Espuma de mar || Omegaverse

Epílogo

-...Espe...aaah- se llevó la mano a la boca para evitar emitir cualquier sonido
-Ya estas por terminar ¿Verdad?- volvió a hundir su rostro mientras su mano masajeaba el frente

Se sostuvo con fuerza de la mesa y en un sonoro gemido dejo que el placer se extendiera por su cuerpo manchando la mesa, disfrutando de sus hipnotizantes sensaciones que fuero rápidamente interrumpidas por un llanto.

-Muy bien, lo despertaste-
-Es toda tu culpa-la miro molesto- yo estaba perfectamente preparando la cena cuando comenzaste de caliente, ahora ve y calmalo-
-¿Yo comencé pero si tu...?-
-Mientras más rápido se duerma podremos continuar con lo nuestro- la beso para empujarla fuera de la cocina
-Ya bajo-

Rápidamente subió las escaleras llegando al lugar donde provenía el ruido notando que dejó la puerta abierta, entonces si era su culpa que de despertara con el ruido pero claro que nunca le diría eso.

-Hola, precioso- en cuanto el niño la escucho se calmó y le regaló una sonrisa sin dientes- pero que preciosas encías- lo cargo- Debes volver a dormir rápidamente porque mami está de muy buen humor hoy y sabes lo que significa- escuchaba sólo risa como respuesta- Así es, que pronto tendrás un hermanito- le beso la mejilla mientras lo arrullaba y miro el reloj- Aún te falta una hora de sueño- se sentó en la mecedora tomando el libro de la repisa y con ligeros movimiento comenzo a leer- Era hace una vez una hermosa sirena...-

Leer la misma historia una y otra vez nunca le había parecido una molestia, más porque le recordaba tanto a la persona que amaba que cada que repasaba esas palabras se encargaba de rectificar sus sentimientos por su ahora esposo, además de ser el libro con el que el bebé siempre escuchaba hasta que involuntariamente sus ojos se cerraban, tal vez porque era el mismo que le leían cuando Alain estaba enbarazado.

-...entonces el príncipe- miro como tenía los ojos bien cerrados- Perfecto-

Lo abrazo con suavidad para levantarse y llevarlo hasta su cuna, o eso planeaba hasta que el timbre de la puerta resonó por toda la casa y después el llanto.

-Te juro que voy a arrancar esa cosa- bajo furiosa las escaleras pero con cuidado porque sostenía al bebé en brazos para calmarlo
-No debes- lo escucho desde la cocina
-Sí es otro vendedor lo sacaré a patadas-

No era la primera vez que le pasa, si el timbre de la casa despertaba al pequeño era imposible que se volviera a dormir en un buen rato por el susto. Abrió la puerta cubriendo bien al niño con la cobija.

-¿Quien caraj...?- se detuvo en cuanto lo vio

Un hombre delgado con ropa desgastada le sonreía apagadamente con una barba descuidada y ligeras ojeras bajo los ojos, pero aún con todo eso, veía un rostro hermoso con rasgos finos y delineados, entonces detuvo sus pensamientos para recordar a su hermosa pareja y su lindo bebé que descansaba sobre su pecho.

-Buenas tardes- se retiró la gorra- Estoy buscando a Paty- miro alternadamente la placa donde ponía el nombre de la familia residente-¿Aun vive aquí?-
-...Si, está en...- dudo porque era alguien que nunca había visto y eso era difícil en una costa tan pequeña- ¿Para que la necesita?-
-Es que vengo a visitarla, ¿puedo preguntar qué es usted de ella?- su voz era suave y dulce tanto que le parecía familiar
-Soy la esposa de su nieto, ¿y usted es?-
-¿Su nieto?- parpadeo un par de veces antes de sonreír nervioso-Entonces ese bebé...-

Los ojos del sujetó se iluminaron de emoción intentando tocar al pequeño entonces aunque todo estuviera inconexo entendio la situación y su extraño parecido con su pareja hizo las cosas muy evidentes.

-¿Por que tardas tanto?- Alain apareció detrás de ella para ver a quién estaba en la puerta abrió los ojos ampliamente y después frunció el ceño. Entonces la jalo hacia dentro y azotó la puerta con firmeza- Rompe ese timbre y la próxima vez que lo veas lo corres a patadas-
-Espera Alain, no deberías...-
-No- le dijo molesto sosteniendo al bebe entre sus brazos yendo al cuarto del pequeño