Capítulo 3

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Jane
Estaba hablando con aquel chico cuando de la nada una chica le gritó, ¡Hola mi amor!, era su novia.

Era de esperarse que alguien tan atractivo como el, saliera con una chica tan bella, no pude evitar mirarla de arriba hacia abajo, ella vestía un saco color carmesí, con un vestido (demasíado corto a mi parecer) color morado, unas botas negras, un maquillaje sencillo que aún así resaltaba su belleza y su cabello color rojizo con rizos la hacía verse aún más bonita.

Es verdad lo que dicen, la gente linda, sale con gente linda. Ellos comenzaron a abrazarse, me sentí incómoda y decidí irme sin avisar, dudo que lo notará, solo un bobo no le daría toda su atención a una chica tan linda como ella, siento como si mi autoestima estuviera por debajo del 0.

El resto del día fue bastante normal, siempre hacen las mismas temáticas de los primeros días, te obligan a presentarte frente a toda el Aula y repites lo mismo una y otra vez en cada clase que pasa.

Son las 2:30 pm, es demasiado temprano para ir a casa, decidí ir al parque, me gusta observar a los demás y nadie me molesta ahí, es tranquilo y sirve para despejar la mente.

El cielo comenzó a nublarse de la nada, es perfecto así no habrá nadie más en el parque, me recosté bajo un árbol demasiado grande para cubrirme de la lluvia. Nada más hermoso que presenciar una tormenta con todo su esplendor.

Pronto darían las 6:00 pm, debía volver a casa aunque no quisiera porque comenzaba a obscurecer, el frío abrazaba mi cuerpo pero no tenía suficiente dinero para tomar un taxi, no tenía otra opción que caminar a casa.

Por suerte ya no llovía, pero abundaba el agua en la carretera, varios coches pasaban por la orilla y empapaban mi ropa, pareciera que lo hacían a propósito, mientras caminaba, entre a un callejón, se veía muy peligroso pero a estas alturas creo que ya no podría pasarme algo peor.

Mientras más me adentraba, más obscuro se ponía, sentía que alguien me observaba pero cada vez que me giraba hacía atrás no había nadie. De la nada dos tipos se pararon frente a mi impidiendome el paso.

-Hola muñeca -menciono uno de ellos mientras se relamía los labios.

-Me dan permiso por favor, necesito pasar -ellos me miraban de forma morbosa y eso me provoco mucho asco, ambos vestían una polera pero de distinto color, uno usaba una polera roja y el otro una color negra.

-Lo siento nena pero no podemos permitir eso -El de la polera roja comenzó a acercarse a mi y me tomo del brazo.

Estaba perdiendo la cordura, pero no quería causar más problemas así que se los pedí amablemente una vez más.

-Suéltame y tú no te me acerques -le ordene a el otro tipo- solo déjenme seguir mi camino por favor o atenganse a las consecuencias -ambos se reían de mí.

El tipo con la polera roja se puso detrás de mi y me sostuvo de ambos brazos mientras el otro intentaba manosearme.

-Sostenla -ordeno el tipo frente a mi- y tú nena no te muevas y disfrútalo.

-Disfruta esto imbécil -grite.

Le di un rodillazo en sus partes bajas mientras que daba un pequeño salto hacia atrás dándole un cabezaso a el tipo que me sostenía por detrás, ambos se quedaron en el suelo mientras yo salía corriendo a toda velocidad.

-¡Maldita perra! -grito uno de ellos.

Ambos venían tras de mi, aún se quejaban pero su coraje los hacía levantarse, no podía detenerme para nada, si me atrapaban era mi fin.

Trataba de acelerar el paso pero mis zapatos con suela lisa me lo impedían, debía tener mucho cuidado porque en cualquier momento...

-¡Agh!, ¡Maldita sea! -gritaba de dolor.

Había resbalado y me había lastimado las manos y las rodillas al caer, dolía demasiado, trate de ponerme en pie lo más rápido posible pero ya era demasiado tarde.

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