Capítulo 1

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Paul llegó al departamento con una sonrisa de oreja a oreja y un sobre azul con plateado que colocó con orgullo sobre la mesa que su pareja había preparado para ambos. Denny esperó a que su novio hablara:

—Conseguí el empleo, empiezo el lunes...

—Oh, Paulie —lo abrazó con fuerza y rió con alegría—. ¡Muchísimas felicidades! No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso. ¿Cómo te sientes?

—Emocionado, el colegio es uno de los mejores de la ciudad y, ya sabes, siempre aspiré a trabajar en una escuela así. Se siente como un sueño.

—Suena como el lugar perfecto para tener a un profesor tan talentoso como tú —volvió a abrazarlo—. Sé que lo harás increíblemente bien. Todos te adorarán, ya lo verás.

—Eso espero, voy a trabajar muy duro.

—Esto merece un brindis —Laine abrió la botella de vino que estaba sobre la mesa y sirvió ambas copas.

—Bueno, pero sólo una copa, ¿de acuerdo?

—Una copa para empezar —Denny le dio una copa y alzó la otra—. Por el sexy profesor McCartney. Sabía que te contratarían, supe desde un principio que iban a ver todo el talento que tienes.

—Gracias por creer en mí —el pelinegro sonrió, alzando un poco su copa para luego darle un pequeño sorbo—. Me dijeron que les había agradado mucho mi curriculum y las cartas de recomendación los convencieron. Tendré sólo dos grupos por ahora, mis clases serán las últimas dos del día, así que tendré las mañanas libres, quizá pueda conseguir otro empleo.

Denny frunció el ceño y negó con la cabeza.

—No creo que eso sea necesario, sabes que mi salario es suficiente para cubrir todos los gastos, Paul. Si dejé que intentaras conseguir este trabajo fue porque sé que es algo que querías desde hace tiempo y que te haría feliz, pero no necesitamos el dinero.

—Sabes que quiero ahorrar para estudiar una maestría, quizá después un doctorado —le explicó McCartney, todavía sonriendo un poco—. Podría acceder a puestos más altos y mejores pagados con esa preparación.

—Bueno, eso no puedo negarlo —Laine le dio otro trago a su bebida antes de tomar la mano de su pareja—, pero te digo que no es necesario. Yo te daré todo lo que quieras, amor, sólo tienes que pedirlo y lo conseguiré para ti. Sé que has pasado por cosas muy difíciles, así que ahora te toca relajarte y no preocuparte por nada.

Paul sonrió y se acercó más a él para besarlo.

—Te amo —le susurró al oído.

—Sabes que yo te amo más —respondió Denny, sonriendo—. Deberíamos pedir una pizza, no tardaría tanto en llegar. A menos de que quieras que vayamos directo al postre. No me molestaría...

McCartney se sonrojó mucho, pero su novio ni siquiera le dio tiempo de reaccionar, pues se abalanzó sobre él para besarlo. El sabor en la boca del hombre le hizo saber que la copa que se había servido frente a él no había sido la primera. Paul dio un respingo al sentir las manos de Denny acariciando su trasero con ahínco.

—No... Denny... —intentó apartarse, pero su pareja tenía más fuerza—. No creo que sea el mejor momento.

—Lo es, ambos sabemos que te encanta, Paulie... —besó su cuello.

—No... Denny, no quiero... hagámoslo más tarde, ¿sí?

No era sólo que no tenía ganas de hacerlo, sino que tenía un asunto por resolver, pero Laine lo ignoró. Denny continuó besando y tocando cada parte del cuerpo de su novio, hasta que Paul había terminado cediendo.

Gemütlichkeit [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora