Capítulo I ¨Un Inicio Inesperado, ¿pero necesario?¨

284 11 3
                                    

Febrero 9, 2014.

Después de memorables meses, diría yo, después del fallido intento de ser como ellos, por fin el día de mañana querido amigo tendré noticias de mi nueva escuela, a partir de hoy en la noche tratare de ver si puedo saber algo por medio de mi madre, le preguntare, le preguntare y le preguntare hasta colmar su paciencia, ¡ja! Ya sabes cómo soy para esas cosas querido amigo, bueno, quizás te preguntaras ¿cómo me siento? O si me encuentro nervioso por el repentino inicio que se presenta, bueno, querido amigo, como les diría a mis padres, a mis amigos y bueno, a casi todos los que conozco aunque nunca me lo llegaron a preguntar, me siento bien emocionado, feliz, pero a ti no puedo mentirte, sabes como suelen enredarse las ideas en mi cabeza y sabes mucho antes de contestarte la respuesta, en realidad me estoy muriendo de miedo, cada vez que pienso en eso, no dejo de pensar que quizás me encuentre mejor aquí, donde mis padres estarán siempre cerca, no entiendo porque piensan que estando tan lejos podre estar mejor, bueno, no hay necesidad de que me recuerdes, se que lo hacen por mi bien, por dejar todo atrás, si tan solo pudieras hablar conmigo, ¡ja! A quien engaño tú también me regañarías por mi cobardía, creo que prefiero que me escuches como hasta ahora
**********************

Después de escuchar la voz de mi madre llamandome para cenar, baje cada uno de los escalones de la escalera, procurando hacerlo lo más lentamente posible, pues parece imposible bajar más rápido apoyando un solo pie, ya que el otro pie llevaba algunos días roto y tardaría otros días más en sanar; después de la complicada tarea de descender por cada uno de los escalones, me senté en una silla del comedor, mi madre coloco enfrente de mí un plato lleno de caldo, vegetales y algunas piezas de pollo, acompañando la aterradora cena, la presencia de uno de mis molestos primos logro convertirla en una absoluta tortura, sin temor a lo feo que esto sonara, pero sinceramente me parecería más apropiado haber cocinado a mi primo en vez del inocente pollo, y antes de sonar como un caníbal sediento de sangre humana, aun así me parecerían igual de asquerosos e incomibles. Con cada broma y comentario supuestamente gracioso de parte de mi primo, me era imposible preguntarle a mi padre acerca de la nueva escuela ya que siempre lograban interrumpirme y ni como poder hacer algo, mis padres estaban encantados con Santiago. En fin sin quererlo, pero, me quede callado toda la cena, escuchando las bobas anécdotas de mi primo y sus chistosos comentarios, comentarios que a todos divertían excepto a mí, ¡claro! Nadie se podía explicar porque me molestaba tanto que en cada frase me utilizara como el fundamento de la gracia, después de terminar, de inmediato me escape a mi cuarto. Al poco tiempo aparece el incesable sonido molesto causado por los constantes y desesperados golpes en la madera de la puerta de mi dormitorio, sin tener ninguna alternativa, casi dormido me levante pensando seriamente en lo molesto que resultaba lidiar con una familia así, pero justo cuando pensaba en lo molesto, ¡vaya! Llega algo que sin duda pone las expectativas de lo molesto y cansado en otro nivel, un nivel gravemente inalcanzable, y aunque no lo creo muy a menudo en verdad aprecio demasiado a mi primo, tal vez sea cierto que en el fondo todos somos valiosos ¡digo seguro valdrán mucho sus órganos supongo! Antes de creer más que nunca que este fue el peor día de tu vida y tratar de solucionarlo, llega inesperadamente el desastre de mí primo. ¡Vaya! Sin duda amo a mi familia. Abriéndole paso a mi habitación, tratando de alguna manera de ser gentil, aunque eso signifique ser arrastrado por el juego de un adolecente de 17 años, con una mentalidad de 3 años; como era de suponerse a los pocos segundos comenzaron las infantiles bromas de humor sarcástico, seguidos de comentarios en doble sentido, sin evitar la inminente conversación.

-¡he primo! Quite esa cara de dolor estomacal, ¡anda! No te pongas así, solo era un juego;-Se notaba sinceridad en sus palabras, de ser alguien que todo llega a tomar a juego y gracia, esta vez se comportaba serio, mientras poco a poco se acercaba con la intensión de arreglar las cosas rotas entre ambos con un abrazo o algo por el estilo.

Entre tu y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora