Bademona

Capitulo 3

Había pasado 2 semanas desde aquel suceso con mi madre, ella volvió a ser la misma. En la escuela todos aún me tienen miedo, y a mi eso me gusta, no se porque pero amo sentir miedo en los demás, me hace sentir poderoso.

Estaba en casa realizando mis deberes, mi madre había salido y yo me encontraba sólo en casa. Estaba terminando de hacer mis tareas cuando escucho algo caer y romperse en la cocina. Dejó fe hacer mis cosas y me dirijo a ver que es lo que sucede. Cuando llegó a la cocina me quedo pasmado con la escena que estoy presenciando.

En el piso había un charco de un líquido espeso y rojo, parecía sangre, habían pedazos de vidrios en este y un niño descalzo, parado en el charco, mi vista fue subiendo lentamente, el niño era pálido, sus venas eran negras, llevaba mi ropa, pare mi vista en su rostro y sorpresa me llevé cuando vi que ese niño, era yo. El mismo cabello negro, los labios finos, los ojos no eran oscuros sino anaranjados, y me estaba señalando.

—ya es hora de que dejes de esconderte – hablo el niño, su voz era monstruosa – acepta lo que eres.– no entendía lo que me decía, no sabia a que se refería. Lo más extraño es que sentía que yo era el, que él era una parte de mí, de lo que yo soy.

El chico Caminó hacia mí, colocó su mano derecha en mi hombro izquierdo, y sus labios se ensancharon en una sonrisa sin mostrar los dientes, sin darme cuenta yo también sonreía, era extraño, pero lo hacía.

—Debes aceptar quien eres – me dijo y desapareció, todo volvió a la normalidad, en el piso no había sangre y tampoco se encontraba el vaso roto, todo estaba en su lugar.

Salí de la cocina y me senté en el sofá, encendí la tele y justamente se encontraba el canal de noticias.

—... Al parecer la niña que salió lastimada en el incidente de la vez pasada habíacaído en coma semanas una semana atrás, sus padres están a la espera de que pase este día, si la niña no despierta la van a desconecta....–la apague, me levanté de mi lugar y salí de la casa, tomé mi bicicleta y me dirigí al hospital central, debia de ver a esa chica antes de que muera.

Llegue al hospital y pregunté en que habitación estaba, al principio no me querían dar sus datos, pero pude convencerla diciéndole que era su hermano, por cierto en las noticias habían pasado su nombre. Por tal motivo sólo use su apellido, la sra. Me dijo que estaba en la habitación 514, me dirigí a ella.

Llegue, y entre muy silenciosamente sin dejar que alguien me descubriera, cerré la puerta suavemente y miré al frente, ahí estaba aquella niña que me había ayudado contra esos idiotas, tenia unos aparatos conectados. Me acerqué a ella, me senté en una silla y le acaricie la mejilla.

— Gracias – dije luego de unos minutos – si no fuera por ti, ellos me hubieran humillado – hice una pausa, la observé detenidamente – pero ahora... por mí culpa tu has quedado en este estado – una lágrima recorrió mi mejilla – lo siento mucho, si pudiera hacer algo para ayudarte lo haría – dije, me sentía impotente, no podía hacer nada para ayudar a alguien. Tomé una de sus manos y la besé, sentía culpa.

Repentinamente el aparato que indicaba si estaba viva o no comenzó a descender los números,estaba asustado, llamé rápidamente a la enfermera y unos médicos llenaron la habitación, me sacaron de allí, y yo solo pude ver como la persona que me había ayudado moría.

— Debes de quedarte aquí, no puedes entrar – me dijo la enfermera que me había sacado, yo solo asentí como respuesta. Ella me dio la espalda y volvió a entrar a la habitación. Me quedé en e l pasillo, solo. Sentía que mis párpados me pesaban y como me en tragaba a morro sin poder evitarlo.