Maybe I'm In Your Maze (MinQi)

CAPÍTULO 7 MÚSICA

Los días habían pasado y sin darse cuenta ya se encontraba a mitad de semestre, y la verdad es que consideraba que todo había estado marchando bien para ella, tener a Soojin, Soyeon y Shuhua, además de sus primos, hacía menos tortuosa su estancia en la universidad y su proceso de adaptación no era tan complicado. Sus primos se habían encargado de enseñarle todo sobre la escuela, todos los días la guiaban y las chicas le hacían compañía, le agradaban pero aún no se sentía preparada para contarles mucho sobre ella, en cambio ellas compartían mucho de sus vidas, en especial Shuhua, a la muchacha le emocionaba de sobremanera tener a alguien que podía hablar su mismo idioma y ya la consideraba una amiga, sin embargo, YuQi no estaba segura de poder decir lo mismo.

Después de lo ocurrido con Minnie en el festival KUBA, procuró mantener su distancia, solo se la topaba en taller de teatro y realmente no interactuaban mucho, la chica parecía estarle huyendo, solía verla con sus amigas en algunos lugares del campus, pero fuera de eso, no había nada más.

El problema era que no podía dejar de pensar en ella y no sabía la causa, era un sentimiento inefable que le daba miedo entender. Todos los días se colaba en su memoria la imagen de la chica frente a ella en esa banca, recordaba cada detalle de su rostro; cada que el recuerdo venía a su mente, cerraba sus ojos y sacudía su cabeza como si eso fuese a ayudarla. No había hablado con nadie acerca de lo que sucedió, por obvias razones no podía comentárselo a Jun, ni a Jackson, ni a Elkie, a nadie, y mucho menos a su madre, sabía que comenzaría a sacar conclusiones a las que ni siquiera ella había llegado todavía, la haría pensar al respecto y era precisamente eso lo que no quería. Simplemente quería que la muchacha saliera de su cabeza.

— ¿Estás lista? — preguntó Victoria a su hija que miraba por la ventana del auto, pero esta no respondió, estaba muy perdida en sus bagaje mental que no escuchó a su madre hablándole. — ¿YuQi?

— ¿Si?— preguntó de vuelta al salir de sus pensamientos.

— ¿Estás bien, hija?

— Si, ¿Por qué? — cuestionó confundida por la pregunta.

— Estaba hablándote pero no me respondías ¿Segura que todo en orden?— Insistió la modista, pues los últimos días la había notado muy distraída y más retraída de lo normal, así que estaba algo preocupada. Pero la muchacha solo asintió y Victoria no quiso agobiarla con tantas preguntas, dejaría que ella le hablara de lo que sea que estuviese pasando en el momento que lo deseara. — Te preguntaba que si estás lista, ya casi llegamos.

YuQi observó una vez más por la ventana del automóvil, veía los edificios enormes y elegantes, las calles amplias y a las personas en ropa deportiva correr o caminar por la cera. Por fin después de mucho tiempo, la casa que su mamá había comprado para ellas estaba lista para ser habitada y se dirigían hacia allá seguidas por el camión de mudanzas.

La despedida con sus primos, tíos y su abuela, había sido algo caótica, todo el mundo quería abrazarlas, en especial la abuela, quien la llenó de besos y podía jurar que casi lloraba, cosa que desconcertó a la muchacha, al fin de cuenta no era como si ya no se fuesen a ver, solo estaban cambiándose de casa -lo que era bueno para todos- a veces vivir con tantas personas era agobiante de cierta forma.

Se bajaron del auto y se detuvieron frente a la casa de dos pisos. El personal bajaba sus pertenencias del camión de mudanzas, además de unos cuantos muebles que Victoria se había encargado de comprar para su nuevo hogar.

— ¿Tenía que ser en Seocho-gu?— dijo al notar el lugar donde se encontraban. Seocho-gu era uno de los distritos más populares en Seúl, una zona residencial para gente de la alta sociedad, el distrito se conocía por ser parte de la Gran Área de Gangnam, junto con el Gangnam-gu y Songpa-gu, los otros dos barrios más populares.