La noche de los recuerdos

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Capítulo 12

Después de llegar a la mansión, Rima y Reiji habían ordenado a sus hermanos descansar por hoy y que al día siguiente hablarían de su viaje, todos se fueron a sus respectivas habitaciones. Luego de unos minutos más tarde comenzó a llover.

Shu que se encontraba bajando por los corredores, pues para ser sinceros se encontraba preocupado y sentía curiosidad por Shaina.   

Shu POV'S

Entre a la habitación de Shaina sin golpear. Estaba cansado, había caminado desde mi habitación hasta la suya. Pero es que la curiosidad me había llevado a hacer tal esfuerzo.

Cuando entré, no la encontré por ningún lado. De hecho, cuando entre, la habitación entera estaba oscura. Y aunque pudiera ver en la oscuridad, no podía ver si se encontraba allí o no. Por un momento, el relámpago de la tormenta que se estaba desatando afuera y un pequeño gritito se escucho debajo de la cama.

Con el ceño fruncido me dirigí hacia donde el grito había provenido y prácticamente me tiré en el suelo para ver qué era lo que había allí. Shaina se encontraba debajo de la cama, con una manta turquesa cubriendo todo su cuerpo. No se veía nada, pero sabía que era ella porque un mechón dorado salía de donde supuse que estaba su cabeza.

-Que haces…allí?-pregunté vagamente.

-Q-que haces a-aquí?-preguntó ella.

Me negaba a hablar así… Así que metí un brazo debajo de la cama y la atraje hacía mí. Shaina quedo encima de mí aún cubierta con la manta. No podía ver su rostro pero sus ojos turquesa brillaban como siempre. Sentía su cuerpo temblar sobre el mío y me pregunté qué era lo que sucedía.

-Y-yo les tengo miedo-dijo.

-A que te refieres?-pregunté vagamente. Un trueno fuerte se oyó en la habitación y Shaina instantáneamente me abrazó.

Allí fue cuando entendí todo, pero aún así me quede callado mientras la chica seguía temblando. Ella estaba arrodillada sobre mí, con las piernas a cada lado, así que fue fácil abrazarla y otra vez sentí ese dulce olor a vainilla. Suspiré una vez más y traté de sentarme con ella encima de mí.

-Dime…-dije, ella me miró confundida por unos momentos- Por que le tienes miedo…

Su rostro cambio repentinamente de confusión a seriedad, miró mis labios y se quedo viéndolos por varios instantes, lo que me puso incomodo y a la vez confundido pero no dije nada, ni tampoco di señales de estar incomodo.

-Cierra tus ojos…-susurró, pero al ver que no hacía nada, alzó su mano y suavemente me lo paso por mis ojos, cerrándolos- No pienses en nada…-susurró otra vez, acostándome en el suelo.

Pronto sentí sus labios sobre los míos y una cálida sensación sobre mi pecho.

Cuando abrí mis ojos me encontré en una playa, confundido miré a todos lados, preguntándome donde se había ido Shaina y donde estaba parado en este momento. Pronto divise a dos figuras corriendo por la arena y vi que eran dos niños. Una niña que reconocí como Shaina y un niño que no sabía quién era.

Ambos corrían por la arena, Shaina siendo perseguida por el niño mientras corrían.

-Jamás me atraparas, Bryan!-gritó Shaina mientras seguía corriendo.

-No se vale, tu eres rápida-se quejo el pequeño mientras paraba de correr.

-Está bien, está bien-dijo Shaina mientras paraba de correr y el niño también- Tu corre y yo te persigo, te voy a dejar espacio, cuando tú me digas, te perseguiré.

Entre Ángeles y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora