Capítulo 12

1 0 0
                                    

Tres. Tres simples días, y Hogwarts cambiará para siempre, será destruido por... ¿Mi gente? No se... No sé si realmente quiero formar parte de algo así... Bueno, ya es tarde para cambiar.
Volví a recostarme hacia atrás para ver si me dormía. Nada. No puedo. Mañana me dormiré en clase como siga así. Miro el reloj. Las 2:30 de la madrugada. Me levanto, me pongo las zapatillas, y salgo silenciosamente al pasillo.
Vaya... Nunca había visto esto tan tranquilo y apagado.
Voy a la sala común de Slytherin. Todo esto... Ya, no va a estar... Va a ser destruido... Una lágrima cae por mi mejilla. Todo sucede muy rápido, aparece Voldemort.
- ¿Traicionando a tu gente eh?
- ¿Qué? No... No señor.
- ¡No mereces vivir! - Saca su varita.
De pronto veo como la muerte se acerca hacia mí y...
- ¡Ah! Me despierto empapado en sudor. Una pesadilla, ya está, era eso. Ah.

Los días transcurren tranquilos. Potter no está, Ginny si. Yo voy a clase, estudio, duermo. Así todos los días, no ocurre nada fuera de lo normal. Pero cada vez queda menos, menos para el día especial. De hecho, es mañana. Y yo estoy a punto de irme a dormir, pero no puedo. Otra vez. Después de una media hora consigo reanudar el sueño.
- ¡Draco! ¡Draco!
- ¿Qué quieres? Estaba durmiendo
- Potter. Ha vuelto.
Mierda. Lo que faltaba. Intento no ponerme nervioso lo que queda de día. Intentaré ignorarlo todo lo que pueda.
Me levanto, y voy a desayunar. Veo un correo de gente alrededor de Potter y... Ginny, vaya, están juntos. Joder.
De pronto entra Snape y McGonagall. Snape pregunta por Potter.
- El que lo tenga escondido o sepa dónde se encuentra y no lo comunique ahora mismo, ¡Será expulsado!
Aparece Potter.
- Snape, ¿No quiere contarlo? Como lo mató, a Dumbledore ¡Él lo hizo!
No sé qué pensar él... Él tiene razón...
- Capturarlo - Dice Snape.
Hago caso omiso, muro de reojo a Ginny, me está mirando... No lo hago por ella.
McGonagall se planta delante de Snape.
- ¿Tú lo mataste? ¡Cómo pudiste! El- el hizo todo esto por ti... ¡Eres despreciable! - Dice esto último mientras le lanza un hechizo.
Snape se convierte en cuervo y sale por la ventana.
- ¡Potter!
- Si- ¿Señora?
- ¿Necesitas ayuda? ¿Voldemort viene hacia aquí?
- Sí, así es.
De repente los alumnos se empiezan a tapar los oídos y a gritar. ¿Que ocur-? AAH ¡Mi cabeza!
Una voz. Voldemort, se arrastra por todos los rincones de nuestro alma.
- Potter... Potter... Voy hacia allá. No podréis con nosotros... No seas cobarde... Lucha contra mi... ¡Uniros a mi! Jajajajajaja...
Se acerca el momento. Estoy nervioso. Muy nervioso. Después de un rato todo el mundo se organiza para luchar. Salimos fuera. Están llegando. Les veo a lo lejos.
Pero, Potter no está. Se ha ido a luchar frente a frente...
Llegan al patio principal y se produce una enorme lucha. Llega Hagrid. Con... Con alguien en brazos. Potter. Está... Está muerto. De pronto Ginny empieza a gritar. Puedo sentir su dolor. Está agonizando.
- ¡NOOOOO! - Un montón de lagrimas caen por sus mejillas.
Después de un tiempo, todo se queda en silencio.
- ¿Quien se une a mi...? - Dice Voldemort
Mis padres están al otro lado. Es mi deber. Lagrimas caen por mis mejillas. Nadie me va a detener. Nadie me aprecia lo suficiente. Miro a Ginny y me voy acercando al otro lado. Todos me miran con desprecio.
- Draco... Querido... - Dice Voldemort.
Mi padre silenciosamente dice.
- Se acabó. Nos vamos a casa.
Me voy alejando y veo como toda mi vida está echa pedazos. Hogwarts. Está echo pedazos.

Yo, DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora