Capítulo 8

636 45 36
                                    

Antes que nada, de todo corazón espero que ustedes y sus seres queridos se encuentren muy bien. Recordemos que, lamentablemente, seguimos en pandemia y que no hay que bajar la guardia. Manténganse a salvo y cuiden a los suyos. Por mi parte les mando un fuerte abrazo a la distancia.

Pasando ahora a lo que nos tiene aquí: Después de algunos meses (sí, lo sé) les traigo, no sólo la actualización, sino el final de esta pequeña historia. Pudiera haber contado muchas más cosas pero considero que es justo terminarla como fue planeada originalmente.

Muchas gracias a quienes han estado al pendiente de mis historias. Gracias a los que han dejado reviews, estrellitas y kudos. Les he estado leyendo a cada uno y lamento si en esta ocasión no he estado respondiendo a los comentarios como es mi costumbre. Entre la pandemia, el trabajo y algunas cosillas que han acaparado mi atención en este tiempo, mi inspiración decidió irse quién sabe a dónde, pero ha regresado, así que hay que aprovechar jeje.

Espero les guste y puedan perdonar cualquier error.

___________________________________________________

Snow contuvo el aliento y su instinto de supervivencia la incitó a retroceder con cada firme paso que la reina daba hacia ella.

No obstante, el mismo terror que la invadía la dejó congelada en su sitio con plena seguridad de que, frente a ella, tenía a la mismísima Reina Malvada. Le fue inevitable sentirse como tantas veces lo hizo en el bosque encantado. Asustada sí, pero decidida a no permitir que el mal y la oscuridad ganaran.

Así que alzó la cabeza y apretó las manos en puño a cada lado de su cuerpo en clara señal de desafío contra la Reina Malvada que ahora le miraba fijamente a través de la reja de la celda.

Podía ver la rabia reflejada en los ojos de su más grande enemiga. La mujer que se había empeñado tanto en destruir su final feliz al grado de meterse con David, con su príncipe encantador y amor verdadero.

Su vista se nubló por las lágrimas de coraje e impotencia. Abrió la boca para retarla, convencida que debía destruirla para acabar por siempre con el mal y la oscuridad que esa malvada mujer representaba, pero no lo consiguió. Toda palabra murió cuando algo apretó con fuerza su garganta y se vio precipitada hacia el frente.

Cerró los ojos esperando el duro golpe contra las rejas que nunca llegó. Quiso gritar por el susto que la situación le causó, pero fue incapaz de emitir sonido alguno.

Lo único que pudo hacer fue mirar con terror a Regina quien le miraba enfurecida y mantenía la mano derecha en alto en un claro gesto de ser ella quien la tenía sujeta y le bloqueaba el libre paso del aire

- ¿Sabes lo sencillo que sería terminar con tu insignificante existencia? - preguntó la reina mientras miraba fijamente a la princesa - Tan fácil como girar un poco mi mano - se acercó un poco más y alzó su mano libre - O tan simple como sacarte el corazón y aplastarlo - dijo al tiempo que cerraba la mano izquierda en un puño haciendo el ademán de lo dicho.

Podía ver el terror en la mirada de Snow y no se sorprendió de no sentir ni la más mínima empatía por la princesa. No había nada, ningún sentimiento bueno que quedara en ella hacia la que alguna vez fuera su más grande enemiga. No después de lo que le había hecho.

La princesa se vio libre de pronto y se aferró a los barrotes de la celda con fuerza, tosiendo ruidosamente mientras trataba de que el aire llegara a sus pulmones.

Regina arrugó la bella nariz en un gesto despectivo al ver lo poco fina y delicada que se veía Snow en ese momento. Decidió alejarse un par de pasos esperando a que se recuperara para hacerle saber a qué había ido ahí

La Verdadera OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora