Llegué a la fiesta y todo el lugar estaba lleno de universitarios. Chicas sexys se paseaban de un lugar a otro mostrando casi todo, sin dejar nada a la imaginación. Este lugar era como mi campo de juegos, cielos! Tal parece que las mujeres fueron sacadas de un prostíbulo.
Me encontraba en la barra, tomando, giré mi vista hacia la derecha y me encontré con una rubia de senos grandes y buen trasero, se veía bien, era sexy. Esta chica será mi próximavíctima, me dije a mi mismo, quería tener un poco de acción y creo que ella era la indicada para darme una buena mamada.
Camine hacia ella, esta me vio y me sonrió, ya sabia yo que esta me iba a complacer e todos mis deseos de esta noche. Le devolví la sonrisa.
- Hola...- corte en ese mismo instante para que me dijera su nombre, aunque la chica Solo me interesa por está noche.
- Amanda, mi nombre es Amanda- se me acercó más, hasta el punto de invadir mi espacio personal y besó el lado derecho de mu cuello- ¿ cual es tu nombre?- susurró en mi oido. Me mordí mi labio, posé mis brazos en sus caderas y la acerque más a mí. Nuestros cuerpos sólo los separaba la ropa que teníamos.
- John, ese es mi nombre.- le dije, haciendo el mismo procedimiento que ella, me acerqué a su oído y lo susurré.
Amanda iba a estrellar sus labios en los mios, pero la paré, yo no me besaba con putas de una noche, eso ya lo había dejado hace un tiempo, después de que las besaba me sentía sucio, además no lo sé, pero no me gustaba besarlas.
- Lo siento preciosa, pero yo. No beso- le dije, Amanda entendió completamente y comenzó a restregar su cuerpo al mío, mi amigo ya estaba despierto, la tomé y la llevé a una habitación, la lancé a la cama y rápidamente comencé a romper su ropa.
- Que salvaje!- creo que a Amanda le gustaba el sexo salvaje y si ella quería sexo salvaje, entonces eso tendría. No me gustaba el sado-masoquismo, pero algunas veces podía hacer excepciones, como cuento estaba muy estresada y sentía la necesidad de golpear algo, solo buscaba una puta qie le gustara y ya. Era fácil.
Giré a la puta y la puse de espaldas, quite su vestido un poco roto, no llevaba bragas así que me ahorró el trabajo, le golpeé el trasero unas 8 veces, Amanda sólo gemía, creo que le gustaba y yo ni hablar. La giré nuevamente, quedando esta frente a mi, sus pesones estaban erectos, los pellizque y ella gemía, una y otra vez. Me lleve uno a la boca y jugué con el en mi boca. Bajé una mano a su sexo, y y ya estaba húmedo, esta chica es una moja bragas.
Amanda abrió las piernas, quería que yo ya entrará en ella, pero yo aun no quería, no Hasta que me lo pidiera, jugué con su clitoris mientras Amanda se removía por el placer.
- Por... por favor - me dijo. Yo sonreí, aun no quería dárselo. Deje de acariciarla y me aparté de ella. Amanda frunció el ceño - ¿pero que haces? - me preguntó.
- Quiero que me des una mamada - le dije, Amanda me mostró una sonrisa para después acercarse a mí, bajar mis pantalones junto con mi bóxer, tomó en sus manos mi miembro erecto y abrió la boca con sorpresa, al parecer no lo esperaba tan grande y gordo. Se lamió los labios y casi ponía la boca en el, pero yo la paré, me coloque un condón y después le avise que ahora si podía hacerlo.
Ella chupo mi miembro como toda una experta, sentí que me venía, le avise pero ella seguía hasta que lo hice, me vine en su boca, no mas bien en el anticonceptivo.
Amanda se sentó en la cama y abrió sus piernas, esperando a que yo entrara en ella, solo que yo no tenía ganas de meterme entre sus piernas, ella era una mujer ardiente, eso sin duda, pero ya se me quitaron las ganas. Comencé a subir mi bóxer y mi pantalón, bajo la atenta mirada de amanda, al terminar de hacerlo la observé atentamente, su rostro esta indescifrable.
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Bademona
General Fiction- ...¿ yo? - Mis dudas eran muchas. Con la mayor desconfianza del mundo había respondido aquella pregunta que mas bien salió como otra interrogante dirigida hacia aquel ser que cada vez me ocasionaba mas miedo. Volvió a rodearme nuevamente hasta que...