante, bonita, tierna, positiva, en pocas palabras, era perfecta, o al menos en sus ojos.

Había pasado un gran rato de charla, hasta que Soojin se decidió por preguntarle algo.

—Shuhua, ¿en este momento, estás enamorada de alguien?

La pequeña lo pensó por un momento, y luego respondió...

—Sí.

—O-oh... —dijo nerviosa— ¿Y quién es?

—B-bueno... es qué... me da vergüenza decírtelo.

—Está bien si no quieres contarme, supongo que aún no tenemos la confianza suf-

—S-Soojin... en realidad...

La mayor la miró asustada, tenía miedo de ver lo que decía, sus manos se transformaron en puños y comenzó a morder su lengua.

—La persona que me gusta es...

Inesperadamente, la menor soltó un "Tú"

Aquél "tú" hizo que Soojin se sintiera perdida por un momento.






not afraid of you, monster ˢᵒᵒˢʰᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora