Maybe I'm In Your Maze (MinQi)

CAPÍTULO 10 NO ME SUELTES, POR FAVOR

¿Habría hecho bien? ...ya se estaba arrepintiendo. ¿Vendría? Ni siquiera le había explicado para que la quería. ¿Había sido descortés? Ni un hola, sólo le mandó la dirección y le pidió que fuera. ¿Estaba perdiendo el tiempo? ¿Estaba esperándola en vano?

Esas y miles de preguntas más pasaban por la cabeza de Minnie. Decir que estaba nerviosa era poco, estaba sintiendo que sus piernas temblaban, quería correr de nuevo a su casa; pero había algo que le decía que no se fuera, algo la mantenía de pie en ese lugar.

Estaba parada en la banqueta afuera de la feria, debajo del cielo estrellado, simplemente esperando. A su espalda se encontraba un bullicio ocasionado por la gente que formaba la fila para entrar a la locación; las personas pasaban por la caceta donde adquirían su boleto y posteriormente ingresaban por la gran entrada que tenía las gigantes rejas abiertas de par en par.

Minnie no podía prestar atención a nada, veía solamente sus pies y jugaba nerviosa con sus manos; no escuchaba nada que no fuera su corazón golpeándole el pecho aceleradamente.

— ¿Minnie?— su nerviosismo creció cuando escuchó esa voz familiar llamándola. Alzó su mirada y se encontró a unos metros de distancia con la persona que tanto quería ver.

— Viniste— fue lo único que atinó a decir. Últimamente tenerla tan cerca de ella le producía eso... nunca sabía que decir, y no sabía si eso era bueno o malo. La miraba allí adelante de ella, tan serena y relajada como siempre; con su rostro tierno y pacifico; con su vestimenta sencilla justo como su personalidad.

— Tú me pediste que viniera— respondió la chica encogiéndose de hombros.

— Bueno sí, pero no creí que lo hicieras— dijo la tailandesa imitando el gesto.

— ¿Por qué?— cuestionó la chica con una sonrisa sutil en su rostro. YuQi tenía sus manos dentro de sus bolsillos y se miraba casi tan nerviosa como ella.

— Bueno, no lo sé, fue todo muy repentino, además ya es tarde.

— En realidad sí me sorprendió mucho tu mensaje, pero dijiste que no tardara así que pensé que se trataba de algo importante y le pedí a mi mamá que me trajera; ya sabes, en auto es más rápido. ¿Estás bien? ¿Pasó algo? — Ella de verdad se había preocupado, a ella realmente le importaba... y eso no dejaba de sorprenderla. Minnie estaba derritiéndose por dentro. De pronto sólo quería correr hacia ella y darle un beso.

— Bueno, tampoco es como que quisiera verte. Miyeon estaba ocupada, Lisa tiene reunión familiar y las demás no me respondieron, y no quería venir sola. — si Dios realmente existía, debía estar castigándola por mentir de esa manera; pero es que no podía decirle la verdadera razón por la que la había citado allí. No le gustaba mostrarse vulnerable ante los demás.

— Ignoraré el hecho de que soy la última opción y te haré compañía. Hace mucho no venía a una feria y yo amo la rueda de la fortuna, así que, señorita, usted y yo entraremos a ese lugar y nos subiremos a una— dijo YuQi para después avanzar hacia ella, tomarla de la mano y arrastrarla al establecimiento.

— Espera ¡¿Qué?!— exclamó la pelinegra abriendo sus ojos con sorpresa por el acto repentino de la otra chica— ¡¿Rueda de la fortuna?! ¡¿Esa cosa no te eleva muy alto?!

— Es el punto. ¿Qué pasa?— preguntó la china deteniéndose en seco y mirándola inquisitoriamente— ¿Te dan miedo las alturas?

— ¡¿Qué?! Claro que no— respondió de forma rápida, pero se dio cuenta que la otra muchacha no le había creído ni una palabra y la miraba sonriente— Bueno, solo un poco, es que mira eso ¿Qué tal si se cae y morimos?— admitió la chica asustada, a lo que la otra rio.