Llegamos a Hogwarts, en el comedor Dumbledore nos advierte de que el señor tenebroso ha vuelto, y que se suspenderán algunas actividades por precaución. No sé cómo sentirme... Al fin y al cabo yo formó parte de... No puedo más. Me levanto y me voy con lágrimas en los ojos. Miró mi tatuaje de mortífago, lo raspo, no hay manera de que se vaya. De pronto, aparece Ginny.
- Draco, ¿Estás bien-
Se para en seco al ver mi brazo.
- Ginny...
Sale corriendo.
- Mierda.
No puedo permitir que nadie se entere de lo que Ginny acaba de ver, menos Potter.
Salgo corriendo trás ella, hasta que llega a un callejón sin salida.
- ¡Expelliarmus! - Grito, y le tiró la varita.
- Draco...
- No voy a hacerte daño, solo quiero que me prometas que no le contarás a nadie nada.
- Draco...
- Promételo
- Oye...
- ¡Promételo! - Digo sollozando.
- Lo prometo... ¿Estás bien?
Yo caigo de rodillas al suelo llorando.
- Yo... No, no quiero ser así...
- Está bien... - Dice, se pone de rodillas y me abraza.
Hacía mucho que no sentía el calor de un abrazo.
- Ginny...
Se me queda mirando, estamos muy cerca.
- Draco...
Me acerco lentamente y la besó delicadamente. Ella no se aparta.
Nos separamos.
- Draco... Esto no está bien, me voy.
Me quedo allí, solo, en medio de la oscuridad.

ESTÁS LEYENDO
Yo, Draco
RandomLa historia de Harry Potter, desde el punto de vista de un personaje complicado.