Este capítulo contiene contenido inapropiado o sensible para algunas personas, se recomienda discreción.
Jane
Seguía corriendo a toda velocidad, mis zapatos tenían la suela muy lisa y en cualquier momento el agua podría hacerme resbalar y caer.Al terminar de decir eso ya me encontraba en el suelo con las rodillas y las manos lastimadas al caer, trate de ponerme en pie enseguida pero me dolía el tobillo, ya era demasiado tarde, ambos tipos se encontraban frente a mi.
-¡Te arrepentirás de lo que hiciste perra! -grito el de la polera negra y abofeteo mi rostro con mucha fuerza, mi mejilla ardía.
-Jajajaja -me carcajeaba en sus rostros.
-¿De qué te ríes bastarda? -pregunto el otro tipo.
-De ustedes, son dos "Hombres" y ni siquiera pueden con una mujer indefensa como yo, si que son patéticos.
Se que estaba arriesgando mucho mi vida, pero si este era mi fin, moriría a mi manera, luchando hasta el final y no haberme rendido y rogado como una cobarde.
-Pareces tener muchas agallas, pero yo te las voy a quitar con una buena cogida princesa y después te abriré las entrañas -comenzaba a desabrocharse el pantalón mientras el tipo con la polera negra me sujetaba con fuerza.
-Haz lo que quieras, no te tengo miedo, lo que sea que hagas conmigo solo demostraría que yo tengo razón, eres tan patético, te hace falta valentía para convencer a una chica de que realmente este contigo, pero ya que no eres lo suficientemente "Hombre", es mejor obligarla.
-Te voy a demostrar que soy un hombre de verdad, ¡Abre las malditas piernas!.
Mire al cielo suplicando un poco de ayuda, grité con todas mis fuerzas, pero al parecer nadie me había escuchando o eso creí, mire de reojo a un par de personas caminado cerca, ambos tipos me tenían muy agarrada pero ellos eran cinco, seguro que podían ayudarme.
Grité una vez más y ellos solo miraban, ¿Por qué nadie me ayudaba?, se detuvieron a mirarme pero se excusaron diciendo "Ella se lo busco", lo único malo que había hecho era cruzarme con ellos, en ese momento perdí toda esperanza en la humanidad.
La vida era una porquería, era así como mi vida terminaría, en manos de unos tipos tan asquerosos, igual nadie me esperaba en casa, ¿Mi vida había sido buena?, la respuesta era no, mi vida era un completo fracaso, quizá ellos me estaban haciendo un favor.
Miraba al cielo y solo recordaba pequeños sucesos de mi vida, en los que alguna vez fui feliz, uno de ellos me sostenía con fuerza mientras el otro desabrochaba los botones de mi blusa, de la nada el tipo que me sostenía por detrás jaloneo mi cabello con fuerza y esto me hizo gritar.
Ellos reían, el tipo frente a mi ya casi estaba por desnudarme de la parte de arriba, mire como algo se lanzaba contra el y lo hacía gritar de dolor.
Un perro estaba atacandolo, parecía ser callejero, el otro tipo me soltó y me dejó caer para ayudar a su compañero, este golpeaba al perro pero el no sedia, seguía mordiendolo con fuerza, reaccione inmediatamente y con mi mochila golpeé con fuerza a el otro tipo para que dejase en paz al perro, este saco una navaja e intento apuntalar al canino, no se lo permití y solo alcanzó a rosarme el brazo, seguía en el suelo así que aproveche y patee con fuerza su estómago, ambos de retorcían de dolor, llame a el perro y este muy obediente me siguió.
Mientras corría mi tobillo dolía pero no me importo y no me detuve hasta llegar a casa.
-Increíble, tú mi peludo amigo, tuviste más valentía que cualquier otro de esos imbéciles, me salvaste -acariciaba a el perro.
Al entrar a casa no había absolutamente nadie, mis padres se habían marchado hace dos días y no se dignaban a venir.
-Vaya padres tan responsables me tocaron -sacaba varios pedazos de carne freída que me habían sobrado del desayuno.
-Come, te mereces esto y más -le decía al canino.
-De ahora en adelante yo te voy a cuidar, me salvaste y es lo mínimo que puedo hacer por ti, se ve que no tienes una familia, ahora en adelante yo seré tu familia.
Aquel canino parecía entenderme, movia su cola de un lado a otro, parecía feliz, después de comer lo llevé a mi habitación, el muy obediente me siguió, mi brazo sangraba, limpie la herida y tome un baño largo.
Me puse la pijama y estaba lista para dormir, aquel canino se encontraba dormido sobre el piso, a pesar de estar sucio no me importaría si durmiera sobre mi cama, pero aún no éramos muy cercanos, quizá si lo molestaba el se asustaría y me atacaría por instinto, lo deje tranquilo y trate de dormir para olvidar esté horrendo día.
Hola, me presento una vez más, soy Evey la autora de esta historia, solo para recordarles que si la historia es de su agrado por favor voten dando click en la estrellita que aparece al final de cada capítulo, se los agradecería mucho :).
ESTÁS LEYENDO
Shhh
AdventureJane es una chica normal que un día de la nada comienza a tener sueños extraños que la llevan a un mundo obscuro y bizarro dónde todo es completamente real.