Entre Ángeles y Demonios

Eso es lo que me gusta de ti...

Capítulo 16

Ayato POV'S

Era ya bien pasada la madrugada, había notado que Anabel, que estaba sujeta de mí brazo estaba muy callada, quité mi vista de ella un segundo para darme cuenta que todas sus hermanas estaban mirándose unas a otras. Algo extraño se apoderó de mí,  algo definitivamente no está bien.

Laito POV'S

Ya hace un rato me había dado cuenta de que Mi Layla ya no se enconttra apoyada en mi pecho, ahora estaba dándome la espalda y mis manos descansaban a los costados de su cintura.  Mi vista por instinto se dirigió a sus demás hermanas. Me di cuenta de que ellas se estaban mirando mutuamente,  qué estarán planeando estas gatitas..?

Kanato POV'S

Algo esta mal, no se que es. Ya hace un rato que Kala no quita la vista de sus hermanas,  eso me pode algo celoso, quiero que ella solo tenga ojos para mí y para nadie más.

Reiji POV'S

Qué sera esta sensación que me inquieta tanto,  Rima ha estado muy extraña, eso me preocupa, eso es raro ya que no suelo preocuparme por nadie. 

Shu POV'S

Shaina... desde ya una semana está muy extraña,  ahora se la pasa mucho más tiempo con sus hermanas que conmigo,  pero la he notado más cariñosa, en el sentido de que siempre quiere que la abraze, no me quejo, me gusta mucho dormir con ella cerca, su esencia a vainilla me relaja. No he podido evitar sentir que algo me oculta, no solo ella todas sus hermanas estan muy raras.

Subaru POV'S

Mi Ángel se ha comportado extraña, a estado muy cercana con sus hermanas y más unida a mí.  Siempre que la veo de paso se lanza a mis brazos y como si me leyera la mente debo sostenerla para no caer. Tenerla entre mis brazos me encanta, su aroma a rosas me recuerda a alguien que conocí en el pasado...

El silencio reinaba en la sala de estar, ya me estoy cansando de esto. Es insoportable..!!

-Muy bien,  ya es demasiado tarde y mañana por la mañana debemos de preparar todas nuestras cosas. Los quiero a todos en pie a las diez de la mañana,  ya pueden retirarse. -Dijo Reiji levantándose del sofa.

Uno por uno fuimos abandonado la sala.

Antes de entrar a mí habitación me giré para ver a mi ángel, no la encontré.  De un segundo a otro sentí como unos brazos me abrazaban por la espalda.  Eso me sobresalto un poco, puse mis manos sobre las de ellas para que las quitará,  pero me detuvo su suave voz.

- Subaru... te quiero mucho...- Dijo abrazándose más a mi. No lo soporte y me di la vuelta para poder verla a la cara. Si soy sincero, lo que más me gusta de ella es tenerla cerca.