say you wont'n let go ( thiaguella. )

xxii. siete de julio

CUANDO MORA ABRIÓ SUS OJOS, se dio cuenta que no estaba en su habitación. Sonrió al reconocer la sala de ensayo del Mandalay, que estuviera ahí solo significaba una cosa: su hermano había usado otra vez sus habilidades para conectarse con ella a través de sus sueños.

— ¿Bruno? — Lo llamó mientras se sentaba derecha sobre el sillón en el que estaba.

—Hola hormiga—le sonrió su hermano, quien se encontraba sentado sobre la rara estructura que había en la sala de ensayo. Bruno se encontraba con su verdadera apariencia, lo que hizo sonreír aun más a Mora.

— ¿Qué hago acá? —Preguntó. No era que le molestaba pasar tiempo con su hermano, pero era raro que la llevara ahí para estar a solas, siempre estaba su madre con ellos.

—En tu plano, en un minuto va a ser siete de julio.

—Tu cumpleaños—murmuró Mora, tristemente.

—Sí. —Bruno chasqueo los dedos y se apareció al lado de su hermana.

—Y se va a cumplir un año desde que moriste. —Mora agacho la cabeza. Ella sabía que solo su cuerpo humano murió, que su hermano seguía existiendo solo que ahora era el guardián de Eudamon, pero eso no quería decir que le gustara. Una parte de ella deseaba poder estar con él todos los días, que volviera hacer solo Bruno.  

—También—Bruno suspiro y levanto el mentón de su hermana. —Pero no quiero que estén triste, quiero que estén felices como siempre lo estuvieron en esa fecha.

—Es difícil hacerlo, no estas con nosotros. 

—No siempre estuve en mi cumpleaños—menciono Bruno intentando animar a su hermana, aunque fracaso épicamente. ¿Por que le recordó el tiempo que no estuvo a su lado? ¡Por los ángeles de Eudamon, como se arrepentía de no haber disfrutado más de su tiempo junto a su familia!

—¡Pero estabas vivo! Y sabía que sí te necesitaba, ibas a cruzarte el mundo entero para llegar a mí. —los ojos de Mora se comenzaron a cristalizar. No, ella no iba a llorar. No iba a darle esa carga a su hermano, quien fue tan amable de elegirla a ella sobre todos con los que podría haberse conectado. 

—Y lo voy a seguir haciendo, siempre. —No le estaba gustando el pensamiento que estaba teniendo su hermana, lo hacía sentirse culpable por aceptar su misión. Él solo vio la oportunidad de estar con su familia siempre, de volver a ver a su madre las veces que quisiera; no se detuvo a pensar en lo mal que se sentiría Mora con su partida. 

—No, porque eres el Guardián de Eudamon, tu responsabilidad es mucho más grande ahora y hay personas más importantes que una simple niña.

— "Esa simple niña" —dijo Bruno, haciendo comillas con sus dedos. —Es mi hermana, y no me importa nada más cuando ella me necesita. —se dio media vuelta y la tomo por los hombros, mirándola directamente a los ojos. —Mora, no me importa cual sean mis tareas, si vos me necesitas, voy a dejar todo para ayudarte. Siempre vas hacer mi prioridad, acá, ahora, en todos los planos y universos que existen. El día que naciste prometí que siempre iba a cuidarte, voy a cumplir con mi promesa.