Entre Ángeles y Demonios

La llegada al santuario

La noche de Luna Nueva habia llegado a su fin, y el Sol de la mañana salio resplandeciente.

Era una mañana silenciosa y tranquila, pero toda la tranquilidad del mundo... no dura para siempre...

- Aaahhh!!!!- Un grito se escucho por toda la mansión,  haciendo que todos los que en ella habitaban se despertaran exaltados.

Reiji POV'S

Escuché un grito que hizo que casi me cayera de la cama, ahora qué pasa? Ya nadie puede guardar silencio en esta casa!?
Sin más opción me levante a ver que sucedía, creo que mi paz ya no va a regresar...

Shu POV'S

Un fuerte grito me desperto, que fastidio... Aún tengo sueño y no quiero levantarme... que pereza...
-Aaahhh!!!- Otro grito, ya no podre seguir durmiendo...

Subaru POV'S

Maldición! Ya nadie guarda silencio en esta casa?! Que fastido!
Me levanté malhumorado,  que habra pasado para que gritaran de esa manera. 
Salí de mí habitación para encaminarme a  otra, en el camino me encontré con mis hermanos.  Que raro que las chicas no hallan despertado con esos gritos.
Ya nos encontrábamos fuera de la habitación de donde provenían los gritos, era la habitación de Kala.  Es extraño,  Kala es una joven muy callada....

Kanato POV'S

Nos encontramos justamente en la puerta de la habitación de mi muñeca. Estabamos todos mis hermanos y yo, otro grito más.  No lo dude y entre con mis hermanos a mi espalda, no alcanzamos a dar ni dos pasos cuando nos detuvimos. No lo podía creer! Y creo que mis hermanos tampoco, pues todas las chicas estaban en la habitación de Kala, mi kala, Mi Muñeca. 
  Eso no fue lo que nos dejo helados, el caso es que todas y cada una de las chicas estaban a medio vestir....
Las muchachas se nos quedaron viendo.
Por unos segundos nos quedamos observando, mi vista viajaba por cada parte del cuerpo de mi muñeca, un grito de parte suya me sacó de mis pensamientos. Una larga cabellera negra se interpuso entre las chicas y nosotros, y unos ojos plateados destellaron con enojo mientras que una rafaga de viento nos lanzaba fuera de la habitación. Lo último que supe fue que nos encontrabamos afuera.
Me encontraba aturdido y por lo que observé mis hermanos estaban igual o peor que yo.
****
Unas horas más tarde las muchachas aparecieron ya vestidas y con un leve rubor en sus mejillas.  Ya todos nos encontrábamos listos para partir a lo que serían nuestras vacaciones.

El viaje de la mansión al aeropuerto fue demasiado silencioso, en todo el camino Kala no levantó la mirada. Podía notar un leve rubor en sus mejillas.
Mi mirar se dirigió a mis hermanos y las chicas, todos estaban tratando de evitar la mirada del otro.
Una vez llegamos al aeropuerto fuimos a retirar nuestros pasajes, por suerte ya era la hora de abordar el avión.
***

Ayato POV'S

Luego de lo que paso Anabel no me dirigía la mirada... Estoy bastante sorprendido, nunca la había visto de esa forma, tan frágil y delicada...
Ya estábamos abordo del avión, y para mi buena suerte me tocó sentarme junto a ella. No solo yo, todos y cada uno de mis hermanos se sentaron con sus prometidas.
Al despegar el avión no pude evitar darme cuenta que ninguna de las chicas nos prestaba atención... Éste, definitivamente va ser un viaje largo...
***

Horas más tarde...

El avión ya había aterrizado, solo quedaban pocas personas dentro, bajamos sin ningún apuro, fuimos por nuestras maletas y nos dirigimos a la salida del aeropuerto de Grecia.
En el camino ninguna de las chicas habló, con la mirada les dije a mis hermanos que no las molestaramos, por lo menos hasta que ellas nos dirigieran la palabra.
En la entrada nos esperaba una limusina blanca, que supuse nos llevaría al tan famoso santuario.
***

Reiji POV'S

Ya estábamos aquí, me sentía un poco nervioso pero no era nada como para perder la compostura.
Nos encontrabamos aún dentro de la limusina, un señor un tanto mayor nos abrió la puerta del vehículo. Ya estando todos abajo nos hablo..
- Señoritas, la princesa las esta esterando en el santuario junto a sus caballeros.
- Muchas gracias Eloi, nosotras nos encargamos desde aquí.- dijo Rima de manera educada.
-Hasta luego jóvenes.
-Hasta luego.- dijimos todos juntos.
Al avanzar un par de pasos, Rima nos detuvo.
- Quiero que se comporten, son unos buenos amigos practicamente hermanos, no lo hechen a perder.- dijo con voz severa y dirigiéndose a  nosotros. Todos asentimos de forma muy relajada.
Una vez en la entrada me sorprendí bastante, era la entrada a un santuario intacto. Había leído que éstos fueron hechos hace ya muchos años atras, los que había visto en los libros no se comparaban a éste que resplandecia con el sol.
Desde la entrada se podían divisar doce satuarios y al final uno mucho más grandes a los demas.
Comenzamos a subir en dirección al ultimo santuario, si bien los vampiros son criaturas de la noche podíamos soportar los rayos del sol que nos daba en la cara. Las chicas seguían sin dirigirnos la palabra... Ya no lo aguanto!!
Caminé con rapidez y elegancia hacía Rima, que era quien nos guiaba por las doce casas...
- Rima.- la llamé. Movio su cabeza a un lado y me miró por el rabillo del ojo.
- Dime.- me contesto con frialdad. Me estremeció su tono de voz y, por un momento, sentí miedo, pero no lo demostre demasiado.
Me aclare la garganta y continúe...
-Perdóname Rima, por lo de está mañana. Debímos tocar la puerta, pero no sabíamos que todas estaba alli.. Y.. Bueno... A medio vestir...- al decir eso pude ver como sus mejillas se teñian de un leve tono rosado.
- Esta bien... Ya paso...- dijo de forma pausada. Seguimos por unos minutos más, al llegar pudimos divisar a doce muchachos jovenes con armaduras doradas, he de admitir que lucían fuertes he imponentes. Di una rápida mirada a mis hermanos ubicados justo detras de mí, cada uno con una expresión diferente... Ayato los observaba con superioridad, kanato sin expresión alguna y murmurando cosas a su peluche, Laito con una sonrisa burlona en el rostro, Subaru con una expresión de desesperación mezclada con enojo y Shu como era de esperarse dormido de pié... Cómo puede ser un vago como el mi hermano..?