say you wont'n let go ( thiaguella. )

ii. revolviendo dudas

6 DE MAYO DEL 2030

ESTABA EN EL LUGAR EN DONDE IBA A CONSEGUIR LAS RESPUESTAS QUE QUERÍA, sin embargo, no se sentía preparada para obtenerlas. Había estado tantos días pensando en eso, tantas horas angustiadas por solo tener un sí o un no, que parecía irreal estar a solo unos pasos de conseguir la verdad.

Avanzaba aunque solo lo sabía porque su cuerpo se movía. No estaba consciente de lo que hacía, se había desconectado de todo cuando se dio cuenta del lugar en donde estaba. El mismo lugar, en donde hace unos años, se había despedido de una gran persona. El lugar que tanto había intentado evitar cuando se entero de una de las visiones de su mejor amiga. El lugar, que aunque quisiera negarlo, le aterraba con solo mencionarlo.

Caminaba a paso lento mientras buscaba una respuesta que tal vez ni siquiera estaba ahí.

Mar quería convencerse de que su respuesta no estaba ahí, quería con todas sus fuerzas creer que estaba equivocada y que todo era una insinuación suya que solo la hacía perder el tiempo.

Pero, algo dentro de ella le decía que no era así. Aunque quisiera negarlo, sabía que iba por buen camino. El camino que la llevaría a descubrir lo que estaba pasando, incluso cuando aún no estaba preparada para saber la verdad.

Se sentía como una intrusa caminando por las filas mientras veía atentamente los nombres de todas esas personas que descansaban en paz y las flores o regalos que sus seres queridos dejaban para ellos. Se suponía no debería estar ahí, no lograba entender como es que había llegado tan lejos sin que nadie se hubiera dado cuenta que algo le pasaba. Tampoco entendía porque lo estaba haciendo sola, se estaba metiendo en algo muy grande que ni siquiera sabía si iba poder afrontarlo.

Una pequeña parte de ella quería darse la vuelta, buscar a sus amigos, confesarles la verdad y afrontar la situación juntos, como lo habían hecho durante dos años seguidos. Pero otra parte, la que en esos momentos la estaba controlando por completo, sabía que eso solo retasaría sus planes. Si le llegaba a decir a alguien lo que le pasaba por la cabeza, perdería el tiempo intentando consolarlos por algo que aún no había confirmado. Y en esos momentos Mar no podía, ni quiera, consolarlos. No cuando no podía hacerlo ni con ella misma.

Estaba decidida a no decir nada. Sus amigos no se merecían que ella los envolviera en este problema. Ellos se merecían disfrutar de su viaje sin tener en la cabeza que posiblemente, en un futuro, su amiga iba a morir.

Mar sabía que no iba a encontrar un enorme sí o no flotando en el aire al llegar a ese lugar, pero también entendía que estaba perdiendo el tiempo caminando sin saber a dónde ir. Necesitaba ayuda, pero de alguien que no la conociera y que no le cuestionara qué estaba haciendo ahí.

Respiro profundamente y sostuvo con más fuerza el paraguas que la estaba protegiendo de la lluvia. Visualizó a lo lejos una señora que estaba vestida igual al sujeto que la atendió en la entrada, y se dirigió hacia ella. Trabaja en el lugar así que debía poder ayudarla a encontrar, o no, lo que buscaba.