Noche en la ciudad (Parte 2)

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Capítulo 10

El Parque de los Enamorados

Shu POV'S

Me sentía mareado, ¿porque me sentía que estaba moviéndome? Odio moverme, pero... yo no hago nada...

¿Qué paso con el aroma de Shaina? Donde fue...

Abrí lentamente los ojos y me asuste cuando vi que estaba en una taza de colores gigantes como a la que se suben los niños humanos. Mire a mi alrededor y la taza estaba dando vueltas y había otros niños en las demás tacitas.

-¡Onii-chan!-me gritó un niño de la otra tacita- ¡Onee-chan esta esperándote hace horas abajo!-gritó aún más fuerte.

Me senté tratando de buscar a Shaina en el publico y la divise abajo, era la única persona observándonos. Cuando su mirada encontró la mía, alzo sus pulgares sonriéndome.

Esta mujer va a pagármelas...

Las tacitas pararon y yo me baje rápidamente, avergonzado de salir de aquel lugar, aunque no lo mostré demasiado.

-¿Te divertiste Shu?-preguntó la chica.

Si la chica no me pareciera divertida y linda, la hubiese golpeado.

-No me pareció divertido-dije serio.

-¿Enserio? Jamás te vi caminar tan rápido que como cuando te bajaste de ese lugar-dijo-¡Yo se que te encanto!-dijo sonriendo burlonamente- Eso es para que aprendas a no dormirte en mi espalda.

-Tu quisiste cargarme-respondí mientras caminábamos por el parque.

-Sí, pero...-quiso hablar pero la empuje hasta un árbol. Y cuando estaba por acorralarla, fui tirado al piso.

-Iba a morderte-dije serio.

-Aún no puedes, tú lo dijiste-admitió.

-¿Que harás?-pregunté.

-¿Cuál es tu trauma Shu?-preguntó aparentemente frustrada- Eres aburrido.

-No te interesa...-contesté molesto.

-Créeme Shu, si no me interesara, no te preguntaría-contestó la chica.

La miré por unos segundos desde el suelo. Ella se encontraba sentada en mi estomago así que no podría hacer nada. Sus ojos turquesa me miraban con un brillo especial que no sabía definir y su cabello rubio brillaba a la luz de la luna.

-Hablando enserio Shu, no me contaste nada sobre ti-dijo.

-Tú tampoco me contaste nada sobre ti-dije en mi defensa.

-No parecía interesarte-dije encogiéndose de hombros. Se levanto de mi estomago y se paro, me extendió una mano y la tomé. Me paré y no solté su mano. La lleve por un sendero que había en el extenso parque y caminamos en silencio.

-Prometo hablarte sobre mí trauma, si tú me cuentas el tuyo-dije rompiendo el silencio, ella asintió en silencio con una pequeña sonrisa.

-¿Como sabes que yo he...?-dijo pero la interrumpí volviendo a hablar pausadamente.

-Tu hermana... habla sobre tu actitud extraña... supuse que algo había sucedido para que te lleve a aquella actitud...

La chica asintió y continúo caminando.

Pronto, por alguna razón, comencé a sentirme incomodo. Miré a la chica que caminaba normalmente y luego miré a todos lados tratando de saber que era lo que pasaba.

Sentí mi cuerpo caliente por primera vez en un largo tiempo, mire nuestras manos y sentí como su tibia y delicada mano rozaba la mía que se encontraba totalmente fría.

Entre Ángeles y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora