Espuma de mar || Omegaverse

2.

Muchos dicen "Que bonito seria vivir a la orilla del mar, ver la playa a penas despertar y dar un paseo sobre la arena" lo que no sabes es que cuando lo miras siempre, todos los días lo mismo realmente llega a casar, mi vida era sencilla, incluso podría decir que aburrida, viví cerca de la costa desde que tengo memoria, con mi abuela, más exactamente desde que murió el abuelo, no sé cómo será la vida en la ciudad o si será tan monótona como para que las personas añoren con vivir aquí, pero me gustaría visitarla algún día.

También hablan mucho de que al vivir en un sitio turístico es divertido por que conoces muchas personas, pero yo odio a esas personas, no hay nada que deteste mas que la temporada vacacional, el sol, la gente, la basura. Tal vez si no fuera un tipo tan asocial podría disfrutarlo, pero no, mejor alejarte de todo eso.

Y que decir de mi vida amorosa, casi nula, siendo un omega podría utilizar la ventaja que me dan las feromonas para atraer a algún baboso cuerpo caliente, sin embargo y aunque no lo he hecho siento que el sexo está sobrevalorado, vamos besar es lo mejor del mundo pero cuando alguien me empieza a tocar con otras intenciones simplemente me asquea, además nada que una buena paja no solucione, no necesito un contacto sudoroso y agotador con alguien sumándole que nadie sabe tocarme como yo lo hago, es más, estoy a nada de declararme asexual para olvidarme de esas tonterías.

Hay veces que desharía ser una simple estrella de mar que existe por que si sin hacer daño a nadie, lo que disfruto, estar en casa con el aire acondicionado pegándome en la cara con absoluta calma y los días de lluvia, no saben lo placentero que es que tus pies toquen el mar mientras las gotas de lluvia te empapan la cara, esos son los mejores días de mi vida, ahí es cuando aprovecho y bajo al mar para hablar con él.

[Hola señorita sirena ¿Cómo está usted hoy?]

La pregunta que siempre lanzo y al escuchar con absoluta calma, es como si el sonido relajante de las olas me respondiera.

[No estoy bien, gracias por preguntar]

[Yo te haría estar bien, porque si te hubieras enamorado de mí, yo si te habría correspondido, yo si dejaría todo lo que tengo por estar contigo, no como ese príncipe egoísta]

Esa es mi vida, tan simple pero funcional.

Volver a una casa sola que lo que menos tiene es un aire solitario, aunque la abuela este en su negocio a unas calles aquí resguarda su calidez, la abuela siempre ha sido una mujer enérgica y vigorosa, una alfa fuerte a la que la edad no ha podido desgastar, aunque aun es muy joven, yo diría que mis padres me tuvieron muy jóvenes, pero no es algo que pudiera comprobar ya que no los recuerdo, hubo un tiempo que sentí curiosidad por conocerlos pero eso quedo atrás, si ellos no quisieron porque yo si habría de hacerlo, según el psicólogo eso explica mi desapego por otro ser vivo con el que no tenga una relación profunda.

Eso era todo lo que tenía para mí, la abuela, el aroma del mar y el viejo libro de cuentos del abuelo que guardaba en su interior la historia errónea de la sirenita, en una habitación demasiado grande para una persona, pero perfecta para mí.

Esa era una tarde como cualquier otra, a nada de que iniciara la temporada de lluvias mientras terminaba la molestosa tarea de la escuela mirando por la ventana las primeras gotas de agua empezaron a caer, me emocione, así es como me encantaba que se vieran las tardes, mire por la ventana hacia las olas del mar que quedaba a solo unas cuantas calles donde la lluvia se unía para convertirse en una con su suave movimiento, pero había algo diferente.

Entre el extenso mar, muy alejado de la costa había una chica, completamente desnuda aunque su cuerpo estaba cubierto de la cintura hacia abajo con el agua, peinaba su cabello con las manos en una calma excesiva, poco le importaba la baja temperatura, era como si sus movimientos fueran uno con las olas, como si ella hubiera pertenecido al mar toda su vida, no quería perder ni un detalle pero tenia que verla desde más cerca.